Las Fintec están cambiando el panorama de los servicios financieros tradicionales. Especialmente en Latinoamérica el ecosistema está creciendo a un ritmo acelerado; si bien la pandemia y el largo confinamiento a causa del COVID-19 frenaron el desarrollo en muchos sectores, en el ámbito financiero sirvió como catalizador para impulsar las compras y los pagos digitales.
Hoy, dos tercios de los adultos en el mundo realizan o reciben un pago digital. Además, el acceso a servicios financieros mediante la tecnología, sigue abonando a la inclusión financiera, aunque los retos son evidentes en un contexto actual en el que 1,400 millones de personas en el mundo no están bancarizadas (comúnmente mujeres, personas pobres o con menor nivel de educación y habitantes de zonas rurales), de acuerdo al Global Findex 2021 del Banco Mundial.
En México, 41.1 millones de personas de 18 a 70 años tenían al menos una cuenta de ahorro formal (cuenta bancaria o en institución financiera), cifra que representa el 49.1% de la población en ese rango de edad, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2021.
“Es evidente que la digitalización y la adopción de tecnologías Fintec están redefiniendo el panorama financiero. No obstante, en México nos enfrentamos a la paradoja de que la brecha digital ha exacerbado el mayor desafío al que nos enfrentamos como participantes en el ecosistema financiero y de pagos. Debemos reconocer que existe una gran disparidad en el acceso y la capacidad de aprovechar estas herramientas, lo cual deja en evidencia que la inclusión financiera sigue siendo una tarea pendiente”, comentó para Factor Fintec Alejandro Canseco, abogado de la firma Dentons, especialista en Fintec.
De acuerdo al “Reporte anual Fintech México 2023″, elaborado por NTT Data, Fintech México y Nader, un 32% de la participación de las Fintec en México se centra en los pagos digitales y el 41% en servicios e infraestructura para la digitalización y operación de entidades financieras. Además, se involucran en otras áreas como los préstamos y financiamiento colectivo (16%), activos financieros y mercado de capitales (5%) e Insurtech (2%).
Sin embargo, para el especialista, habrá que observar otras tendencias y cómo se desarrollan en los años por venir. “En primer lugar, el Banco Central de México (Banxico) está desarrollando la Moneda Digital del Banco Central de México (CBCD, por sus siglas en inglés), la cual se espera que se ponga en marcha en 2024-2025. La idea detrás de la CBCD es incrementar la inclusión financiera y crear una alternativa de pago al efectivo. En segundo lugar, en la búsqueda de soluciones financieras alternativas, han surgido otros modelos de negocio. Por ejemplo, las empresas de “Compre ahora, pague después” ofrecen a los consumidores simplicidad y comodidad al pagar productos cotidianos, y pueden integrarse fácilmente con diversos tipos de empresas minoristas. Por último, pero no menos importante, es posible que a mediano plazo veamos la implementación de un estándar de Open Finance a nivel regional. Para que esto suceda, es necesario contar con medidas regulatorias claras, colaboración entre los actores relevantes, fomento de la innovación y la correcta aplicación de estándares técnicos y de seguridad sólidos. Todo esto tiene como objetivo permitir el intercambio seguro y eficiente de datos financieros entre distintas entidades financieras y proveedores de servicios en México, Colombia, Chile y Perú. Esto permitirá una mayor interoperabilidad regional, una escala de negocios sin precedentes y un impulso aún mayor a la inclusión financiera”, apunta Alejandro.