Waymo, propiedad de Google, mostró esta semana su primera "interfaz de usuario" para automóviles autónomos, una tecnología diseñada para tranquilizar a los pasajeros que han cedido el control a los caprichos de un robot.
Ya que los coches sin conductor están a punto de volverse realidad, las compañías que los construyen se están dedicando a un nuevo problema: cómo superar el miedo y la ansiedad que sienten los humanos cuando viajan en ellos.
Las encuestas han revelado una amplia gama de actitudes al respecto. Algunas personas responden con "escepticismo y temor" con respecto a la tecnología, afirmó Dmitri Dolgov, vicepresidente de ingeniería de Waymo.
Por lo general, un viaje en un coche autónomo es suficiente para convencer a la mayoría de las personas de que están a salvo, dijo. Pero aún sigue sin resolver la cuestión de cómo convencerlos para que se suban al vehículo en primer lugar, o proporcionar una explicación de por qué los automóviles se comportan de cierta manera.
"Tener la sensación de control es fundamental", dijo Juliet Rothenberg, directora de experiencia de usuario en Waymo.
Otras compañías que están experimentando con la tecnología también han intentado darles a los pasajeros una idea de por qué los autos responden de ciertas maneras. Uber, que comenzó las pruebas de sus autos (con conductores de prueba) en Pittsburgh el año pasado, tiene una tableta mirando hacia los asientos traseros que muestra una visualización de lo que el automóvil "está viendo" con sus sensores.
Waymo, que comenzó como un proyecto de automóvil autónomo de Google y ahora es una compañía hermana bajo el paraguas de Alphabet, ha ido más allá al darles a los pasajeros controles simples para desactivar el automóvil.
En su último vehículo de prueba, los pasajeros pueden presionar los botones para iniciar el viaje, detenerse, orillarse en la carretera y cerrar y abrir las puertas. Un botón con la etiqueta "ayuda" abre una línea telefónica a un centro de control Waymo donde los operadores humanos están listos para proporcionar información o tranquilidad.
Una pantalla para el pasajero también convierte los datos que llegan a través de los sensores en una representación simplificada de los objetos principales que se encuentran delante y alrededor del automóvil, como peatones, ciclistas y otros vehículos. Junto con información que incluye la velocidad y la ubicación, la pantalla proporciona una serie de mensajes como "cediendo el paso a los peatones" y "buscando un lugar para parar".
La atención se ha centrado en los aspectos humanos de los automóviles sin conductor ya que varias compañías en la industria pronostican que tendrán coches sin conductor en circulación dentro de tres o cuatro años.
Waymo se ha fijado una fecha objetivo de 2020, al menos para operar en rutas limitadas y bien mapeadas y en condiciones climáticas favorables. Pero comentarios recientes de los ejecutivos sugieren que confían en que pueden adelantarse a esa fecha.
Financial Times