La producción de petróleo de Pemex ha tocado fondo después de una década en declive, según el jefe de exploración y producción de la empresa, y una nueva era de acuerdos con compañías privadas debe impulsar su recuperación.
"La situación luce bien", dijo Gustavo Hernández al Financial Times en una entrevista, a pocas semanas de que se presenten los primeros contratos con operadores el 13 de mayo.
La declaración puede sonar precipitada – la producción de la que ha sido la única compañía productora de hidrocarburos mexicana durante casi 80 años ha estado disminuyendo inexorablemente desde 2004, cuando el campo gigante en aguas poco profundas Cantarell alcanzó su apogeo, y la compañía ya ha recortado su pronóstico de producción para el año 2015 una vez este año.
Además, Pemex, que es el principal contribuyente al presupuesto federal, está asumiendo el peso de los recortes del sector público causados por las medidas de austeridad del gobierno, conforme intenta ahorrar unos 4 mil millones de dólares este año.
La última meta oficial de producción es de 2.29 millones de barriles de petróleo crudo por día, por debajo de los 2.4 millones de barriles por día esperados para este año y muy lejos del máximo de más de 3.38 millones de barriles por día en el año 2004. La producción promedio, la cual Hernández dijo que fue de 2.33 millones de barriles por día este mes, también se mantiene por debajo de la producción de 2.48 millones de barriles por día de abril del año pasado.
Sin embargo, Hernández dijo que creía que la producción ya ha tocado fondo: "Estamos en el proceso de revertir la tendencia ... de disminución y comenzar a crecer".
La producción actual se mantiene ligeramente por encima de la meta anual. Esto sucede a pesar de una explosión en una plataforma el 1º de abril, del clima frío en enero lo cual redujo la producción, y del cambio a horario de verano, lo cual implica que sólo se cuentan 23 horas al día de producción, dijo. "Confío que cumpliremos el pronóstico".
El Gobierno se ha fijado el objetivo de aumentar la producción de petróleo mexicano en 500 mil barriles por día para finales del mandato del presidente Enrique Peña Nieto en el año 2018. Poco más de la mitad de esa cifra se espera que provenga de los campos petroleros en aguas poco profundas y de los yacimientos de crudo extrapesado que se encuentran en licitación este año, dijeron las autoridades.
La década de declive de la producción y la incapacidad de Pemex para invertir más para aumentarla – puesto que la compañía le entrega la mayor parte de sus ingresos al gobierno en forma de impuestos – son las fuerzas impulsoras detrás de una histórica reforma energética mexicana que está abriendo el sector a la inversión privada en la exploración y la producción.
Las compañías habían estado limitadas a contratos de servicios con Pemex, pero eso cambiará el 15 de julio cuando México entregue los primeros campos y bloques que está ofreciendo en una ronda de licitación este año. Eso quiere decir que Pemex tendrá que competir con los operadores rivales por primera vez desde su creación en 1938 después de que las compañías petroleras internacionales fueran expulsadas y sus bienes expropiados.
Pero las primeras alianzas de Pemex con compañías privadas iniciarán el próximo mes. Ya están "migrando" los primeros 11 de sus 22 contratos de servicios hacia los contratos de nuevo estilo – con incentivos fiscales para impulsar la producción, dijo Hernández, lo cual en algunos casos implica la llegada de nuevos operadores.
Pemex ha negociado la transferencia de los 11 contratos – una compañía petrolera latinoamericana y un fondo de capital privado le han dicho al FT que han llegado a acuerdos, pero prefirieron quedarse en el anonimato – pero Hernández dijo que la Secretaría de Hacienda todavía tenía que concluir los términos fiscales de cada contrato.
Pemex también está buscando socios para 14 campos que conserva en su cartera – una práctica conocida como "farm-outs" (asociaciones estratégicas con terceros). Esas asociaciones serán aprobadas en conjunto con las rondas de licitación de este año y Hernández dijo que la caída de los precios del petróleo no era lo que había motivado a la compañía a aumentar sus planes de los "farm-outs" porque "si presentamos más campos, no vamos a cumplir el calendario".
Los socios en estas asociaciones serán elegidos por el regulador, la Comisión Nacional de Hidrocarburos, después de las observaciones hechas por Pemex.
Por su parte, la compañía está tratando de capear el entorno de bajos precios mediante un intento por obtener de sus contratistas la misma reducción de costos del 15 al 30 por ciento de las tasas diarias que las compañías petroleras internacionales están obteniendo de los de ellas, dijo Hernández.
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