Hay un dicho sobre el pulque que circula en las pulquerías, expendios, tinacales y en cualquier lugar donde abunda esta bebida: “Solo le falta un grado para ser carne”, dicen las personas con un vaso en la mano.
Se trata de una bebida alcohólica que se obtiene a partir de la fermentación de la savia, aguamiel, extraída del maguey, tiene entre 7 y 15 grados de alcohol.
En la época prehispánica su uso era ritual, se ofrendaba a las deidades y era consumida por sacerdotes, ancianos y gente del pueblo en algunas festividades, “siempre en cantidades menores que las actuales pues el estado de embriaguez era duramente sancionado”, explica la Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana.
Con el tiempo, después de la llegada de los españoles, se fueron adicionando ingredientes a la bebida, como el azúcar, con ello adquirió otras posibilidades en los sabores de pulques curados.
De ahí que algunas personas que padecen enfermedades como la diabetes prefieren omitir los curados y optan por el pulque blanco o natural que no tiene aditivos como azúcar y leche condensada.
Tradicionalmente se le han atribuido propiedades medicinales, por ello surge la frase que la compara con el valor nutricional de la carne.
Para amamantar
En algunas comunidades es una costumbre que las mujeres beban pulque para incrementar su leche materna y mejorar su calidad.
“En el valle del Mezquital, Hidalgo, las madres suelen destetar a sus hijos mojando su dedo meñique en tal bebida y dándoselo a chupar para acostumbrarlos”, detalla la Biblioteca Digital.
Complemento alimenticio
Más allá de las costumbres, el acervo de la UNAM explica que, si se bebe con moderación, “constituye un complemento alimenticio debido a su contenido de proteínas y vitaminas del Complejo B”.
Es decir, si los niños lo toman tres veces al día tendrían un aporte aproximado del 2.2 al 12.4 por ciento de calorías y del 0.6 al 3.2 por ciento de proteínas requeridas en la dieta cotidiana.
También se le utiliza para combatir la anemia, pero no sería propiamente un sustituto de la carne porque ésta tiene vitamina B12, es rica en zinc y aporta hierro.
Trastornos gastrointestinales
La Biblioteca Digital también explica que al pulque se le relaciona con el tratamiento de trastornos gastrointestinales, pérdida del apetito, debilidad y ciertos padecimientos renales.
En el artículo Potencial probiótico de bacterias aisladas del pulque, investigadores de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo explican que en esta bebida es posible aislar cepas de microorganismos con potencial probiótico.
Los probióticos son organismos vivos pueden proporcionar un beneficio a quien los consume y combatir problemas gastrointestinales.
Además, en el artículo Análisis de la capacidad antioxidante del pulque, los investigadores Román Sánchez, Priscila Guerra, Diana Guerra y Benito Reyes explican que además de los diferentes complejos nutricionales en esa bebida (vitaminas, aminoácidos esenciales, riboflavina), se le considera un alimento funcional: “posee una importante cantidad de prebióticos como la inulina y probióticos por la carga bacteriana benéfica para la digestión”.
Diurético
Según el doctor Eleuterio González, todas las bebidas acuosas producen abundancia de orina, aunque hay algunas sustancias que producen diuresis, como es el caso del pulque: “La aguamiel es también diurética; pero hecha pulque, aumenta su virtud por el alcohol que la fermentación produce”.
Reduce el insomnio
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural otra de sus propiedades es que reduce el insomnio.
Antioxidante
Román Sánchez, Priscila Guerra, Diana Guerra y Benito Reyes también destacan al pulque como antioxidante:
“Es importante mencionar que los beneficios que aporta el pulque no son sólo reflejo de su capacidad antioxidante, sino también del efecto sinérgico con otros de sus constituyentes como los prebióticos, probióticos y otros metabolitos secundarios presentes en esta bebida tradicional”, escriben.