Donald Trump ha singularizado a algunas empresas estadounidenses como Boeing y Carrier en las últimas semanas, lo cual representa un problema propio del siglo XXI para el sector empresarial: ¿Qué se debe hacer cuando el líder del mundo libre te regaña en Twitter?
Doug Oberhelman, director de Caterpillar y el presidente del influyente Business Roundtable, advirtió esta semana que la llegada inminente de Trump a Washington significaba que "muchos de nosotros tal vez nos convirtamos en uno de sus blancos".
Pero mientras esperan el siguiente mensaje de 140 caracteres del púlpito político de Trump, los grupos empresariales están enfocados en sus promesas de implementar la misma agenda económica de reducción de impuestos y desregulación que han estado pidiendo durante varios años a Washington. Oberhelman les dijo a los periodistas que la "amenaza de Twitter" se compensará por un "ambiente pro-negocios".
"Yo creo que, por lo general, los negocios estadounidenses apoyarán las intervenciones de Trump, si se implementan las políticas concurrentes que hemos venido pidiendo en los últimos años", aseveró.
Oberhelman no es el único que está intentando enfocarse en los aspectos positivos o andarse con cuidado. "La Cámara de EU está deseosa de colaborar con la nueva administración y el próximo Congreso para implementar políticas a favor del crecimiento que ayudarán a las empresas y comunidades a prosperar", afirmó una portavoz de la Cámara de Comercio de EU, el principal grupo de presión empresarial en el país, cuando le preguntaron sobre los ataques en los medios sociales de Trump en contra de algunas compañías que pertenecen a la organización.
Las encuestas muestran que los líderes empresariales están optimistas con respecto a la nueva administración. La última encuesta trimestral del Business Roundtable mostró que los entrevistados esperaban vender más productos y emplear a más trabajadores en los meses venideros conforme siga creciendo la economía. Los planes de Trump para recortes tributarios y el incremento del gasto en infraestructura también han impulsado a las bolsas de valores estadounidenses a sus niveles más altos desde la elección.
El problema que enfrentan los negocios es que el multimillonario neoyorquino ganó la elección debido a sus promesas de campaña de sacudir a Washington y responsabilizar a las empresas de sus acciones. Las encuestas también muestran que ciertas movidas como la intervención de Trump para detener a Carrier, el fabricante de equipos de aire acondicionado, de trasladar más de 2,000 empleos a México han sido populares, aunque el trato realmente significa que sólo 730 de esos empleos se quedarán en Indiana.
"Hoy, el presidente electo está demostrando ser lo que los votantes estaban buscando en nuestro próximo presidente: un hombre de negocios que sabe negociar para conseguir el mejor acuerdo", afirmó Mike Pence, el vicepresidente electo en una entrevista con CNN el martes.
Pence defendió la diatriba de su nuevo jefe en contra Boeing por los presuntos sobrecostos de un par de aviones presidenciales 747 — que no estaban previstos a entregarse hasta 2024 — diciendo: "él va a ser un verdadero campeón de los contribuyentes y de la responsabilidad fiscal".
Trump aseveró en una entrevista telefónica el miércoles en el programa televisivo, Today Show de NBC, que ya había hablado con el director de Boeing esta semana. "Vamos a bajar esos precios", dijo. "Y si no podemos bajarlos, no vamos a pedirlos".
La inclinación de Trump de realizar tratos e intervenciones podría ayudar a atraer y retener la inversión dentro de EU, argumenta Edward Alden, autor de Failure to Adjust, un libro que examina el fracaso de sucesivos gobiernos de EU con respecto a ayudar a los trabajadores afectados por la globalización. Otros piensan que se está desarrollando una tendencia más siniestra. "Este trato se parece más a un asalto que un soborno", escribió Larry Summers, el ex ministro del Tesoro, sobre el trato que negoció Trump con Carrier. Su sociedad matriz, United Technologies, ha insinuado que sintió presión para realizar el acuerdo propuesto por Trump debido a sus vastos contratos de defensa.
Si lo que hemos visto hasta ahora se vuelve la forma de operar de la administración Trump con respecto al sector empresarial, marcaría un profundo cambio en la economía estadounidense, que siempre ha prosperado bajo el credo de que el mercado es el que decide.
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Financial Times