Fibra dietética, proteína y hasta vitaminas son parte de los suplementos alimenticios que se pueden encontrar en el mercado, pero uno de los más populares es el magnesio, un mineral muy necesario para ¡300 reacciones bioquímicas en el cuerpo!
Por lo que existen algunos beneficios del magnesio en el organismo como ayudar a preservar el funcionamiento normal de músculos y nervios; la salud del corazón y que los huesos permanezcan fuertes, explica MedlinePlus, pero, ¿sabes cuándo se recomienda tomar la suplementación alimenticia para tener una vida saludable?
¿En qué casos se recomienda tomar magnesio?
Hay quienes recomiendan tomar suplementos de magnesio cuando se está pasando por un embarazo, ya que Mayo Clinic explica que el crecimiento y el desarrollo saludables del feto dependen de un suministro constante de nutrientes por parte de la madre.
Otros consideran que es relevante la ingesta de este mineral en niveles apropiados para los adultos mayores o cuando se padecen enfermedades gastrointestinales y diabetes tipo 2, ya que MedlinePlus explica que en estos casos el cuerpo absorbe una menor cantidad de magnesio.
E incluso hay quienes piensan que presentar pérdida de apetito, náuseas, vómitos, fatiga, entumecimiento, hormigueo, calambres e incluso latidos cardiacos irregulares, son motivos para agregar este suplemento en una dieta saludable, ya que se tratan de síntomas de deficiencia de magnesio según con MedlinePlus.
Y, aunque mantener los niveles de magnesio adecuados es importante en todos los casos anteriores, Mayo Clinic explica que para conocer cuándo es recomendable tomar el mineral, lo mejor siempre será consultar a un médico, ya que incluso se te puede dar una lista de alimentos ricos en vitaminas y minerales como el magnesio para agregar a tu alimentación.
Con esto coincide la doctora y especialista en medicina interna, Daniela Silva, quien indica para el portal El Mundo que “es cierto que hay personas que pueden tener deficiencias, por lo que, en estos casos, sí sería recomendable tomar suplementación. Sin embargo, es importante hacerlo bajo supervisión médica”.
Esto debido a que solo los expertos en salud podrán determinar la cantidad del suplemento que se puede ingerir según tu caso particular, ya que incluso existen diferentes tipos de magnesio como el aspartato de magnesio, citrato de magnesio, lactato de magnesio y cloruro de magnesio, de acuerdo con los National Institutes of Health.
A pesar de ello, esta institución explica que hay personas que son propensas a padecer una deficiencia de magnesio, quienes posiblemente necesitarán un mayor consumo de este mineral, entre los casos se encuentran personas con:
- Enfermedades gastrointestinales: tienen una mala absorción y pérdida de magnesio.
- Diabetes tipo 2: pueden tener un aumento de la excreción urinaria de magnesio.
- Dependencia del alcohol: a causa de la excreción excesiva de magnesio en la orina.
- Adultos mayores: la absorción de magnesio del intestino disminuye
Ten en cuenta que si bien es posible que no obtengas suficiente magnesio en tu dieta, es poco común que se presente una verdadera deficiencia de este mineral, de acuerdo con MedlinePlus; además es importante conocer si todos los síntomas son realmente por una falta de magnesio o tienen otra causa, según la experta Daniela Silva.
¿Cuál es la mejor hora para tomar magnesio, la dosis diaria recomendada y cómo consumirlo de forma correcta?
Si a pesar de ello, deseas consumir el magnesio como un complemento nutricional, entonces debes tener en cuenta que hay formas correctas de tomarlo. El National Institutes of Health explica que los adultos pueden tomar como un máximo 350 miligramos cuando se trata de un suplemento.
Aunque la cantidad puede cambiar, dependiendo las características de cada persona, ya que MedlinePlus explica que quienes están embarazadas y tienen más de 18 años deben consumir cerca de 350 a 400 miligramos por día.
Además, Mayo Clinic recomienda ingerirlo junto a las comidas, sin importar a qué hora se haga, ya que tomar el suplemento con el estómago vacío puede provocar efectos secundarios como diarrea, también explica que las tabletas se deben tomar completas, por lo que no es recomendable masticarlas.
Ten en cuenta que el magnesio se encuentra presente en diferentes ingredientes que puedes agregar a tu dieta, tal como: nueces, almendras, plátanos, aguacate, frijoles, arroz integral e incluso la leche, de acuerdo con MedlinePlus. La Clínica Universidad de Navarra agrega que otros alimentos ricos en magnesio son: las espinacas, el maíz, las acelgas y las papas.
¿Para qué sirve tomar el magnesio? Estas son sus propiedades en el cuerpo humano
Mantener buenos niveles de magnesio en el organismo es importante, ya que este puede ayudar a preservar una vida mucho más saludable, pues este beneficia e impacta de manera positiva en el funcionamiento de diferentes órganos. Algunos de los beneficios de este mineral son:
- Promueve la salud del corazón: une revisión de estudios publicada en la revista Nutrients encontró que el magnesio puede ayudar a reducir los niveles altos de presión arterial, el cual es un factor de riesgo de las enfermedades cardíacas.
- Mejora la calidad del sueño: el portal WebMD explica que el magnesio puede ayudar a relajar los músculos y regular el sistema nervioso, lo que ayuda a conciliar el sueño.
- Puede combatir la ansiedad y depresión: una investigación de la revista Plos One encontró que las personas que tomaron magnesio durante 6 semanas tuvieron una reducción en los síntomas de depresión y ansiedad.
- Mejora el rendimiento deportivo: Healthline explica que un estudio hecho en ciclistas que tomaron 400 mg de magnesio por día durante 3 semanas encontró que los deportistas experimentaron mejoras en la recuperación muscular.
- Reduce el azúcar en sangre: una revisión de estudios de la International Journal of Molecular Sciences encontró que la suplementación con magnesio ayudó a mejorar la sensibilidad a la insulina, un factor clave en el control de la glucosa.
Ten en mente que no es recomendable exceder la cantidad de magnesio, ya que de lo contrario puede causar diarrea, náuseas y cólicos estomacales; en casos extremos hasta un ritmo cardíaco irregular y paro del corazón, de acuerdo con los National Institutes of Health.