Las mayores compañías de energía del mundo están programando el recorte de miles de millones de dólares de gastos de capital, conforme establecen planes esta semana para responder a la drástica caída de los precios del petróleo.
La inversión en la exploración y el desarrollo de campos de gas y petróleo podría disminuir en un 20 por ciento, o 28 mil millones de dólares, para el año 2017 respecto al año pasado, según analistas de Morgan Stanley, ya que la industria protege los pagos de dividendos al exprimir los flujos de caja.
Este sombrío pronóstico llega en momentos en que algunos de los mayores grupos petroleros del sector privado están a punto de reportar fuertes caídas de ganancias. De estos grupos, sólo Royal Dutch Shell anunciará un aumento, y eso se debe sólo a que su rendimiento fue tan pobre hace un año que tuvo que emitir una advertencia de ganancias.
Los productores independientes más pequeños sentirán más agudamente los efectos de la caída. Wood Mackenzie estima que las compañías tendrán que reducir los costos totales en 170 mil millones, o 37 por ciento a través de toda la industria, incluyendo a los grupos de propiedad nacional, para mantener la deuda neta en los niveles del año pasado, asumiendo un precio de 60 dólares por barril para el crudo Brent, comercializado internacionalmente. El Brent, ahora a menos de $50 por barril, ya se encuentra un 50 por ciento por debajo de los $99 que promedió en 2014.
"Los bajos precios del petróleo representan la mayor amenaza para las ganancias de la industria del gas y el petróleo desde la crisis financiera de 2008", advirtieron analistas de Wood Mackenzie.
Las acciones de los seis grupos más grandes de EU y de Europa por capitalización bursátil – ExxonMobil, Chevron, Shell, Total, BP y ConocoPhillips – han caído entre un 4 y un 24 por ciento desde que el crudo se desplomó desde sus niveles máximos a mediados de junio del pasado año cuando se encontraba a más de 115 dólares por barril.
Aparte de Shell, se espera que reporten caídas del 19 al 57 por ciento en sus ganancias del cuarto trimestre.
Iain Reid de BMO Capital Markets, dijo que las ganancias del cuarto trimestre de un grupo más amplio que incluye a Eni de Italia, Petrobras de Brasil y Rosneft de Rusia, se verían "gravemente afectadas" por la caída del petróleo, al disminuir 39 por ciento respecto al año anterior.
También se podrían anunciar más despidos debido a que BP y ConocoPhilli dijeron que iban a recortar cientos de puestos en sus divisiones del Mar del Norte. Los analistas aún no esperan recortes de dividendos. El presidente ejecutivo de BP, Bob Dudley, dijo la semana pasada que la intención de la compañía de mantener el pago era "sólida como una roca".
Pero los inversionistas querrán ver pruebas de que se están acelerando los programas de reducción de costos ya puestos en marcha. "El mercado probablemente se enfocará en la rapidez con que las grandes petroleras puedan adaptarse al nuevo entorno y las medidas que toman para resistir un escenario de prolongada debilidad de los precios", dijo Martijn Rats de Morgan Stanley.
Alastair Syme, de Citigroup, advirtió que a medida que las compañías se ajustan a precios más bajos a largo plazo, podrían reducir el valor de proyectos con problemas, tales como Kashagan en Kazajstán, cuyo costo se va a incrementar en alrededor de 4 mil millones de dólares ya que el consorcio que lo desarrolla se está viendo obligado a reemplazar tuberías con fugas.
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