“El panadero con el pan, el panadero con el pan... tempranito va y lo saca calientito en su canasta pa’ salir con su clientela por las calles principales y también la Ciudadela y después a los portales y el que no sale se queda sin el pan para comer”.
La voz de Tin Tan sigue recorriendo las calles de la Ciudad de México, aunque lo hace en las bocinas de los panaderos que la retoman como himno a la glotonería, en especial cuando hace frío, ya conocen bien los antojos de temporada y algunos de paso llevan su termo con café.
Con el frío viene una necesidad biológica de comer más, lo cual, según la doctora Karen A. Rodríguez Lemus se debe a que el cuerpo busca mantener los niveles normales de temperatura y requiere de más energía, la cual viene de los alimentos.
Cuando la temperatura ambiental baja, el cuerpo utiliza la energía almacenada en forma de grasa para tener un nivel normal de temperatura corporal, en consecuencia requiere volver a llenar esas reservas de energía y por eso llega el hambre.
Hambre, pero de alimentos calóricos
En esas condiciones no viene precisamente un antojo de lechuga y vegetales, sino de alimentos con una alta cantidad de carbohidratos como el pan dulce y el chocolate.
Según la doctora Rodríguez Lemus, esto sucede debido a que son alimentos más calóricos y si se consume pan el cuerpo obtendrá más energía que si come un pepino, por ejemplo: “Entonces con menos que comamos vamos a obtener más energía”
“Entras en calor más rápido con alimentos calientes y calóricos... de ahí le estás ayudando directamente con la temperatura al cuerpo, por pura termodinámica”, comenta la especialista.
La comida se vuelve un factor trascendental en condiciones extremas como una helada, la cual, según la UNAM, “ocurre cuando la temperatura del aire cercano a la superficie del terreno disminuye a 0°C o menos, durante un lapso mayor a ocho horas”.
En una situación así, entre las recomendaciones de la UNAM antes de una helada se recomienda comer frutas y verduras amarillas, ricas en Vitaminas A y C.
Y durante una helada se sugiere comer alimentos con grasas, dulces, chocolates y todo lo que da energía, “a fin de incrementar la capacidad de resistencia al frío”.
Una dulce decisión
En estas decisiones también influye la parte cultural de los alimentos que preferimos, dice la doctora, de ahí que busquemos comida como pan dulce.
Estados como la Ciudad de México han tenido a través de su historia un alto consumo de pan en todas sus formas, cabe recordar que el primer molino de trigo se instaló en Tacubaya al poco tiempo de la llegada de los españoles desde el otro lado del mundo y para 1525 había panaderías.