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Vino blanco o tinto: ¿Cuál es mejor para cocinar?

Una copita para la cazuela y otra para el cocinero: el vino puede dar un delicioso sabor a tus platillos, aunque también empeorarlo si tomas una mala decisión.

El vino es un ingrediente capaz de dar un delicioso sabor a la comida. (Foto: Shutterstock).

El vino no solo adereza las tardes de quienes aman el relajante sabor de esa ‘copita de vez en cuando’, también es un ingrediente que da un singular sabor a un sinfín de preparaciones, salsas, adobos, repostería y mucho más.

Aunque es popular en platillos de cenas navideñas, su delicia se extiende todo el año en las cazuelas alrededor del mundo. Algunas recetas simplemente piden agregar ‘vino para cocinar’ sin especificar de cuál se trata, aunque esta decisión definirá el sabor final de la comida.

¿Qué vino usar para cocinar?

Un error común es añadir un vino de muy baja gama a la comida, lo cual puede tener efectos contrarios: empeorar en lugar de mejorar el plato.

Tampoco se trata de agregar uno muy costoso, pues en el mercado es posible encontrar buenas opciones a precios razonables con las que incluso puedes echarte una copita, pues la regla que repiten los expertos es usar uno que beberías.

Asimismo, hay que recordar usar la cantidad adecuada, si abusas de este ingrediente no dejarás resaltar el resto, además, es necesario dejar el tiempo suficiente en fuego bajo para su evaporación.

¿Vino o tinto para cocinar?

En realidad ambos: tinto y blanco son buenas opciones para guisar, la elección depende del platillo que preparas, también podrían ser una buena decisión añadir rosados y espumosos.


En la cocina la experimentación es un ingrediente más, solo hay que encontrar cuál va mejor, así, no hay reglas generales, lo ideal es probar cuál te funciona mejor.

Tintos

Los tintos son los más comunes en los guisados, son versátiles y ayudan a dar densidad y color a las salsas, en especial las que llevan carne.

Puedes usar del varios tipos como Merlot, Pinot Noir, Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Syrah o Monastrell.

Un tinto joven no solo es una buena idea para platos con carne, es posible dar un sabor especial a pescados y mariscos; los afrutados irán bien con pollo, pavo y conejo; en especial para arroz y pasta, los especialistas sugieren Cabernet Sauvignon.

Si cocinas carnes rojas cuanto más cuerpo tenga el vino mejor, por ello es recomendable un tinto de crianza como Syrah, Cabernet Sauvignon o Merlot.

Agregar vino también es un buen truco cuando la carne está seca, para ese caso se sugiere uno tinto dulce.

Blancos

Un vino blanco se caracteriza por aportar un toque de acidez a ciertos platillos, es recurrido en guisados que llevan pastas, pescados, mariscos o cremas.

Algunas opciones son Chardonnay o Sauvignon Blanc, si buscas un toque dulce podrías usar Moscatel; en las pastas y carnes ligeras incluso puedes probar con rosados y espumosos.

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