Durante los últimos años, Philip Morris International (PMI), el grupo tabacalero mundial, se ha mantenido alejado de la reunión anual del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) en Davos. Y con razón. El WEF define su misión con el moralizador mantra de "mejorar el estado del mundo". Las grandes tabacaleras han sido criticadas por perjudicar la salud mundial, debido al vínculo entre el cáncer y el tabaquismo. Los ejecutivos de las tabacaleras consideraron que tenía poco sentido codearse con la élite global en los Alpes suizos, y el WEF no quiso incluir a los jefes de las tabacaleras en sus prestigiosos paneles.
Pero en la reunión de Davos de este año, hubo una intrigante sensación de cambio en el aire. A André Calantzopoulos, el director ejecutivo de PMI, se le podía ver acechando los pasillos de los 'hoteles inteligentes' con un nuevo mensaje: la industria tabacalera necesita el apoyo de los gobiernos para mejorar la salud de los fumadores.
Sí, eso es correcto. Durante estos últimos años, PMI, junto con otros gigantes como Altria y British American Tobacco (BAT), han comenzado a promover la idea de que los fumadores deberían reemplazar los cigarrillos tradicionales con "ecigarettes" (cigarrillos electrónicos).
Estos dispositivos, con nombres de marca como IQOS (de PMI), Juul (en la actualidad parcialmente propiedad de Altria) e iSwitch (de BAT), proporcionan una dosis de nicotina a través de vapor calentado electrónicamente en lugar del humo del tabaco. Las investigaciones sugieren que los riesgos para la salud de "vapear" son mucho menores que los que representan los cigarrillos tradicionales, lo cual significa, en esencia, que los fumadores pueden satisfacer su adicción de forma más segura.
Hasta ahora, los reguladores han adoptado un enfoque mixto con respecto a esta innovación. En algunos países, las compañías tabacaleras pueden promover los dispositivos con limitaciones. En Japón, por ejemplo, el IQOS ha capturado alrededor del 15 por ciento del mercado (mientras que los productos de vapeo tienen un 20 por ciento en total), según los ejecutivos. Pero en EU, donde los cigarrillos sin humo sólo representan el 4 por ciento de las ventas, la compañía no puede promover los 'beneficios para la salud' del IQOS.
Los ejecutivos tabacaleros, como Calantzopoulos, están pidiéndoles encarecidamente a los reguladores y a los inversionistas que respalden su nuevo argumento de ventas de que son "sin humo" como parte de una campaña para mejorar la salud mundial. "Sabemos que los productos libres de humo son mucho mejores", explicó Calantzopoulos en Davos. "Necesitamos adoptar un enfoque científico para alejarnos de toda esta emoción en relación con el tabaco. Todos tenemos que considerar los hechos", él agregó.
Lo que hace que este tema sea particularmente emotivo para los padres de adolescentes (como yo) es que el Juul se ha vuelto muy popular en las escuelas medias y secundarias estadounidenses. Esto se debe, en parte, a que se ha comercializado con atractivos sabores como el de néctar de mango, y porque la carencia de humo hace que sea difícil de detectar. Pero también se debe a que se ha visto a celebridades como Johnny Depp y Bella Hadid usando el Juul, haciéndolo parecer "cool".
El resultado es que los cigarrillos electrónicos no sólo están siendo utilizados por fumadores adultos que desean tener una manera más saludable de satisfacer su deseo de nicotina; también están creando una generación interesada en ella.