En un mundo cada vez más conectado y tecnológicamente avanzado, la digitalización se ha convertido en un factor clave para la transformación y evolución de diversos sectores, entre ellos, el financiero. La banca, en particular, ha experimentado una profunda revolución gracias a la incorporación de tecnologías digitales en sus operaciones. Desde la aparición de los primeros servicios bancarios en línea hasta la adopción masiva de aplicaciones móviles y plataformas digitales; la digitalización ha demostrado ser fundamental para mejorar la eficiencia, la accesibilidad y la seguridad de los servicios financieros a nivel global.
Ante tal escenario los retos se multiplican. “El principal problema de los servicios tradicionales es que ya no estarán disponibles pronto. No verás préstamos tradicionales, hipotecas tradicionales, aperturas de cuentas tradicionales. Todo cambiará tanto que difícilmente podrán llamarse tradicionales. Se emitirán hipotecas sobre la seguridad de los criptoactivos, cuyo valor se calcula utilizando inteligencia artificial. O se otorgará un préstamo solo cuando el contrato inteligente haya fijado los ingresos necesarios para cubrir los intereses. ¿Algún banco tradicional puede ofrecer esto ahora? Por ello, los servicios cambiarán dramáticamente y las expectativas de los usuarios de estos servicios también. Pero esto no es un problema para el mercado financiero sino para aquellos banqueros y abogados que siempre se están quedando atrás, que son demasiado perezosos para aprender cosas nuevas, que son demasiado conservadores”, aseguró Iván Marchena, ejecutivo Fintech Latam, especializado en crypto.
Según el Informe del foro Económico Mundial en colaboración con Deloitte, “The Future of Financial Services: How disruptive innovations are reshaping the way financial services are structured, provisioned and consumed”, la experiencia bancaria del futuro evolucionará hacia la virtualidad total, estará enfocada en el cliente (en la medida en que se vuelvan más conocedores de la tecnología ejercerán mayor influencia sobre las propuestas de valor), será continua y sin interrupciones (en función de los proveedores de tecnología), estará personalizada (dejando a un lado el concepto de un modelo único para todos) y externalizada (a través de proveedores externos para ofrecer soluciones móviles oportunamente).
Si bien no es posible predecir con total certeza el futuro de las Fintec, los conceptos en los que deben poner el foco en este proceso de transformación, señala Marchena, muestran que “el mercado definirá la dirección a evolucionar, los mismos usuarios indicarán el camino. Si comparamos al usuario de banco del siglo XX y al de hoy, nos damos cuenta que actualmente somos extremadamente mimados. Y si los bancos quieren sobrevivir (y la banca minorista está hoy muy amenazada), deben seguir mimando al usuario, cumpliendo todos sus caprichos, desde tarjetas de crédito personalizadas hasta cuentas para sus mascotas. Otro ejemplo es que el banco integre la contabilidad de los movimientos a la Blockchain o por ejemplo que no sea el usuario quien pague por el mantenimiento de las cuentas sino que el banco le pague al usuario por aperturar una cuenta con ellos o que ofrezcan un pago de intereses mensuales sobre el restante de dinero en las cuentas sin necesidad de apertura a un plazo fijo. Que mi experiencia de usuario sea en un metaverso bancario sin necesidad de visitar una oficina real”.
Las Fintec han dinamizado y flexibilizado al ecosistema financiero: han creado nuevos medios de pago, han innovado en sus procesos de activación, están ampliando el espectro de usuarios lo que va disminuyendo la brecha digital y a su vez están acelerando la alfabetización digital en todo el espectro social.
“Sería extraño tratar de detener el progreso natural de la evolución Fintec y por ello creo que su revolución digital solo continuará con el pasar de los años. De un corto a mediano plazo puedo visualizar la existencia de CBDC (monedas nacionales digitales) para todos los participantes en el comercio internacional, bancos en forma de aplicaciones móviles y plataformas en la nube, así como un nuevo Bitcoin basado en nuevas matemáticas implementando la computación cuántica. Creo que las Fintec avanzan y no se pueden detener. Lo que debemos cambiar son nuestros hábitos y capacitarnos para utilizar con éxito las nuevas tecnologías”, concluyó.