Hillary Clinton ha prometido llevar de vuelta la manufactura a EU y ha recalibrado su mensaje acerca del comercio a raíz de su inesperada derrota en las elecciones presidenciales en Michigan la semana pasada, conforme su campaña enfrenta otra prueba en un Medio Oeste industrial afectado por preocupaciones económicas.
En sus comparecencias en Ohio, Missouri e Illinois, la Sra. Clinton se ha dedicado a describirse como feroz defensora de mantener en el país los empleos del sector manufacturero estadounidense, como detractora del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) el cual incluye 12 naciones, y como oponente de las prácticas comerciales de "dumping" del acero realizadas por China.
Durante una visita a una fábrica en Youngstown, Ohio, el sábado, Clinton dijo que sería "una firme defensora de los movimientos y sindicatos obreros estadounidenses" y pidió más restricciones a la importación de automóviles.
Acerca del TPP, el cual la administración de Obama quiere que el Congreso apruebe este año, dijo: "Cuando vi lo que estaba en el acuerdo, me quedó claro que había demasiadas lagunas, demasiadas oportunidades para que la gente se aproveche".
Un día más tarde, en una reunión abierta en St. Louis, Missouri, criticó las prácticas comerciales de dumping de acero barato realizadas por China, afirmando que EU tendría que comenzar a tomar "medidas mucho más agresivas" para detenerlas. "Quiero que el gobierno de EU defienda el acero, defienda las compañías y los trabajadores".
El renovado interés en la fabricación y el comercio se produce a raíz de la sorpresiva derrota de Clinton frente a su oponente demócrata Bernie Sanders en Michigan, un estado que encuestadores y partidarios consideraban dominaría fácilmente.
Públicamente la campaña de Clinton ha comenzado a restarle importancia a su desempeño en el Medio Oeste, señalando que aún se espera que obtenga más delegados que Sanders en la votación del martes gracias a un fuerte apoyo en Florida y Carolina del Norte, que tienen en total 367 delegados.
Sin embargo, en privado los partidarios de Clinton se preguntan qué significaría para ella una derrota en un estado clave como Ohio en la elección general.
El nuevo énfasis en el TPP y en las prácticas de dumping del acero destaca el cambio en la campaña hacia los estados industriales en los que las políticas comerciales han sido volátiles durante décadas, y donde muchos votantes de las filas de los trabajadores y obreros culpan a los acuerdos comerciales de un socavamiento del sector de la fabricación y de la pérdida de empleos.
También señala uno de los mayores desafíos políticos de Clinton.
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