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Las palomitas: así nació esta botana de maíz que conquistó el mundo

Hoy se celebra el Día de las Palomitas de Maíz, una botana que nació en el territorio mexicano, te contamos el origen de esta preparación que se coló a los cines de todo el mundo.

Las palomitas son una de las formas más antiguas de consumir maíz. (Foto: Shutterstock)

Cada grano de maíz revienta al calor con un “¡pop!” que lo hace volar, se transforman en figuritas blancas que aquí se conocen como palomitas. Esta botana de origen mexicano ha conquistado los paladares alrededor del mundo, ahora las salas de cine son inimaginables sin su presencia, ya se preparaban en comales calientes hace más de 500 años.

Su popularidad es tal que cada 19 de enero se celebra el Día de las Palomitas de Maíz en Estados Unidos, impulsado por la Asociación Americana de Palomitas, pues en aquel país no solo están presentes en la industria del cine, al igual que el guacamole, su sabor también es trascendental en deportes como el Super Bowl.

Alrededor del mundo tiene todo tipo de nombres: pochoclo (Argentina), pipoca Brasil y Bolivia, cabritas (Chile) crispetas (Colombia), canguil (Ecuador), pop corn (Estados Unidos), poporopo (Guatemala), pororó (Paraguay), canchita (Perú), rosetas de maíz (Puerto Rico), cocaleca o rositas de maíz (República Dominicana), pop (Uruguay) o cotufas (Venezuela).

¿Cómo eran las antiguas palomitas?

En Historia general de las cosas de Nueva España, obra documentada por fray Bernardino de Sahagún entre los años de 1540 y 1585, se describen unos “granos de maíz tostado hasta que se abren en apariencia de flor”, eran conocidos como momochtli o momochitl.

De acuerdo con Bernardino de Sahagún, estos se usaban en diversas celebraciones religiosas, por ejemplo en las fiestas en honor a Tezcatlipoca, las mujeres las colocaban como adorno en sus cabezas:

“Danzaban las mujeres doncellas afeitadas y emplumadas de pluma colorada todos los brazos y todas las piernas, y llevaban en las cabezas puestos unos capillejos, compuestos en lugar de flores, con maíz tostado que ellos llaman momóchitl, que cada grano es como una flor blanquísima”.

El misionero también las describe en las fiestas a Opochtli, deidad de los pescadores, donde colocaban momóchitl: “una manera de maíz que cuando se tuesta revienta y descubre el meollo, y se hace como una flor muy blanca, decían que estos eran granizos, los cuales son atribuidos a los dioses del agua”.

De aquella época también queda una adivinanza donde las menciona por su similitud con las estrellas: “Que cosa y cosa es una jícara azul, sembrada de maíces tostados que se llaman momóchtli. Es el cielo, que está sembrado de estrellas.”

Además de su uso ritual, el Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana explica que en la época prehispánica se colocaban los granos de maíz palomero en un comal, después de reventarlos a veces se endulzaban con miel de maguey, en algunas comunidades mexicanas aún se prepara un dulce parecido.

El maíz palomero es de origen mexicano, se ha documentado la existencia de más de 60 razas y miles de variedades, esta en particular es color amarillo intenso y revienta al calor.

De acuerdo con un artículo de Fundación Tortilla, a su vez hay siete razas de maíz palomero y se considera que las palomitas fueron una de las primeras formas de consumir maíz, incluso antes que los tamales, tortillas, tostadas y demás platillos.

Puxinú, una antigua preparación de palomitas

En Chiapas aún se prepara un dulce similar a las preparaciones prehispánicas con palomitas, se llama puxinú y se hace con maíz tostado y reventado, mezclado con miel de piloncillo y de forma cuadrada, tradicional de Tuxtla Gutiérrez y Chiapa de Corzo.

De acuerdo con Fundación Tortilla, es un dulce muy querido que se consume en especial en la Fiesta de San Sebastián (20 de enero), se encuentra en mercados, en puestos de dulces tradicionales o de la mano de vendedoras con canastas que transitan las calles.

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