“Cuando conocí las pulquerías dije ‘de aquí soy’”, dice Patricia Cardoso. Y sí, de ahí fue. Primero llegó a Las Duelistas, una de las más antiguas de la Ciudad de México, probó el pulque, el ambiente, como por obra de la Mayahuel llegó a cada vez más y en el 2011 fundó Pulquipedia, la enciclopedia libre del pulque, un proyecto de difusión.
Antes de que esta aventura pulquera comenzara, ella se dedicaba a dar todo tipo de recorridos turísticos a museos, iglesias y cantinas; después de sumergirse en los jarros de esta bebida, también sumo a las pulquerías como destino, llevaba a turistas, amigos, “a todo el que se dejara”.
“Me empecé a involucrar tanto en esto del pulque que dejé muchas cosas, ya nada más me la pasaba en pulquerías y empecé a hacer tours específicos de pulquerías en el 2007″, cuenta en entrevista.
Por esos años Facebook aún competía con otras plataformas como Hi5, todo se organizaba por esa red social y por correos electrónicos, pero el 8 de diciembre de 2011 Pulquipedia comenzó formalmente como una página para promover la tradición de esta bebida.
“Aquí todo lo que tenga que ver con el pulque es bienvenido y bienbebido”, es su grito de guerra y bajo ese lema durante estos 10 años ha organizado eventos, talleres y recorridos para que las personas visiten pulquerías tradicionales, nuevos espacios, pueblos, tinacales, ferias, festivales, restaurantes, lugares no convencionales, cualquier lugar donde se beba.
Las mujeres del pulque
Un día, en el 2007, Patricia llevó a un grupo de personas a La Rosita, un lugar de más de 100 años de tradición, una de ellas no quería entrar, pues estaba convencida de que las pulquerías no eran para mujeres, sino lugares peligrosos y sucios, según le habían dicho.
“En ese tiempo la gente no quería ir mucho a pulquerías”, comenta. Era muy diferente, pues, además, el consumo era más local, no eran sitios tan frecuentados por jóvenes como ahora.
Pulquipedia es una página que a través de su historia solo ha sido administrada por mujeres, Patricia y su hermana Rocío, lo cual a veces desconcierta a algunas personas: cuando llega un mensaje suelen escribirle como si se dirigieran a un hombre, “¿qué hace una mujer manejando una página de pulque? El pulque es de hombres”, le han dicho.
“Ha sido un reto convencer a la gente que hay muchas mujeres involucradas en este mundo y muy buenas”.
Patricia explica que aún existen muchos mitos al respecto, incluso en algunos tinacales le han dicho que no pueden entrar mujeres porque si están menstruando se “corta” el pulque, pues se cree que Mayahuel, deidad del pulque, se pone celosa de otra mujer.
“Hay muchas cosas te cuentan y sí hay mucho prejuicio... Yo muchas pulquerías las he conocido sola, no siempre voy acompañada. Ahorita ya es más fácil que entren mujeres a pulquerías, pero hace 10 o 14 años era muy raro que una mujer sola entrara a la pulquería y yo lo hacía, nunca me faltaron al respeto, pero sí llamaba mucho la atención”.
Los retos del pulque: cerveza y adulteraciones
Actualmente las pulquerías son lugares que han despertado el interés de más personas. A su parecer, un aspecto clave en el llamado boom del pulque fueron precisamente las redes sociales, pues por ese medio llegaron a más gente joven y, así, a su nuevo auge.
Abrieron sus propias páginas y comenzaron a mostrar más apertura y a difundir sus espacios.
Aunque cada vez más gente quiere ir a pulquerías, en ocasiones buscan ir a beber cerveza, expone Patricia, además, persiste información errónea y negativa de la bebida, por ejemplo el mito de la “muñeca”, excremento con el cual se inventó que se usa para prepararla.
Aunado a ello, también se está vendiendo mucho pulque sintético en la Ciudad de México, agrega, se trata pulque de mala calidad, al que le agregan otros elementos como alcohol para hacerlo pasar por pulque.
10 años de ‘vámonos a los pulques’
Este recorrido etílico de una década no ha sido solo a pie, han viajado en bicicleta, microbús y trajineras, a cualquier espacio que involucre todo el conocimiento y tradición que se genera en torno a esta bebida.
¡Suben! Microbuses y trajineras pulqueras
Los legendarios microbuses pulqueros son una experiencia diferente a bordo de este transporte público, es conducido por Sergio, un microbusero con experiencia, quien pone sus mejores rolitas para armar la fiesta con pulque a bordo y con destino a diferentes pulquerías de la metrópoli.
“Yo espero que quienes han ido se acuerden toda su vida porque no es algo común”, apunta Patricia.
Antes habían hecho este tipo de recorridos en camionetas, pero no era lo mismo que esta auténtica nave chilanga.
Ya en las paradas de la ruta, las pulquerías los reciben con marimba, cartulinas, todo tipo de música y comida.
Como la metrópoli también es lacustre, este rastro pulquero también ha pasado por el centro de Xochimilco y viajes en trajinera hasta la Isla de las Muñecas.
Tinacales y talleres de curados
El viaje del pulque comienza en los tinacales, por ello han visitado haciendas, tlachiqueros, incluso “Burrolandia”, el santuario de los burros en Otumba, que es zona pulquera, tiene un tinacal y dos burritos famosos que fueron nombrados Aguamiel y Pulque.
También se han realizado de forma constante los talleres de curados, sin licuadora y con técnica artesanal de “manteado” (colado con manta). En diciembre, por ejemplo, enseña a hacer los de temporada son de nochebuena, ponche, lima, crema de lima, tejocote.
El pulque hasta en la cocina de la casa de Cañitas
Otro los lugares populares es la “casa embrujada” de Cañitas, del escritor Carlos Trejo, quien hizo un libro sobre los supuestos eventos paranormales que ahí se vivieron.
Una combinación poco usual: pulque, recorrido por la residencia fantasmal, fiesta y charla con el caza fantasmas. Este año Pulquipedia cumple tres años de llevar a gente a estas experiencias en Cañitas.
¿Cuál será la siguiente parada? Cualquier lugar donde sirvan un buen jarro, porque los pulqueros son de carrera larga.