Se espera que hoy algunas de las grandes compañías petroleras más conocidas del mundo compitan en una largamente esperada subasta de contratos de aguas profundas en México que marca una apertura clave del sector energético del país.
ExxonMobil, BP, Royal Dutch Shell, Chevron y CNOOC de China están entre los postores para bloques en el Golfo de México que habían sido inalcanzables para la inversión privada durante casi ocho décadas.
Las subastas serán la primera gran prueba del apetito de inversión en México desde que Donald Trump logró la victoria en las elecciones en EU con promesas populistas, incluyendo la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Su promesa de renegociar el TLCAN, si la cumple, podría subir los costos de exploración en México si las importaciones de maquinaria pesada para las perforaciones les aplican aranceles.
México ha abierto su sector energético a la inversión privada, bajo un programa de reformas radicales y ya ha puesto en licitación bloques terrestres y en aguas poco profundas en los últimos meses. Pero los contratos de aguas profundas que se otorgarán el lunes son considerados las joyas de la corona del proceso de subasta hasta ahora, debido a las perspectivas de grandes descubrimientos.
Mientras que la parte estadounidense del Golfo está repleta de plataformas y representa el 17 por ciento de la producción de crudo estadounidense, la parte mexicana sigue estando virgen en gran medida.
México está subastando cuatro bloques en el Cinturón Plegado Perdido, cerca de 320 kms al sur de Texas, que muestran similitudes geológicas con la parte estadounidense y están cerca de importantes infraestructuras de ductos. Seis bloques más grandes están en oferta en la inexplorada Cuenca Salina en el sur del Golfo de México.
Se espera que participen ocho empresas individuales y siete consorcios.
Además, las compañías también pueden pujar para asociarse con Pemex, la compañía estatal mexicana con problemas financieros, en el campo Trión de aguas profundas, la primera empresa conjunta en los 78 años de historia de la compañía.
El lunes Pemex formará equipo con Chevron y la empresa japonesa Inpex, y también se ha calificado para pujar individualmente. La Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) no ha dicho por cuáles bloques están pujando las compañías.
Pedro Joaquín Coldwell, secretario de energía, dijo que se alcanzaría el éxito si se adjudican cuatro de los 10 campos, los cuales no empezarían a producir durante una década si en ellos se descubre petróleo.
Sin embargo, Steve Otillar, un socio en materia petróleo y gas del bufete de abogados Akin Gump en Houston, ve perspectivas de "que se adjudiquen prácticamente todos, si no todos".
Los recursos prospectivos son de casi 11 mil millones de barriles equivalentes de petróleo en los bloques de Perdido y Salina, y potencialmente hasta 435 millones de barriles equivalentes en Trión, según la CNH.
Pemex espera que la participación al 60 por ciento en Trión aporte un total de 11 mil millones de dólares en inversión, mientras que Pablo Medina, analista en Wood Mackenzie, una consultoría energética, estima una inversión de 3 mil a 10 mil millones por campo en el caso de descubrimientos.
Como los flujos de efectivo de las compañías petroleras se han restringido, las subastas se producen "en un entorno de precios muy difícil", dijo un ejecutivo de una compañía que está preparando una oferta.
Inicialmente, 26 postores, entre consorcios y compañías individuales, habían precalificado para los bloques de Perdido y Salina y 10 se habían presentado para el bloque Trión, pero una serie de compañías, incluyendo Noble Energy de EU y Mitsubishi Corp de Japón, ONGC Videsh de India, Petrobras de Brasil, PetroCanada y Galp de Portugal, se han retirado.
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