Miles personas desplazadas de Tila y refugiadas en Yajalón y Petalcingo, Chiapas, rechazaron este martes 11 de junio el retorno planteado por las autoridades estatales y municipales, hasta que no hayan, dijeron condiciones de seguridad y garantías de no agresión por parte del grupo armado de “Los Autónomos”.
Reunidos con funcionarios de la Secretaría de Gobernación del Gobierno Federal, funcionarios del gobierno del estado de Chiapas y funcionarios municipales de Tila, los desplazados se negaron a dejar los refugios en los que se encuentran y retornar a sus hogares, pues señalaron que las seis personas detenidas son sólo apenas unos miembros del grupo que los desplazó, pero cuyos líderes siguen impunes en el pueblo o bien refugiados en otras comunidades de los alrededores.
Un funcionario del Gobierno federal les dijo que tenían todas las garantías de volver a sus hogares, que la Guardia Nacional, el Ejército Mexicano y la policía estatal estarían ahí para cuidar de ellos y sus familias.
Sin embargo, los desplazados alegaron algunas exigencias:
- Una mesa de diálogo y negociación encabezados por funcionarios estatales y federales, y de ninguna manera los autoridades municipales que han sido, según los desplazados, los causantes de este conflicto.
- La detención de cada uno de los líderes y el desarme a todos los miembros del grupo agresor autodenominado Los Autónomos.
- Garantías a la propiedad privada de sus casas y bienes dentro del macizo urbano de Tila, pues los ejidatarios autónomos as consideran suyas por estar dentro del ejido.
- Reparación del daño material causado a las familias que les quemaron casas, negocios, vehículos y otros bienes.
- Que se les garantice la seguridad dentro y fuera del poblado de Tila con la presencia permanente de las fuerzas estatales y federales.
Las familias dijeron que dentro de estas garantías también exigieron que el grupo de Los Autónomos no continúen con el reclutamiento forzoso de los mayores de 18 años para formar parte de sus guardias comunitarias o las FAT, Fuerzas Armadas de Tila, que están a las órdenes del Comisariado Ejidal y demás líderes de ese grupo.
Uno de los desplazados señaló que esto va más allá de lo que dijo el presidente de que es un problema “entre pobladores”, sino que podría estar detrás de esto intereses externos, como grupos del crimen organizado.
Si bien el conteo de las autoridades estatales ascendió a 4 mil 184 desplazados hasta el domingo 9 de junio, los desplazados señalaron que siguen saliendo familias completas de comunidades y parajes de los alrededores de Tila, quienes ya no quieren vivir sometidos por el grupo de Los Autónomos.
Indicaron que los desplazados sí quieren regresar a sus hogares, aunque entre 17 y 20 familias ya no tienen a donde volver porque sus casas fueron destruidas, quemadas, saqueadas y nada les dejaron, todo lo incendiaron.
Los desplazados rechazaron la presencia en las mesas de diálogo del alcalde de Tila, Limberg Gregorio Gutiérrez Gómez, a quien consideran como parte o generador del conflicto que ahora padecen.
Señalaron que es la cuarta vez que es alcalde desde el 2008, y las veces que no ha tenido el cargo, queda en manos de su esposa, primos o hermanos. Lo que representa “un cacicazgo” político en el municipio cobijado por el PVEM y la 4T.