Cincuenta años después de la Gran Revolución Cultural Proletaria, la cual dio pie a una década de violencia en todo el país y causó más de un millón de muertes, China les ha recordado a sus ciudadanos que fue un "completo error".
Durante la revolución cultural de Mao Zedong, la cual él consideraba un camino hacia el poder absoluto, 36 millones de personas fueron perseguidas y 1.5 millones fueron asesinadas. A la vanguardia marchaban millones de jóvenes "guardias rojos" quienes atacaron las instituciones del país, incluyendo el partido, y quienes adoraban a Mao conforme se arraigaba su culto a la personalidad.
Ya se ha considerado que Mao, quien murió en 1976, "tuvo razón en un 70 por ciento y se equivocó en un 30 por ciento".
El martes, un editorial del Diario del Pueblo, portavoz del Partido Comunista de China, recuperó el severo veredicto original del partido en el aniversario de la revolución conforme intentaba sofocar una ola de nostalgia izquierdista por una década desastrosa, de 1966 a 1976, que casi destrozó al Partido Comunista. "La historia ha demostrado que la revolución cultural fue un completo error, no es y nunca pudo haber sido una revolución o progreso social en ningún sentido", dice el editorial. "Nunca permitiremos que vuelva a ocurrir un error como la 'revolución cultural'".
El partido se había preparado para recordatorios críticos por parte de intelectuales y otros afectados por el movimiento, pero aparentemente lo tomó por sorpresa la ola de repulsión provocada por una fastuosa celebración de la revolución cultural que se celebró en Beijing a principios de este mes.
La revolución, además de privar a toda una generación de educación, de forma indirecta colocó a China en el camino hacia su condición actual de una de las economías más dinámicas del mundo. El líder supremo Deng Xiaoping adoptó reformas de mercado algunos años después para restaurar la economía y la credibilidad del partido.
Pero conforme China se ha desarrollado, también se ha desarrollado un aspecto nacionalista que recurre a la ideología de la igualdad comunista de Mao para criticar las crecientes diferencias de clase que existen hoy en día. Eso contribuye a fomentar la visión del actual presidente Xi Jinping de una China más fuerte a nivel internacional y un partido comunista más fuerte a nivel doméstico.
Una gala celebrada en el Gran Salón del Pueblo en Beijing a principios de este mes celebró esa versión de la historia con cantos y consignas con temática de la revolución cultural, incluyendo "¡ciudadanos del mundo, únanse para destruir el imperialismo estadounidense!".
Cuando se filtró lo sucedido hacia las redes sociales, los patrocinadores rápidamente dijeron que habían sido engañados por un organizador de eventos "no autorizado", mientras que los censores se apresuraron a borrar todos los mensajes pertinentes.
"No debemos olvidar las lecciones históricas que aprendimos de "la revolución cultural", debemos obedecer firmemente las conclusiones políticas del partido sobre la revolución cultural, y debemos prevenir y combatir resueltamente la interferencia de la "izquierda" y la derecha en todo lo relacionado a la revolución cultural", concluyó el Diario del Pueblo.
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