Estilo

Anillos de compromiso 'verdes', como le gustan a los 'millennials'

Cada tonelada métrica de oro producida el año pasado trajo consigo más de 32 mil toneladas métricas de dióxido de carbono, de acuerdo con el Consejo Mundial del Oro. Estas marcas afirman que producen anillos de manera ética y responsable.

Cuando Krish Himmatramka trabajaba como ingeniero en la industria petrolera, pasaba su tiempo libre en su remolque en el norte de Luisiana buscando en internet el anillo de compromiso perfecto para su novia. Pero luchó por encontrar uno que fuera producido de manera ética y sostenible.

Después de investigar la industria de la joyería, decidió dejar su trabajo y comenzar la marca Do Amore, que significa "doy con amor" en latín. El anillo de su novia, estructurado con oro rosa reciclado y un diamante ovalado de Botswana, fue uno de los primeros creados por Do Amore.

Los anillos de Himmatramka tienen un precio promedio de alrededor de 3 mil dólares y se pueden hacer con diamantes naturales o cultivados en laboratorio como moissanite, una alternativa en la familia de los cristales. Pero lo que realmente distingue a los anillos, dijo, es que los ingresos de la compra de cada uno contribuyen a proporcionar agua a un área desatendida.

La compañía ha dado acceso a agua limpia a casi 8 mil 900 personas a través de 25 pozos construidos en Bangladesh, Etiopía, Haití, India y Nepal.

Los clientes que insisten en que los diamantes que compren estén libres de "conflictos" o sean extraídos y vendidos éticamente no son nada nuevo. Pero marcas como Do Amore, Vrai, Brilliant Earth y Clean Origin sienten la necesidad de ir más allá, promocionando emisiones mínimas de carbono y el uso de oro y platino reciclados para atraer a los clientes millennials y de la generación Z, que se preocupan por combatir el cambio climático.

Según un informe de Jefferies Financial Group, tres cuartos de la generación millennial dicen que cambiarían sus hábitos de compra debido a preocupaciones ambientales, mientras que el 34 por ciento de los baby boomers harían lo mismo. Pero los millennials y la generación Z representarán aproximadamente cuatro quintos del crecimiento de la industria de lujo en los próximos años, y las empresas están respondiendo.

"Los compradores de hoy realmente hablan de votar con sus billeteras", comentó Kegan Fisher, cofundador del servicio de joyería Frank Darling. "A medida que busco más marcas iniciales y nuevas empresas que se están formando, todo el mundo está pensando en eso desde el principio, no como algo complementario".

Hacer más

El costo que produce en el medio ambiente la producción de joyas brillantes a menudo pasa desapercibido, pero los clientes se están dando cuenta de que las gemas hermosas tienen un lado feo.

De acuerdo con el Consejo Mundial del Oro, cada tonelada métrica de oro producida el año pasado fue responsable de 32 mil 689 toneladas métricas de emisiones de dióxido de carbono. Eso es equivalente a quemar cerca de 36 millones de 16 millones 329 mil kilos de carbón.

Un informe publicado en mayo pasado por Trucost para la Asociación de Productores de Diamantes descubrió que la extracción de diamantes por parte de sus miembros, incluidos Alrosa, De Beers y Rio Tinto, produjo 160 kilos de dióxido de carbono por quilate pulido en 2016. En comparación, la producción de la MacBook Air de 13 pulgadas aporta 136 kilos de carbono, indicó el mismo informe.

Los anillos de Do Amore están hechos de oro reciclado, paladio y platino y se exhiben en cajas de anillos hechas de madera de jarrah, que se cultiva en los bosques de Nueva Zelanda y Australia a través de operaciones que preservan la biodiversidad y la calidad del suelo del ecosistema local.

La compañía también dio su firma para la campaña 'No Dirty Gold' ('No al Oro Sucio'), que apoya a los grupos que trabajan para poner fin a la contaminación del agua y la tierra por las prácticas de extracción de oro.

Los precios de Do Amore comienzan en alrededor de 800 dólares, pero las opciones de personalización significan que pueden costar hasta 400 mil. Los diamantes naturales provienen de Canadá, Botswana, Sudáfrica, Namibia y Rusia, mientras que los cultivados en laboratorio se fabrican en Estados Unidos y en India.

Una infografía en el sitio web de la compañía permite a los clientes ver exactamente de qué países obtienen sus materiales. Por ejemplo, los zafiros provienen de Montana, Sri Lanka y Tailandia.

Socios sostenibles

Los esfuerzos para frenar el impacto negativo de la industria del diamante son una labor de amor para Frank Darling. Después de años trabajando en la impresión 3D en la industria tecnológica, Fisher, de 34 años, y su socio Jeff Smith, de 38, notaron la falta de transparencia y sostenibilidad en las marcas de joyas de diamantes.

Hace aproximadamente un año lanzaron Frank Darling, con el nombre inspirado en su deseo de ser "francos" y ofrecer gemas "queridas". Destacan la línea de los diamantes cultivados en laboratorio que se hacen con energía renovable del productor Diamond Foundry con sede en San Francisco.

Actualmente, el único productor mundial de diamantes con cero huellas de carbono, Diamond Foundry, ha creado piedras usadas por celebridades como Reese Witherspoon y Laura Dern. La fundición es impulsada por Río Columbia del estado de Washington sin emisiones ni contaminación del agua.

En el sitio web de Frank Darling, los compradores interesados ​​pueden realizar un cuestionario para recibir un boceto gratuito del anillo de sus sueños. Pueden elegir entre una selección con cortes como pera, asscher y marquesa en escenarios como halo, solitario y banda de eternidad. Los precios comienzan en alrededor de mil dólares por un anillo de compromiso y aumentan con el nivel de personalización.

Frank Darling también vende diamantes naturales reciclados y trabaja con clientes que tienen piedras de herencia y quieren reutilizarlas. Incluso han combinado diamantes antiguos con gemas cultivadas en laboratorio en una sola pieza. Además, la compañía se compromete a utilizar oro reciclado siempre que sea posible.

"La extracción de oro a menudo se ve eclipsada por la extracción de diamantes, pero es realmente perjudicial para el medio ambiente, y no hay ninguna razón por la que necesitemos extraer oro nuevo", aseguró Fisher.

La compañía permite a los clientes probar maquetas de sus productos en casa usando anillos de plata esterlina con piedras de circonio cúbico de un quilate, que luego se envían a Frank Darling usando un empaque reciclado. Todos los productos se fabrican a pedido para evitar el desperdicio del exceso de inventario.

La demanda del cliente

Para Ken Leung, fundador de Ken & Dana Design, nunca hubo dudas de que su operación no sería ecológica. Está cumpliendo el objetivo utilizando metales reciclados para sus anillos de compromiso, ofreciendo una amplia selección de diamantes cultivados en laboratorio y reutilizando los envases.

La familia de Leung ha estado en el negocio de la joyería desde la década de 1970, y se expandió por su cuenta en 2009 con una línea que han usado Beyoncé, Rashida Jones y Rachel Ray.

Una parte de la venta de cada anillo de compromiso se dona a Global Witness, una organización que trabaja para romper los vínculos entre la explotación de los recursos naturales, el conflicto, la pobreza, la corrupción y los abusos contra los derechos humanos.

"Parece algo intuitivo. No me veo haciendo algo tan diferente", contó sobre la creación de anillos que devuelven. "Es nuestro deber hacerlo".

Este cambio de sostenibilidad también podría beneficiar los resultados de las empresas. Una encuesta realizada por First Insight encontró que el 73 por ciento de los encuestados pagaría más por artículos sostenibles, y la mayoría estaba dispuesta a pagar una prima de precio del 10 por ciento.

Los consumidores jóvenes "quieren productos sostenibles, quieren empresas ecológicas", aseguró Gabriella Santaniello, directora ejecutiva y fundadora de Aline Partners, una firma de investigación minorista. "Vemos eso en la indumentaria y el calzado y otros sectores, por lo que no es sorprendente que quieran anillos de compromiso sostenibles".

Himmatramka espera que otros que busquen una propuesta de matrimonio aprovechen la oportunidad de apoyar a la Tierra en el proceso. "Me di cuenta de que quería proponer un anillo que no solo no lastimara al mundo, sino que lo ayudara", apuntó.

También lee: