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Compran reloj Omega de 3.3 mdd en subasta y descubren que era pirata: ‘Era un Frankenstein’

Un reloj Omega Speedmaster con manecillas ‘Broad Arrow’ de 1957 se vendió en 3.3 millones de dólares en una subasta pese a que estaba hecho de piezas de otros relojes antiguos

El reloj Omega Speedmaster falso tenía manecillas 'Broad Arrow' de 1957. (Instagram Omega)

¿Tienen “mente de tiburón”? Tres exempleados de la marca de relojes Omega participaron en un fraude al vender un reloj de la serie Speedmaster en 3.3 millones de dólares durante una subasta. Este caso, recuerda al de la broma hecha por un grupo de periodistas franceses, quienes metieron un vino de muy baja calidad a un concurso internacional y ganaron la medalla de oro.

Así lo explicó la marca suiza de relojes Omega, que señaló que los exempleados estuvieron involucrados en un complot criminal.

El reloj, un Omega Speedmaster con manecillas ‘Broad Arrow’ de 1957, era de hecho un reloj “Frankenstein”, compuesto de una amalgama de piezas en su mayoría auténticas de otros relojes antiguos, dijo la compañía con sede en Biel, Suiza, en un comunicado en respuesta. a las preguntas de Bloomberg.

El reloj se vendió por 3.3 millones de dólares a través del subastador Phillips en noviembre de 2021. Hasta ahora es el precio más alto jamás pagado por un Speedmaster en una subasta. El reloj fue comprado por el propio Omega, dijo la compañía.

El escándalo pone de relieve la preocupación de que los falsificadores estén creando relojes pirata o alterando modelos antiguos vendidos en el mercado secundario y en subastas para lograr precios de venta más altos. Los coleccionistas pagarán millones por ciertos relojes en buen estado con piezas originales.

¿Qué sabemos del reloj Omega falso vendido en una subasta?

Un exempleado del Museo Omega y su departamento de patrimonio de marca se encontraba entre los miembros del personal que presuntamente participaron, dijo Omega.


De acuerdo con la marca de relojes, el exempleado “trabajó en conjunto con intermediarios para comprar el reloj para el Museo Omega”, argumentando a los ejecutivos de la compañía que “era un reloj raro y excepcional que sería absolutamente imprescindible” para la colección de Omega.

No obstante, el reloj era una falsificación sofisticada, fusionando componentes de varios relojes, así como piezas potencialmente fabricadas, alega Omega, y agrega que los exempleados pueden haber estado involucrados en su ensamblaje.

La marca de relojes Omega no identificó a los exempleados que, según afirma, participaron en el esquema.

“Su falso legado permitió a los especuladores justificar una oferta muy inflada hecha a través de los intermediarios”, dijo el relojero.

El esquema fue “en detrimento masivo de Omega”, dijo el director ejecutivo Raynald Aeschlimann al periódico suizo NZZ, que fue el primero en informar sobre el caso y las acusaciones contra los exempleados.

Un portavoz de Omega dijo que la compañía aún no sabe quién llevó el reloj a Phillips para venderlo en una subasta.

Hasta ahora no se ha dado a conocer  la identidad del vendedor debido a las reglas de confidencialidad del cliente, pero se tendrá que revelar si las autoridades como la policía o los tribunales lo requieren. Cuando Phillips entregó el reloj y acudió a Omega en busca de información de sus archivos, “no sabíamos de la supuesta actividad delictiva que ahora es objeto de una investigación”, agregó el portavoz.

Uno de los aspectos más logrados de este fraude fue que la casa de subastas obtuvo confirmación de Omega de la fecha de fabricación del movimiento numerado, su número de serie, el modelo del reloj en el que se ajustó el movimiento y la fecha en que se vendió. Incluso, Phillips señaló que los representantes de Omega vieron el reloj antes de de la subasta.

Phillips dijo que está comprometida con los “estándares más altos y los niveles de diligencia debida en el mercado de relojes”, y que el reloj en cuestión había sido visto por coleccionistas, académicos y expertos y viajó a Londres, Singapur, Hong Kong y Nueva York antes de que fuera subastado en Ginebra.

“Si, después de revisar la evidencia, creemos que hay motivos para un enjuiciamiento penal, no dudaremos en remitir el asunto a las autoridades para que lo procesen”, dijo el portavoz de Phillips.

Omega es parte de Swatch Group

Más conocido por sus modelos Speedmaster y Seamaster, Omega es el tercer mayor fabricante de relojes suizo por ingresos con ventas de alrededor de 2,714 millones de dólares en 2022, de acuerdo con estimaciones de Morgan Stanley.

La marca es parte de Swatch Group AG y generó más de la mitad de las ganancias antes de impuestos de la compañía de los relojes en 2022, dijo Morgan Stanley.

Con información de Bloomberg.

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