La presidenta de la Reserva Federal (Fed) declaró ante el Congreso el miércoles — de una manera que sugiere que un aumento a corto plazo en las tasas de interés se ha vuelto menos probable — que, si la turbulencia del mercado financiero mundial persiste, ésta pudiera retrasar el crecimiento de EU y la contratación corporativa.
Janet Yellen señaló los riesgos para EU por parte de China, y aseguró que las condiciones financieras se han vuelto "menos favorable" para el crecimiento de EU, citando la reciente caída en los precios de las acciones; los costos de crédito más elevados para los prestatarios de mayor riesgo; y la subida del dólar, la cual ha afectado enormemente a los exportadores.
Sin embargo, Yellen se mantuvo firme en cuanto a su actual política de indicar aumentos "graduales" en las tasas de interés, argumentando que la continua contratación y aumento de los salarios debieran apoyar la economía mientras que las políticas monetarias estimuladoras del extranjero debieran apoyar el crecimiento mundial. Ella no discutió explícitamente lo que pudiera suceder durante la próxima reunión de la Fed del 15 y 16 de marzo.
La prudente evaluación de la presidenta mostró un marcado contraste con el tono optimista de su última declaración pública en diciembre, en cuya ocasión elogió la decisión de la Fed de elevar las tasas de corto plazo por un cuarto de punto como signo de los progresos de la economía estadounidense desde la 'Gran Recesión'.
Desde entonces, los mercados financieros han tenido una tórrida apertura en 2016, impulsada por el desplome de los precios de las materias primas; por los temores sobre el crecimiento de China y sobre su volátil política de tasas de cambio; y por las preocupaciones acerca de la capacidad de los bancos centrales para continuar apuntalando el crecimiento. Los acontecimientos han dado lugar a una mayor discusión entre los economistas sobre los riesgos de una recesión en EU, y han provocado críticas de la decisión de la Fed en diciembre de ajustar la política.
Los colegas de Yellen han sugerido abiertamente que un cambio en marzo pudiera volverse menos probable. Bill Dudley, el jefe de la Fed de Nueva York, dijo el mes pasado que, si las condiciones más severas en los mercados financieros estuvieran todavía presentes para el momento de la reunión de marzo, la Fed tendría que tomarlas en cuenta.
Los mercados permanecieron mayormente indiferentes a la declaración de Yellen el miércoles por la mañana, con el dólar mostrando pocos cambios frente al euro y con los futuros de acciones recortando las ganancias.
El crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) se desaceleró en EU durante el cuarto trimestre, pero los últimos datos de empleo ofrecieron poca evidencia de que la economía se encontraba tambaleante, con una tasa de desempleo por debajo del cinco por ciento y con más trabajadores sintiéndose lo suficientemente seguros como para dejar voluntariamente sus empleos. Las principales preocupaciones han surgido de los acontecimientos internacionales y del mercado, incluyendo el aumento del 20 por ciento del dólar, el cual ha afectado grandemente a las exportaciones.
En su testimonio, Yellen señaló a China como un factor de riesgo central. Los recientes indicadores no sugieren una fuerte desaceleración en el crecimiento de China, pero los descensos en el valor de la moneda del país han "intensificado la incertidumbre acerca de la política de tasas de cambio de China y acerca de las perspectivas de su economía", dijo Yellen.
Dada la magnitud del pesimismo mundial, los economistas han estado preguntándose si sería posible que la Fed tuviera que recortar las tasas a territorio negativo.
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Financial Times