Directamente desde el Olimpo de la Antigua Grecia, el dios de los mares, Poseidón, ha robado la atención en semanas recientes pero no en la zona helénica de donde surgió la mitología de las deidades olímpicas, sino en el mar de Progreso, Yucatán.
Esto luego de que el hermano de Zeus y Hades se convirtiera en uno de los atractivos turísticos de este municipio yucateco, a través de una estatua de 3 metros de altura, instalada dentro del Mar Caribe por el Ayuntamiento de Progreso, como un gancho para atraer visitantes.
La imagen se viralizó en redes sociales debido a su tamaño, así como las fotos en las que se ve más grande que el propio muelle de la zona por la ilusión óptica.
La estatua se acompaña de otros atractivos llamados ‘Poseidón’, entre los que destaca una cancha de basquetbol rosa, que sirve para atraer principalmente a mujeres y niñas a que practiquen el deporte.
Poseidón, según la mitología griega, es uno de los dioses más venerados del panteón, pero a la vez de los más temidos, pues su violencia provoca las tormentas y terremotos, aunque también tiene un lado amable, al ser creador de los caballos y protector de los marineros.
Así como en su momento, Poseidón atormentó a Odiseo en su travesía en la Guerra de Troya, ahora la deidad griega ha causado malestar en Yucatán, pues según la cultura Maya esta zona de México cuenta con su propio dios de los mares.
Chaac, ¿quién es el dios Maya?
Chaac es uno de los dioses mayas más importantes, señor del agua, el trueno y la lluvia. Se representa con la nariz larga y dos colmillos, además de un hacha que utilizaba para crear los truenos y la lluvia mediante golpear las nubes.
Dentro de la cosmogonía Maya, contrario a la ‘bipolaridad’ de Poseidón, a Chaac se le considera un dios bueno al que se le pide ayuda para que las siembras tengan agua para cosechar. Cuenta la historia que vivía en las cuevas y cenotes, considerados como puertas al inframundo llamado el Xibalba.
El dios Chaac sería el equivalente Maya a Tláloc, que es el dios relacionado al agua en las culturas náhuatl.