Este mes, una ola de protestas ha electrizado el mundo tecnológico de China a raíz de un movimiento en contra de las largas jornadas laborales. La campaña Anti-996 — que se refiere a los turnos laborales de 9:00 am a 9:00 pm seis días a la semana que son comunes en muchos de los gigantes tecnológicos del país — ha ganado tanta popularidad que ya es el segundo proyecto más popular en GitHub, la plataforma de código compartido propiedad de Microsoft, la cual es esencial para muchas empresas chinas.
La protesta ha provocado reacciones desde Beijing hasta Silicon Valley, donde los trabajadores de Microsoft les han pedido a las compañías tecnológicas chinas que respeten las leyes laborales locales que limitan los turnos laborales de los trabajadores a 40 horas por semana (con 36 horas extraordinarias adicionales al mes).
Sin embargo, hay una persona que se ha opuesto notablemente a la campaña: Jack Ma, cofundador de Alibaba y el empresario más famoso de China. Tal vez no sea sorprendente que Ma, un hombre que una vez dirigió una compañía que empleaba a 70 mil personas, recientemente haya declarado que la estructura 996 era una "bendición" para los afortunados que podían trabajar en ese horario. En una buena imitación de Ayn Rand, Ma escribió: "Las empresas son el mayor bien público. En este mundo, todos quieren el éxito, así que les pregunto a todos: si no dedican más tiempo que todos los demás, ¿cómo van a lograr su éxito?"
A pesar de estar en desacuerdo con el espíritu marxista del partido comunista, la defensa de la competencia individualista de Ma encaja perfectamente en la narrativa social que les enseñan a los trabajadores sobresalientes de China desde que comienzan en kindergarten hasta que se gradúan de la universidad. También hay algunas semejanzas con la filosofía de los gigantes tecnológicos occidentales: Ma cree que debes #dowhatyoulove (hacer lo que amas). "Espero que los trabajadores de Alibaba amen apasionadamente su trabajo. Si lo amas, 12 horas al día no es demasiado", dijo.
La idea de que el amor debe justificar trabajar jornadas largas es errónea. El amor es una emoción que le pertenece a las personas con cierto control sobre sus vidas, lo cual no se les otorga a los empleados de las grandes empresas. La campaña Anti-996 no sólo se trata de trabajo versus pasión, sino también de la servidumbre.
Varios miembros del movimiento Anti-996, de veintitantos años, graduados de universidad y altamente motivados, me han expresado su dedicación a la campaña con una advertencia: si estás trabajando para ti mismo, iniciando el proyecto de tus sueños, entonces está bien trabajar las horas que sean. Pero si trabajas para una corporación, o para Ma, entonces se trata de explotación laboral.
También hay trabajos que tienen significado para la empresa pero no para el individuo. Como me dijo una amiga que acaba de dejar una empresa de tecnología para comenzar su propia compañía: "Estoy cansada de ser un pequeño engranaje en una gran máquina". La analogía de los engranajes es adecuada: los engranajes giran hasta que se desgastan, como los profesionales chinos que, según informes, se han desmayado en el trabajo. Si los trabajadores fueran tratados menos como maquinaria, tal vez las compañías tecnológicas obtendrían lo que han estado prometiendo: más producción por menos mano de obra.