A partir del jueves, los inversores del mercado de valores se enfrentarán a una elección inusual al comprar acciones de Google: tendrán que decidir si quieren un voto insignificante en la compañía de Internet más importante del mundo, o ninguno en absoluto.
Ése es el resultado de una división de acciones que arrojará dos clases diferentes de acciones bajo el símbolo GOOG (sin voto) y GOOGL (con voto mínimo).
La medida ha sido diseñada para darle a Google una nueva moneda de adquisición en un momento en que la competencia entre las mayores compañías tecnológicas para encontrar y comprar gangas se ha intensificado notablemente. Las valuaciones en el campo de la tecnología alcanzaron un nuevo récord el mes pasado cuando Facebook sorprendió a Google con una oferta de 19 mil millones de dólares para el servicio de mensajería móvil WhatsApp.
Para los inversores, sin embargo, la elección entre dos sabores diferentes de acciones de Google será mayormente una cuestión académica, de acuerdo a los analistas de mercado. Se espera que las distintas clases de acciones se vendan alrededor del mismo precio – y ambas dejarán el control de la empresa en manos de los fundadores Larry Page y Sergey Brin.
Esta novedosa división de las acciones es el resultado de una jugada por parte de los fundadores de Google para consolidar su influencia sobre la empresa en el largo plazo. La idea será probablemente copiada por otros empresarios de Silicon Valley como el de Facebook, Mark Zuckerberg, que buscan consolidar el control de sus propias empresas, dijo Stephen Diamond, profesor en la Facultad de Derecho de la Universidad de Santa Clara.
El Sr. Page y el Sr. Brin controlan el 55.7 por ciento de los votos en la compañía de Internet por medio de una clase especial de acciones "B" no cotizadas, a pesar de poseer sólo el 15 por ciento de las acciones. Ese arreglo, que data desde la oferta pública inicial de Google en 2004, dio pie a una "nueva era del capitalismo de información privilegiada" en Silicon Valley, dijo el Sr. Diamond, mientras los fundadores de otras nuevas empresas como Facebook , LinkedIn y Yelp copiaron la idea.
El control a largo plazo por parte de los fundadores de estas empresas se ha visto amenazado, sin embargo, por la posibilidad de que tengan que emitir grandes cantidades de acciones para futuras adquisiciones. Incluso si se pagan con acciones que cotizan en Bolsa con menores derechos de voto – en el caso de Google, una clase de acciones "A" que tienen sólo una décima parte de los votos – estas transacciones podrían diluir la influencia de los fundadores y despojarlos de control.
Eso hace que la decisión de Google de emitir una tercera clase de acciones sin derecho a voto represente el comienzo de un nuevo precedente en Silicon Valley.
Google ya está mostrando los frutos de sus fuertes inversiones en otras áreas más allá de la búsqueda, con avances notables en los mercados móviles, de vídeo y de visualización.
El miércoles, los inversionistas actuales recibirán una de las nuevas acciones "C" sin voto por cada acción que ya poseen, duplicando el número de acciones en circulación y dando a la compañía una nueva moneda que usar en caso de adquisiciones o para pagarles a sus empleados.
El efecto, Google dijo, sería casi idéntico a un "split" común. Las acciones "C" sin voto se cotizarán bajo el símbolo actual GOOG, mientras que las acciones con derecho reducido al voto adoptarán un nuevo símbolo, GOOGL. Ambas categorías seguirán figurando en el S&P 500.
El plan, propuesto originalmente en 2012, se congeló debido a una demanda de los accionistas hasta que se llegó a un acuerdo a fines del año pasado, abriendo el camino para el evento de esta semana. Con el fin de resolver la demanda, Google se comprometió a compensar a los inversionistas por un período de tiempo si las nuevas acciones "C" se cotizan por debajo de las acciones existentes, un acuerdo destinado a reducir las diferencias de precios entre las dos clases de acciones.
También, con el fin de prevenir que los señores Brin y Page utilicen esta medida como un subterfugio para vender acciones personales sin reducir su control en la empresa, no podrán vender sus propias acciones "C" a menos que también vendan un número igual de sus acciones "B".
Eric Schmidt, presidente ejecutivo de Google, también tiene acciones "B" de súper-voto, aunque su influencia en la empresa se ha visto mermada debido a la venta de acciones, lo cual ha reducido sus votos a un 5.5 por ciento.
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