Imagínate la escena. Tu coche se está conduciendo a través de tráfico pesado en la autopista, mientras que tú estás sentado leyéndote un libro.
De repente, una alarma comienza a sonar. Tienes que retomar el control. Miras hacia arriba, sueltas el libro y tomas el volante. Pero, ¿son tus reacciones lo suficientemente rápidas?
Esta cuestión de cómo transferir, de manera segura, el control de un vehículo sin conductor a un conductor humano ha afligido a los desarrolladores de la tecnología durante años.
Y ahora está a punto de ser puesta a prueba en el mundo real. Audi lanzó esta semana su nuevo sedán A8, equipado con lo último en tecnología de vehículos autónomos.
El automóvil será capaz de tomar el control en situaciones de tráfico lento en autopistas, pero le devolverá el control al conductor una vez que el tráfico se acelere o se despeje.
Es este momento — el de devolverle el control al humano — el que causa mayor preocupación dentro de la industria.
El profesor Neville Stanton de la Universidad de Southampton — quien ha estado realizando investigaciones en este campo durante 25 años — comentó que se necesita "fácilmente medio minuto" para que un conductor enfocado recupere el control del vehículo después de concentrarse en otra actividad, como leer un libro o ver televisión, durante tan sólo 10 minutos.
"Si tú eres un piloto que está retomando el control de un avión del piloto automático, tienes un buen tiempo antes de chocar con el océano. Pero un vehículo motorizado en un tráfico pesado tiene tan sólo unos segundos para responder", agregó Stanton.
Los niveles de autonomía en los automóviles se clasifican en una escala de cero a cinco, donde cero representa que no tiene capacidad de autoconducción y cinco que puede lidiar con todas las carreteras en cualquier tipo de clima.
Numerosos coches en las carreteras ya tienen un nivel uno, tal como el control de velocidad o las alertas de cambio involuntario de carril.
Actualmente los fabricantes de automóviles como Mercedes y Tesla ya tienen los llamados sistemas de nivel dos circulando en las calles.
Estos sistemas permiten que el coche conduzca por sí solo en las autopistas, pero el conductor siempre debe estar pendiente de la carretera, listo para retomar el control sin previo aviso.
El sistema de nivel tres de Audi va más allá.
"El conductor puede relajarse", declara Audi. Los conductores "pueden retirar las manos del volante permanentemente y, dependiendo de las leyes nacionales, concentrarse en una actividad diferente", como ver un televisor en el coche.
"Ellos simplemente deben ser capaces de hacerse nuevamente responsables cuando el sistema así lo pida".
Algunos fabricantes de automóviles consideran esto inseguro, y han indicado que se concentrarán en coches sin conductor que no requieren la interacción humana. Volvo, por ejemplo, se está 'saltando' el nivel tres.
El sistema de nivel tres significa que el conductor "no necesita monitorear el automóvil, pero sigue siendo responsable si algo ocurre y puede que necesite retomar el control en una fracción de segundo", comentó Jan Ivarsson, el jefe de seguridad de Volvo Cars.
"Queremos definir una responsabilidad clara para el conductor y asegurar que el conductor sea capaz de asumir esa responsabilidad", agregó Ivarsson. "No es obvio cómo lograr esto en el caso de un sistema de nivel tres".
Ford ha adoptado una postura similar, y está trabajando en el desarrollo de taxis totalmente autónomos que no tengan volantes para 2021, mientras que Jaguar Land Rover también ha prometido que sólo lanzará sistemas autónomos cuando estén completamente listos.
Waymo, la unidad de automóviles sin conductor de la empresa matriz de Google, Alphabet, también está en busca de la autonomía total.
Los coches totalmente autónomos salvarán vidas con la eliminación del error humano que conduce a más del 90 por ciento de los accidentes de tráfico.
Pero los defensores de automóviles parcialmente autoconducidos dicen que salvan vidas, incluso en su estado actual.
Elon Musk de Tesla ha insistido en que el sistema de piloto automático de la compañía, nombrado 'Autopilot', el cual fue limitado después de un accidente mortal el año pasado, era más seguro en promedio que los conductores humanos.
Audi también insiste en que su sistema es completamente seguro.
Funcionará a bajas velocidades, por debajo de los 60 km/h, y sólo permanecerá activo si los sensores del coche pueden detectar marcas de carriles y barandas que dividan una autopista.
Una vez que el vehículo alcance los 60 km/h, el tráfico se disperse o pierda de vista las marcas, el sistema alertará al conductor de que debe estar listo para tomar el control, dándole al menos 10 segundos para retomarlo.
"Según nuestras pruebas, esto es más que suficiente tiempo a velocidades de hasta 60 km/h", aseguró un portavoz en materia de seguridad de Audi. Si esto no sucede, el coche desacelera y enciende sus luces de emergencia.
El coche también entregará el control en otras circunstancias, como durante un mal tiempo que afecte la visibilidad, o si los sensores del coche detectan un peatón en cualquier parte de la carretera.
Además, una cámara interna observará al conductor para evitar que se duerma.
Un sistema similar de monitoreo de conductores se utilizará en la marca de lujo Cadillac de General Motors en su tecnología 'Super Cruise', la cual se lanzará el próximo año.
El lanzamiento de la tecnología ha sido postergado debido a que la compañía continúa trabajando para asegurarse de que su sistema de monitoreo de conductores sea totalmente eficaz.
Financial Times