Financial Times

La 'destructiva' amenaza de Donald Trump al TLCAN

El presidente de Estados Unidos amagó con una posible salida del acuerdo de libre comercio sólo unos días después del inicio de su renegociación.

Donald Trump ha reavivado la amenaza de retirar a EU del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con Canadá y México apenas unos días después de que funcionarios de los tres países comenzaron el laborioso proceso de renegociar el acuerdo.

"Personalmente, no creo que podamos llegar a un acuerdo... Creo que probablemente terminaremos retirándonos del TLCAN en algún momento", le dijo a sus seguidores en Arizona el martes por la noche en un mitin en el que el presidente repitió algunos de sus temas recurrentes de la campaña.

Los comentarios del presidente sobre el TLCAN fueron sus primeros desde que comenzó una renegociación del pacto la semana pasada en Washington. Sus comentarios están en desacuerdo con las opiniones de los miembros clave de su administración y desencadenarían una enorme confrontación con una comunidad comercial estadounidense con la que tiene una relación cada vez más tensa. El TLCAN, que entró en vigor en 1994, es la base de la actividad comercial de un cuarto de la economía mundial.

Las observaciones de Trump también se producen después de que en abril decidió en el último momento abandonar un plan para retirarse del pacto que había sido impulsado por Steve Bannon, el estratega principal quien fue forzado a dejar la Casa Blanca la semana pasada. Sin embargo, en ese momento, insistió en que se retiraría del TLCAN si no se alcanzaba un trato justo en una renegociación.

Los comentarios ilustran cómo el presidente sigue estando consciente del poder del mensaje anticomercial que le ayudó a ganar los estados industriales clave en las elecciones del año pasado. Y cómo cumplir su promesa de garantizar una renegociación "justa" del TLCAN, implementado hace ya 23 años, sigue siendo un enorme desafío político para Trump. Ni Canadá, ni México, ni la comunidad empresarial están ansiosos de que ocurran grandes cambios y los demócratas están dispuestos a aprovechar cualquier fallo del presidente en materia de comercio.

Trump indicó que seguía comprometido con la renegociación en curso, la cual funcionarios de las tres partes esperan finalizar a principios del próximo año de cara a las cruciales elecciones en México.

"Yo personalmente no creo que se pueda hacer un acuerdo sin una terminación, pero vamos a ver qué pasa, ¿OK? Están en buenas manos, eso sí les puedo decir", dijo el presidente.

También admitió que una retirada estadounidense del TLCAN podría causar perturbaciones importantes para la economía estadounidense, pues los fabricantes estadounidenses y otras compañías se han vuelto dependientes de las cadenas de suministro regionales.

Trump ya enfrenta una revuelta de los directores ejecutivos estadounidenses a causa de su reacción contradictoria ante la violencia alimentada por nacionalistas blancos en Charlottesville, Virginia, a principios de este mes. Fue obligado a disolver tres paneles de asesoramiento empresarial después de renuncias masivas de los directores de destacadas compañías estadounidenses como Intel y Merck.

Una retirada del TLCAN también provocaría una rebelión en los estados agrícolas, muchos de los cuales apoyaron a Trump el año pasado.

En una entrevista con el Financial Times la semana pasada, el CEO de Cargill, el proveedor de productos agrícolas más grande del mundo, advirtió que una retirada del TLCAN sería "destructiva" para la economía estadounidense.

"Para una administración que ha hablado de su apoyo a la economía estadounidense, su apoyo a los trabajadores estadounidenses y su apoyo a los empleos estadounidenses... retirarse del TLCAN sería oponerse diametralmente a esos objetivos", dijo David MacLennan. "Sería destructivo para el trabajador, la industria y la agricultura estadounidenses. Sería destructivo para la economía estadounidense".

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