Conforme Venezuela y su compañía petrolera estatal PDVSA van de crisis en crisis, los acreedores a quienes no se les ha pagado compiten por una posición para asegurarse de estar entre los primeros en recibir el efectivo cuando llegue el día del pago.
El país de la OPEP está básicamente en quiebra y los acreedores buscan cada vez más sus activos petroleros, y su principal objetivo es Citgo, la refinería petrolera con sede en Houston que procesa crudo venezolano y cuyo valor se estima en aproximadamente 4 mil millones de dólares.
El siguiente objetivo es apoderarse de los cargamentos de petróleo venezolanos en el mar, como lo hizo el fondo de cobertura estadounidense Elliott Management con un barco argentino en 2012 después de que obtuvo un fallo judicial en EU para cobrar las deudas impagas. Según informes, Venezuela está transfiriendo cargamentos de petróleo en puertos seguros, incluyendo puertos en Cuba, para evitar tales riesgos.
El cambio de estrategia de los acreedores es una demostración de fuerza por parte del sector privado contra el régimen del presidente Nicolás Maduro, que debe pagos de deuda por 5.7 mil millones de dólares.
Aunque Maduro sobrevivió a un intento de asesinato este mes, sigue luchando con una economía arruinada por la hiperinflación, y enfrenta una serie de sanciones gubernamentales por parte de EU, Europa, Canadá y los países más grandes de América Latina, el presidente venezolano parece haber afianzado su control político sobre el país.
Sin embargo, la más reciente victoria para los acreedores se produjo la semana pasada cuando la compañía minera canadiense Crystallex ganó una batalla clave en su intento por obligar a Venezuela a pagar 1.4 mil millones en compensación por la expropiación de un proyecto minero.
Un juez estadounidense aceptó el argumento de Crystallex de que PDVSA es un "álter ego" del estado venezolano y que, por lo tanto, la compañía minera canadiense tiene derecho a apoderarse de los activos de PDVSA en EU. La sentencia podría servir como precedente.
"Esta sentencia. . . es inequívocamente negativa para Venezuela, dada su pérdida de un activo de gran valor", dijo Francisco Rodríguez, economista principal de Torino Capital, un banco de inversión estadounidense. Añadió que "con toda probabilidad" la sentencia impulsaría a los "acreedores a intentar perseguir activos de PDVSA".
ConocoPhillips ya ha hecho justamente eso. En abril, después de ganar un laudo arbitral de 2 mil millones de dólares contra PDVSA de la Cámara de Comercio Internacional, la gran compañía petrolera estadounidense confiscó los activos de la empresa en el Caribe.
Las confiscaciones dejaron a PDVSA sin acceso a instalaciones que procesan casi una cuarta parte de las exportaciones petroleras de Venezuela. Para evitar el riesgo de que le confisquen otros activos, PDVSA solicitó a sus clientes que carguen el petróleo de sus buques anclados que actúan como unidades de almacenamiento flotante, informó Reuters.
Sin embargo, la lucha de Conoco por obtener el reembolso parece sencilla en comparación con la de Crystallex, que implica enfrentarse a PDVSA, a tenedores de bonos rivales y al grupo petrolero ruso Rosneft.
Hace dos años, la mitad de Citgo se pignoró como garantía por más de 3 mil millones en bonos de PDVSA. La otra mitad fue pignorada como garantía para un préstamo de Rosneft de 1.5 mil millones.
Venezuela, que debe 31 mil millones de dólares en bonos soberanos y 28 mil millones en bonos de PDVSA, también les debe miles de millones de dólares a China y Rusia, pero su única industria de generación de divisas está en un fuerte declive. La producción de petróleo cayó por debajo de los 1.3 millones de barriles por día, hasta los niveles de 1947, según Caracas Capital, un banco de inversión boutique.