Food and Drink

Micheladas ¿aberración culinaria o manjar de los dioses?

Con pepino, camarón, nogada y hasta con fruta. Porque nunca nada es suficiente.

Especial

La opinión acerca si la cerveza siquiera debe llevar limón está abismalmente dividida. Para algunos es una infamia, para otros, cada combinación resulta en un deleite. Te contamos cuáles son las micheladas más extrañas.

Cuando creemos que el mexicano no puede ser más creativo, llega una nueva michelada a darnos un golpe de realidad. Ingredientes le faltan a los creadores de estas bebidas cuando se trata de traer una más al mundo.

Pero como para todos los gustos hay, te traemos aquellas que puedes amar o de plano odiar. La escala de indignación puede medirse por la ‘incompatibilidad de los ingredientes’.

Michelada de arrachera

Parece que para algunos la chela fría no es primera opción. Y por muy descabellado que suene, esta preparación es más común de lo que te imaginas. En las ferias grandes como la de El Caballo en Texcoco, Estado de México, pareciera ser bebida endémica.

Llegas pides tu miche con una carnita asada y listo. Puedes elegir entre cortes, porque ahí no se escatima en opciones. Una vez que la carne llega al término que desea el comensal, se coloca la pieza encima (o dentro) del vaso para que el trago de chela se de simultáneo a la mordida.

Michelada de chile en nogada

Esta combinación sí que enloqueció a los internautas. Hace un par de días el tiktoker @dasflink compartió su experiencia en un pequeño establecimiento que, dada la proximidad con las fiestas patrias, se atrevió a experimentar con las miches y el chile en nogada.

No hay gran ciencia en esta apuesta ‘culinaria’, pero sí mucha audacia. En el video se aprecia el peculiar escarchado de salsa blanca nogada con granada y el toque final: chile capeado sumergido en la cheve.

Michelada de camarón

Esta preparación seguro las encuentras en la mayor parte de las marisquerías del país y te las preparan a tu antojo.

Es decir, además de su clásico camaroncito en el borde del vaso, también puedes añadir ostiones, pulpo, callo de hacha entre otros mariscos.

Para mantener la efervecencia de la bebida, algunos locatarios suelen agregar un chorrito de agua mineral.

Michelada de piña

Esta bebida no lleva en su mezcla precisamente jugo o trozos de piña. En realidad la fruta será el contenedor.

Para ello se extrae el corazón y pulpa de la piña para dejarla hueca. Una vez que se ha logrado la cuenca, se vierten las salsitas, y la cerveza al gusto (clara u oscura), ¡y a beber!

Si tardas mucho en beberla probablemente adquiera las notas ácidas propias de la fruta tropical.

También hay las miches con toppings de fruta y escarchado de polvos aciditos, muy parecidos a los ‘Dragoncitos’.

Michelas de botanitas

Aquí se matan dos pájaros de un tiro. Los cacahuates, papitas, palomitas de queso, churritos y hasta nachos se colocan en la ‘copa’ del vaso.

El plus es la combinación de frituras enchiladas, ya que va muy ad hoc con las salsas y otros aderezos que se le agreguen a la miche. Y para muestra, un sorbito.

Licuamicheladas

El boom de las licuachelas tomo fuerza en algunos establecimientos de la CDMX este 2021.

Los vasos de licuadora ahora entran en lo más top de combinaciones de miches. El escarchado con chamoy, ajonjolí, tajín o chilito del que sí pica, es la antesala del antojo.

La michelada va al gusto y con los toppings que más se le antoje al cliente: gomitas azucaradas o picantes, dulces aciditos como picafresas o Pelón Pelo Rico y hasta Escuincles.

Nos gusten o no las micheladas parece que ya forman parte del patrimonio culinario de México.


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