Se alcanza justicia para Esmeralda Millán, su expareja, Fidel ‘N’ recibió una pena de 42 años de prisión por intento de feminicidio así como por las lesiones ocasionadas a ella y a su exsuegra, a quienes les arrojó ácido en 2018. La sanción se convierte en la segunda en su tipo a nivel nacional y en América Latina.
La justicia determinó que Fidel ‘N’ intentó asesinar con ácido a Esmeralda Millán en el 2018, y luego de un proceso de más de cinco años, el Tribunal de Enjuiciamiento dictó la pena máxima de 40 años por el delito de tentativa de feminicidio contra Esmeralda y 2 años por el delito de lesiones contra Verónica (mamá de Esmeralda) quien también sufrió daños. En total suman 42 años de prisión.
Esmeralda Millán agradeció el apoyo de las fundaciones que la respaldaron, así como su familia y amistades, destacando que sin su compañía no se hubiera logrado hacer justicia pues en diferentes ocasiones en donde el proceso se prolongaba, estuvo a punto de abandonar la lucha.
“Realmente de esto no se había logrado sin mis compañeras que me apoyaron, sin mis amigas no hubiera logrado todo esto, yo tuve arranques de abandonar todo cuando me hicieron tener tantas audiencias, pero por fin lo logramos y hay justicia”.
Al relatar su experiencia rememoró “yo me separé en inicio porque anteriormente vivía violencia, yo viví violencia psicológica, verbal, física, a veces aguanté por tener una “familia” para mis hijos, pero entre más fueron creciendo mis hijos vieron cómo me pegaban y con lágrimas en los ojos le pedían a su papá que no la lastimara. Yo no quería una vida así para mis hijos, fue cuando me separé de él y me fui a vivir con mi mamá, pero él me encontró, me perseguía, era un acoso espantoso (...) y finalmente me atacó”.
La fundación Carmen Sánchez, a través de su cuenta de X, agradeció la asesoría jurídica de Yareri Ruiz, así como a las mujeres defensoras de Derechos Humanos, activistas feministas y colectivas que se sumaron a esta exigencia de justicia.
Asimismo, agregaron: “Las integrantes de la Fundación Carmen Sánchez hemos acompañado a Esme durante cinco años (primero como colectiva y desde el 2021 como asociación civil) y hemos sido testigas de la tortura institucional de la que ha sido víctima desde que inició el proceso legal en 2019. No ha sido fácil llegar a este momento. Principalmente para Esme, quien ha tenido que sobrevivir a una de las violencias más extremas contra las mujeres y exigir justicia para que su caso no quedara en la impunidad”.