Antes de ser una preciada pieza para preparar las clásicas alitas Búfalo, esta pieza de pollo no era tan popular alrededor del mundo, su historia se sumerge en salsas picantes, recetas de dos personas que se debaten su creación.
Ambas nos llevan a la década de los 60, a Búfalo, en Nueva York, sede de los Buffalo Bills, famoso equipo de futbol americano.
Antes freír las alas y hacerlas con salsas especiales, lo que se acostumbraba era consumirlas en caldo, o bien, en el libro The Food Chronology, de James Trager, se les menciona en 1880 como parte del menú de una cena en honor a un general de la Guerra Civil que se hizo en el restaurante Delmonico’s de Nueva York, se sirvieron alas de pollo con guisantes.
El estilo Búfalo se hacen con salsas picantes en distintos niveles de picante, se hacen a base de vinagre y cayena, o bien, con mantequilla fundida. Hoy la preparación sobre las alas ha volado a infinitas coberturas, desde BBQ, sabores de mango y todo lo que se pueda mezclar.
¿Quién inventó las alitas Búfalo?
Uno de los lugares que afirma haber inventado el platillo es Anchor Bar, negocio de una familia italoamericana establecido en 1935, un lugar tan legendario que incluso aparece en un capítulo de Los Simpson, en el que se observa a Homero comer alitas.
De acuerdo con su versión oficial, esta botana fue creada un viernes por la noche, en 1964, cuando llegó Dominic Bellissimo (quien en ese entonces atendía la barra), se presentó en el lugar con un grupo de amigos y le pidió a su madre Teressa que les preparara algo para comer.
En la cocina tenían alas de pollo, usualmente se llevaban a la olla para hacer sopa, pero a Teressa se le ocurrió hacerlas fritas y condimentadas con una salsa secreta (picante y con mantequilla) la receta pronto se volvió popular.
Otra versión que se ha difundido sobre Anchor Bar es que las crearon como una solución para aprovecharlas después pedir por error demasiadas alas de pollo.
Sin embargo, una proclamación del ayuntamiento de 1982 acredita a John Young como el primero en combinar las alitas fritas con salsa.
Young era un hombre afroamericano, creció en una granja de Alabama, se movió al norte durante las migraciones. En la década de los 60, tenía varios establecimientos, uno de ellos era John Young’s Wings and Things, en Búfalo.
En ese lugar preparaba alitas enteras aderezadas con su salsa secreta Mumbo, la cual, estaba basada en las combinaciones que se hacían en comunidades afroamericanas, cuentan que su receta era picante y dulce, con tomates y frutas tropicales, atraía a los noctámbulos y a los jugadores de Buffalo Bills.
Sin embargo, a finales de esa década sucedieron varios disturbios raciales y muchos negocios resultaron afectados, Young tuvo que dejar la ciudad mientras sus alitas se volvían populares en todo el mundo.
En entrevista, el maestro Sebastián Amaro, docente de la Universidad del Claustro de Sor Juana, explica que como en todos los orígenes sobre la comida, todo es difícil de rastrear y las historias suelen apelar más a la leyenda.
El especialista destaca que en la década de los 90 este platillo tuvo este boom, “se popularizó como el platillo insigne de la cultura norteamericana del futbol americano”.
¿Cómo llegaron las alitas Búfalo a México?
De acuerdo con el maestro Sebastián Amaro, hay que entender estos intercambios culinarios desde las relaciones comerciales entre los países y sobre todo, por las migraciones de las personas, quienes cuando se van a otros territorios llevan consigo su historial cultural y culinario e influyen en los nuevos escenarios.
De la misma manera en que el guacamole mexicano tuvo gran influencia en los hábitos alimenticios de Estados Unidos, lo mismo sucedió con platillos como las alitas en México.
Ya en la década de los 40, con el regreso a México de miles de “braceros” que habían ido a trabajar a Estados Unidos, aquí comenzaron a popularizarse preparaciones como las hamburguesas.
“No podemos entender estos intercambios cuando no hablamos de bidireccionalidad, las dos culturas asocian y suman partes de estas culturas que les son significantes”, detalla el docente.
Además, explica que, por cercanía, en el norte del país se comparten algunos aspectos con Estados Unidos, entre ellos el gusto por el futbol americano y las alitas vienen servidas con ese deporte, “se dio el coctel perfecto para que también llegara a México y consumir alitas como lo hacemos”.
Cabe destacar que esta popularidad de las alitas en México es reciente, al menos de las últimas dos décadas, Sebastián Amaro explica que antes no eran tan solicitadas por sus características, se consumían más que nada en caldillos o algunas otras preparaciones; en su lugar había otras piezas más solicitadas como las patitas, tradicionales en los puestos de esquites:
“El ala era una pieza de pollo que no se explotaba, muy barata por lo mismo, pero de pronto, con esta nueva revalorización y preparaciones comenzó el boom de las alitas y ahora tienen otro precio y además se colocaron en un mercado”.