Los ataques piratas contra barcos han caído al nivel más bajo de los últimos 21 años, demostrando la eficacia de las enérgicas medidas contra la delincuencia marítima frente a las costas de África oriental y del sureste de Asia.
La significativa disminución de la piratería — este año va en camino de ser el primero desde 2005 en el que no haya ni una sola persona asesinada por los piratas — puede ayudar a calmar los temores de que el mundo se está convirtiendo en un lugar más peligroso, en medio de la guerra en Siria y un recrudecimiento de ataques terroristas.
Sin embargo, ha habido un aumento de ataques en la costa de Nigeria, con un creciente interés por parte de los piratas en secuestrar a miembros de la tripulación y retenerlos para obtener un rescate.
Según la Oficina Marítima Internacional (IMB, por sus siglas en inglés) de la Cámara Internacional de Comercio (ICC, por sus siglas en inglés), a nivel mundial hubo 98 ataques piratas reales o intentos de ataque durante la primera mitad de 2016, la menor cantidad desde 1995 y una marcada caída de los 134 registrados durante el mismo período el año pasado y del pico de 266 durante los primeros seis meses de 2011.
La caída de la actividad pirática no es sólo una buena noticia en términos humanos, sino también en términos financieros. La One Earth Foundation, una fundación de gobernanza con sede en Colorado, estimó que en el año 2011 — durante el apogeo de la epidemia pirática somalí — el costo para la industria marítima alcanzó el monto de 3.2 mil millones de dólares al año en costos de seguros adicionales y de 2.95 mil millones de dólares en los cambios de rutas de las naves alrededor del cabo de Buena Esperanza en el extremo sur de África. La fundación estimó el costo total anual de la piratería para la economía mundial entre 7 a 12 mil millones de dólares.
La IMB declaró que, como resultado del aumento de las patrullas navales en las aguas de África oriental, de una mayor disposición por parte de las navieras de emplear a guardias armados, y de los esfuerzos por hacer que las embarcaciones fueran más difíciles de abordar, los piratas somalíes no llevaron a cabo un solo ataque el año pasado, siendo la primera vez que han fracasado por completo desde por lo menos 2006.
En lo que va del año, las aguas de Somalia se han visto nuevamente libres de incidentes, aunque un intento de abordaje de un buque de contenedores en el golfo de Adén en mayo se les atribuyó a los somalíes.
A pesar de esto, Pottengal Mukundan, el director de la IMB, opina que es prematuro cantar victoria contra los piratas somalíes, dado que la situación política en el país sigue siendo "frágil", permitiendo el florecimiento del crimen organizado.
El pico más reciente en ataques contra barcos en el sureste asiático también parece estar disminuyendo. El año pasado se registraron 108 incidentes en las aguas de Indonesia, la cifra más alta desde hace más de una década.
Sin embargo los ataques reales y reportados cayeron a 24 durante la primera mitad de 2016, una disminución de los 54 durante el mismo período el año anterior y la cantidad más baja desde 2011. Las aguas malasias también se volvieron más seguras mientras que no hubo incidentes registrados en el estrecho de Malaca entre Malasia e Indonesia, un canal que ha estado plagado de piratería durante siglos, o en el estrecho de Singapur.
Mukundan comentó que los robos de los buques en la región habían sido un "gran problema" entre abril de 2014 y agosto de 2015, pero que ahora las autoridades estaban afrontando el problema.
La IMB también ha pedido que se realicen acuerdos para permitir que a un buque de la marina que se encuentre persiguiendo activamente a sospechosos se le permita entrar en las aguas territoriales de un país vecino, en lugar de verse obligado a abandonar la persecución.
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Financial Times