En la Ciudad de México hay algunas calles que siempre huelen a café, impregnadas por las tostadoras y molinos de los expendios que surten esa dosis diaria de cafeína en bolsas que aromatizan todo el trayecto de los chilangos desmañanados.
A principios del siglo XVIII, el café era un producto de importación en el territorio conocido como América y, de acuerdo con el cronista Salvador Novo, a finales de ese siglo abrió el primer café en la calle Tacuba, donde ofrecían a los transeúntes tomar café “a estilo de Francia” (endulzado y con leche).
Pronto comenzó a ser un hábito casero, en la metrópoli sobreviven expendios de café de la década de los 30.
Café Equis
Aquí habita el café desde hace cerca de 90 años, este lugar se describe como el expendio más antiguo de la Ciudad de México.
Desde que se atraviesa su entrada es un paseo al pasado de la metrópoli a través de los sentidos, del aroma y sabor que emanan los anaqueles de madera y vitrinas donde se exhiben los granos.
La calle de Roldán, en el Centro Histórico, ha visto pasar miles y miles bolsas con café destinadas a espantar el sueño cada mañana, desde 1930, cuando el establecimiento fue inaugurado por Gaspar González Fernández, quien llegó de España en esa época.
Se denomina “La casa del café” y ofrece sus selecciones gourmet mexicanas a restaurantes, hoteles de la ciudad y a todo aquel paladar que lo reconocen por su gran tradición.
Tienen tostador y molino, variedad por kilo, venden Huatusco, Córdoba, Coatepec, Caracol, Márago, solubles y más.
Si vas de paso, también puedes pedir una bebida para acompañar tu camino, opciones calientes al momento, con la mezcla de la casa, americano, con leche, expreso, mokachino, capuchino y con sabores.
¿Dónde? Calle de Roldán 16, Centro Histórico, Cuauhtémoc, Ciudad de México.
Café Moka
Para seguir en este viaje por la década de los 30, en Santa María la Ribera está Café Moka, un negocio familiar fundado por Avelino Ovidio Rodríguez Fonseca.
“El mejor café de Santa María la Ribera desde 1930″, anuncia un letrero en su entrada y todo ahí nos invita al pasado, desde sus sabores y fotografías antiguas en sus paredes, hasta sus muebles, vitrinas con cafeteras y molinos antiguos que se conservan de la época.
Es un diminuto establecimiento con un par de bancas y su gran tostadora en la entrada, “De los otros cafés hay muchos, como este, ninguno”, afirman aquí.
Primero estuvieron en un pequeño local en el mercado aledaño, hasta 1937, cuando el negocio se mudó a una casa porfiriana que luego se convirtió en el edificio actual.
El café es producido por la familia de los Rodríguez y proviene de Coatepec, Veracruz, hay caracolillo, planchuela y diferentes tostados (oscuro, mediano o cubano). El dueño es un experto siempre dispuesto a explicarte cuál es el más conveniente para tu método favorito.
¿Dónde? Santa María La Ribera 6, Cuauhtémoc, Ciudad de México.
Café Villarías
En esta esquina del Centro Históricos entre la calle de López y Ayuntamiento el aroma de los granos tostados inunda la Ciudad de México desde 1942, gracias al expendio de Café Villarías.
El lugar fue fundado por la familia Villarías, personas españolas exiliadas en México como consecuencia de la Guerra Civil en su país.
“El Café Villarías es algo más que un expendio de café; se trata de un espacio que refleja en todas sus paredes y esquinas la historia de aquellos hombres que fueron obligados a buscar nuevos horizontes, mismos en los que el tormento de la Guerra Civil permaneció presente y definió, completamente, la vida de esos a los que llamaron rojos”, describen en su página.
Después de vivir en Veracruz un tiempo, se mudaron a la Ciudad de México, dos integrantes de la familia, Leoncio y Juan, comenzaron a trabajar en un expendio que de café llamado Cafemex, entre López y Ayuntamiento. Cuando el dueño decidió traspasar el local, Leoncio (padre) logró comprarlo en 1942.
En el lugar encuentras dos tipos de grano: caracolillo y planchuela de Chiapas, Tapachula, Puebla o Coatepec; así como lotes de Pluma Hidalgo, Márago y Atoyac.
Hay una opción y mezcla que los maestros del café recomiendan en este sitio para cada tipo de preparación: café de olla, cafetera italiana, prensa francesa o filtrocafeteras.
Además, a unos cuantos locales tienen opciones para beber al momento con la mezcla de la casa, selección especial de Chiapas (americano, expreso, capuchino, lechero o latte), fríos, con sabores y postres para acompañar.
Dirección: López 68-A, Colonia Centro, Cuauhtémoc, Ciudad de México.
Café El Cordobés
Muy cerca de Villarías, se ubica El Cordobés, también conocido como El Chavalete, un establecimiento en el Centro Histórico desde 1937.
En un templo al café, hay bebidas calientes, alimentos, insumos, cursos y maquinaría para servicio de cafetería.
Encuentras en grano opciones como caracol, planchuela, mezcla para olla, descafeinado, gourmet, márago, soluble, tipo americano, árabe, exprés, turco y más.
¿Dónde? Ayuntamiento 18, Colonia Centro, Cuauhtémoc, Ciudad de México.
Do Brasil la Balsa
Desde hace poco más de 70 años, Do Brasil la Balsa sirve café en la Ciudad de México, es cafetería y expendio, fue fundada en 1949 y es considerada una de las más antiguas de la capital.
Ahí encuentras granos de las fincas de Coatepec, Veracruz, su café es artesanal, pues utilizan técnicas de siembra naturales y artesanales, sin químicos; su mezcla de la casa es 60 por ciento tostado oscuro y 40 por ciento tostado mediano.
Tienen diferentes tipos de tostados según el gusto: oscuro (de sabor cargado, para paladar fuerte), mediano (ligero y aromático), claro (suave y aromático).
¿Dónde? Tienen tres sucursales:
Doctores: Dr. Rafael Lucio 103, Cuauhtémoc, Ciudad de México.
Narvarte: Dr. José María Vértiz 822, Narvarte Poniente, Benito Juárez, Ciudad de México.
Centro: Calle de Bolívar 45, Centro Histórico, Cuauhtémoc, Ciudad de México.
El Jarocho
En 1953 El Jarocho llegó a las calles de Coyoacán, su historia comenzó en un pequeño local fundado por Gil Romero y Bertha Paredes, donde ofrecían semillas, frutas y granos que traían de Veracruz.
Pronto se dieron cuenta de que faltaban barras de café, pues en ese entonces éste se obtenía con personas que lo cargaban en la espalda en cilindros llenos del producto y lo ofrecían a quienes transitaban las vialidades.
Así que comenzaron a vender café de olla, negro y con leche, posteriormente iniciaron con las primeras cafeteras industriales para hacer expresos, capuchinos y americanos, en esa emblemática esquina de la calle Cuauhtémoc y Allende.
Aunque se ha vuelto tradición recorrer el centro de Coyoacán con un vaso de su café en la mano, destaca su café a granel, en grano o molido, venden por kilo café con azúcar, la mezcla de la casa, descafeinado, cubano, márago, turco y cosecha especial.
¿Dónde? Tienen seis sucursales, aunque la tradicional está en la esquina de Cuauhtémoc e Ignacio Allende 134, Del Carmen, Coyoacán, CDMX.