Al Liverpool sólo le tomó nueve minutos irse adelante de sus rivales del Chelsea en su enfrentamiento en noviembre. Emre Can, el mediocampista alemán, puso al Liverpool al frente del marcador en Anfield, su estadio, con un gol desviado que amenazaba con poner en peligro la hasta el momento ininterrumpida racha de victorias del Chelsea.
Cinco minutos más tarde, los azules igualaron con la ayuda del sistema de detección de goles de la Premier League, diseñado para conocer con una precisión del 100 por ciento si el balón ha cruzado la línea de gol.
El portero del Liverpool, Simon Mignolet, detuvo un cabezazo del capitán del Chelsea, John Terry, pero tuvo dificultades para detener el rebote de Gary Cahill antes de que cruzara la línea.
Una serie de cámaras, que monitorean la portería desde varios ángulos muy arriba en el estadio, ayudaron a tomar la decisión final. Mientras Mignolet sostenía el balón con sus brazos, el sistema, proporcionado por la empresa británica Hawk-Eye, propiedad de Sony, detectó que el balón había cruzado la línea. Una alerta que se le envió al reloj del árbitro informó el sencillo resultado: gol.
La tecnología de la línea de meta fue adoptada la pasada temporada por la Premier League, después de que la FIFA, el organismo mundial rector de este deporte, finalmente cediera ante las presiones de adoptar un sistema más preciso para determinar los goles.
La controversia acerca de la ausencia de una forma definitiva de determinar los goles se desató en la Copa del Mundo de 2010, cuando al capitán de Inglaterra, Frank Lampard, se le negó un gol crucial contra Alemania. Las repeticiones sugerían que la pelota de hecho había cruzado la línea después de golpear el poste, pero en lugar de igualar en 2 a 2, Inglaterra perdió el partido 4 a 1. El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, se disculpó más tarde.
Desde entonces, la costosa tecnología se ha instalado en los 20 estadios de la Premier League a un costo de 250,000 libras (380,517 dólares) por recinto. Ha habido 31 "incidentes clave", en los que una decisión definitiva y clara hubiera sido imposible sin la tecnología de la línea de meta.
La Bundesliga, la liga alemana de altísimo nivel, se dispone a seguir el ejemplo para su temporada 2015-16, después de que los clubes votaron a favor de la introducción de la tecnología. La liga Serie A de Italia también comenzará a utilizar la tecnología de la línea de meta la próxima temporada.
Aunque los costos han disminuido, todavía están fuera del alcance de los que reciben menos financiamiento, el futbol de las ligas inferiores. En 2013, la liga de segunda división inglesa consideró usar la tecnología, pero el costo fue "considerado demasiado caro", dice un representante.
Pero aunque la tecnología de la línea de meta tuvo que ganar una larga batalla para ser aceptada en el futbol convencional, otros deportes se están moviendo más rápidamente hacia un nuevo mundo lleno de datos y video. Otros deportes han sido más rápidos en adoptar cámaras en la cancha para algunos usos. Por ejemplo la Unión de Rugby comenzó a probar las cámaras de árbitros en 2013.
La compañía española, First V1sion, está desarrollando cámaras que están integradas en las camisetas, y permiten ver la acción, que se transmitirá simultáneamente, desde el punto de vista del jugador. La tecnología ha sido puesta a prueba en el baloncesto europeo, cuando los árbitros para el choque de febrero del Real Madrid contra el Barcelona transmitieron el partido en vivo desde sus camisetas.
En EU, a las estrellas del futbol americano se les vigila cada paso. Los chips de rastreo en sus hombreras registran sus movimientos, ayudando a crear un amplio conjunto de datos que muestran cuán rápidamente corren los jugadores, durante qué distancia y la rapidez con que aceleraran.
La tecnología se ha desplegado en la mitad de los estadios de la NFL, dándoles a los locutores y a los aficionados información en vivo de las carreras de jugadores. Para evitar darles a los equipos una ventaja injusta, actualmente los datos en bruto no se les muestran a los clubes, y no se hará hasta que toda la liga cuente con el sistema, que utiliza chips de identificación por radiofrecuencia (RFID).
Ian Pearson, consultor de tecnología británica y auto proclamado futurista, cree que la recopilación de datos no se limitará a los movimientos. Prevé el seguimiento de estadísticas tales como los niveles de hidratación, sudor, presión arterial y azúcar.
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