Financial Times

Inglaterra le da una lección al mundo de cómo se juega el futbol en la era global

La división más importante de Inglaterra muestra cómo triunfar en la era de los deportes globales.

Cuando el Manchester City contuvo al Liverpool para llevarse el título de la Premier League el domingo, representó una victoria no sólo para el City, sino también para la liga misma. El Liverpool ya había obtenido su propia victoria, clasificando para la final de la Liga de Campeones de la Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol (UEFA, por sus siglas en inglés) al derrotar a Barcelona en una emocionante eliminatoria a doble partido.

La Premier League ha disfrutado una vigesimoséptima temporada batiendo récords, gracias a que el Arsenal, el Chelsea y el Tottenham Hotspur se unieron al Liverpool para monopolizar las dos finales de los clubes europeos. Las ligas son esfuerzos grupales — un economista pudiera llamarlos productos conjuntos — y la liga inglesa ha vencido a sus rivales en España, en Alemania, en Francia y en Italia.

Pero los deportes son mercados peculiares, en los que "un monopolio puro es un desastre", como lo señaló el economista estadounidense Walter Neale en 1964. Él quiso decir que ningún equipo quiere eliminar a todos sus competidores porque eso significaría la carencia de partidos para atraer aficionados y de derechos televisivos que vender. Esta advertencia también se aplica a las ligas nacionales en la era de los deportes globales.

Si una liga es demasiado fuerte, ocasiona que los clubes que están excluidos busquen alternativas. Esta situación se cierne sobre Europa, conforme los dueños de clubes europeos liderados por Andrea Agnelli, el presidente del Juventus de Italia, buscan fortalecer la Liga de Campeones a expensas de las nacionales como la Premier League, La Liga en España y la Bundesliga de Alemania.

La Premier League ha cultivado un equilibrio entre sus equipos. En lugar de ser dominada por un club — como lo es la Serie A en Italia por el Juventus y la Ligue 1 en Francia por el Paris Saint-Germain —, la Premier League está liderada por "seis grandes". Éstos incluyen al Manchester United y al Manchester City, el cual se fortaleció gracias a los sobrados recursos de su propietario, el jeque Mansour bin Zayed Al Nahyan.

Y lo ha logrado, en parte, vendiendo los derechos de transmisión de partidos colectivamente y compartiendo los ingresos más equitativamente de lo que preferirían los más importantes clubes. Esto contrasta con La Liga, la cual hasta 2015 les permitía a los clubes negociar tales derechos individualmente. Según Deloitte, los ingresos promedio de los seis grandes de la Premier League fueron de 415 millones de libras en 2016-17, en comparación con los 147 millones de los otros 14 clubes.

La liga también sigue la tradición europea de ligas abiertas, la cual data de poco después de la creación de la Liga de Fútbol Inglesa en 1888, en las que algunos equipos son relegados y promovidos cada año. Eso les permite a los equipos de abajo la posibilidad de ascender, como lo hizo el Leicester City al obtener una promoción en 2013-14 y ganar la Premier League dos años después.

Agnelli, quien preside la Asociación Europea de Clubes, quiere reforzar la competencia europea, permitiendo que los clubes líderes, como el Juventus, pasen más tiempo (y obtengan mayores ingresos) jugando entre sí, en lugar de contra equipos menores en sus ligas nacionales. Una idea es que los equipos más importantes tengan un lugar más seguro en la Liga de Campeones y que jueguen al menos 14 partidos por temporada.

Esto haría que la liga de fútbol europea se pareciera más a las ligas deportivas estadounidenses, las cuales están cerradas: los mismos equipos compiten cada temporada sin riesgo de relegación, y las ligas solamente se expanden ocasionalmente a nuevas franquicias. Eso les conviene a los titulares, reforzando su oligopolio y reduciendo la volatilidad de los ingresos que padecen los equipos europeos al competir por lugares.

El fútbol europeo equilibra los dos aspectos combinando las ligas nacionales con los torneos continentales, pero eso puede ser fácilmente alterado. Europa pudiera próximamente encontrarse presionada por la globalización: la FIFA, el organismo mundial de este deporte, está expandiendo su Copa Mundial de Clubes a un evento piloto de 24 equipos a partir de 2021. Tal vez los equipos de fútbol pudieran volverse móviles.

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