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Refinería Dos Bocas contamina aguas del Río Seco, denuncian pescadores de Paraíso, Tabasco

Un grupo de pescadores pide al presidente López Obrador investigar la posible contaminación en el Río Seco, cercano a la refinería Olmeca.

En el marco del inicio de operaciones al 100 por ciento de la Refinería Olmeca, pescadores del municipio de Paraíso, Tabasco, aprovecharon la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador para exigir que se investigue la presunta contaminación del Río Seco, que recientemente cambió su color a un tono rojizo.

Y es que señalan que no es normal esa coloración, además de que el agua despide malos olores, por lo que responsabilizaron al sector petrolero de lo que está ocurriendo.

Afirmaron que han muerto peces y el sector ostrícola ha sido duramente golpeado; incluso, denunciaron que también han visto ejemplares de manatí (especie en peligro de extinción) que han perdido la vida en las últimas semanas.

“Sí han llegado autoridades, pero no hacen nada. Saben que sí hay contaminación en el agua, pero como los compra Petróleos Mexicanos, no dicen nada”, acusó Pablo Rodríguez Pérez.

El grupo de manifestantes acudió a las afueras de la refinería, pero no pudieron ver al presidente a su entrada, ni tampoco al gobernador Carlos Manuel Merino Campos.

“No somos biólogos, no somos químicos, como hoy nos critican, somos el sector pesquero afectado por una contaminación tan visible en el Río Seco. Olores fétidos de gases no es marea roja”, se leía en una de las pancartas que portaban, con mensajes dirigidos al mandatario nacional.

De acuerdo con la versión de los pescadores, comenzaron a notar algo anormal en el afluente desde hace tres meses, pero fue hace unas semanas que se hizo más evidente la tonalidad rojiza.

A la par, aparecieron peces muertos. Además, aseguran que lo que pescan en esas aguas provoca malestares como dolor de cabeza, mareos y vómitos.

Entre las zonas afectadas se encuentran Puerto Ceiba, la Isla y Torno Largo, pero la “mancha” podría llegar al Bellote, a lo largo de un corredor turístico y gastronómico del que dependen miles de familias.

“Esto pasando tendrá como tres meses, pero empezó a subir más y más, pero el agua del río de Puerto Ceiba así era”, dijo Pablo Rodríguez al mostrar una botella con un líquido transparente.

Acto seguido también exhibió otro recipiente, pero con una muestra reciente tomada del río: “esto viene a través de la refinería, porque si no hubiera refinería no habría contaminación. Antes estábamos mejor”, sostuvo.

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