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¿De qué están hechos los camarones de la sopa instantánea?

Son casi tan pequeños como un chícharo, te contamos si realmente son camarones los que encuentras en tu sopa instantánea.

La sopa instantánea se popularizó en México en la década de los 80, con sabores como camarón y pollo. (Foto: Shutterstock).

Entre el vasito de sopa instantánea se asoman chícharos, zanahoria y uno que otro diminuto marisco (o eso parece), codiciados u odiados por los apresurados que se echan esta botana veloz que está lista en tres minutos, pero ¿de dónde vienen esos camarones casi tan pequeños como un chícharo?

Esta sopa fue creada en 1958, originalmente de pollo, cuando el taiwanés-japonés Momofuku Ando (fundador de Nissin Foods) inventó los fideos instantáneos, los llamó Chicken Ramen (ramen de pollo) y se conocieron en Japón como “magic ramen”: la pasta se secaba, empacaban y posteriormente se volvían a hidratar en sólo unos minutos con agua caliente.

El camarón llegó tiempo después, con la diversidad de sabores y marcas alrededor del mundo. Las sopas instantáneas se volvieron populares en México a finales de los 80, hay quienes las conocieron primero en la frontera con Estados Unidos, donde las preparaban con salchichas, jamón y se comían con galletas saladas; en recetas más recientes se les ha agregado todo tipo de ingredientes como aguacate, cebolla, birria o esquites.

De acuerdo con la Revista del Consumidor, las sopas instantáneas lograron la preferencia del público por su practicidad y facilidad para almacenar, sin embargo, no tienen valor nutritivo, contienen exceso de sodio y además incorporan glutamato monosódico, un aditivo común en alimentos procesados que tiene como función hacer que la lengua resulte más receptiva a los condimentos.


Según algunas investigaciones, el glutamato monosódico está asociado a malestares como dolor de cabeza, sofocación, taquicardia, debilidad y dolor de pecho.

No toda ‘Maruchan’ de camarón lleva camarón

Hay muchas presentaciones, una de las más populares es la de camarón, a veces con habanero, limón o chile piquín entre sus ingredientes. En principio, hay que distinguir que hay dos tipos: “con camarón” y “sabor a camarón”.

Cuando te encuentres con un empaque que dice “sabor a...”, esto significa que no tiene ese ingrediente, sino solo saborizante.

Por ejemplo, en 2020 El Poder del Consumidor hizo una radiografía de una Maruchan sabor a camarón, entre sus ingredientes se describía pasta de harina de trigo y un sazonador con muchos componentes como sal, glutamato monosódico, especias (pimienta roja, semilla de apio), vegetales deshidratados (zanahorita, ajo, cebolla, cebollín), azúcar, extracto de levadura, salsa de soya deshidratada, así como saborizantes naturales de langosta y camarón, pero no camarones reales.

“El producto está compuesto por 39 ingredientes en total, entre ellos, glutamato monosódico, TBHQ y dióxido de silicio... El producto es prácticamente harina de trigo refinada, grasa, sal y aditivos: la combinación perfecta para generar altos grados de adicción”, describe la publicación.

Asimismo, menciona que la combinación de potenciadores de sabor generan químicamente el sabor umami, “intensamente placentero, implicando un desplazo del consumo de alimentos naturales, debido a que estos difícilmente podrán competir con sabores tan intensos”

Por su parte, cuando hablamos de una Maruchan “con camarón”, la etiqueta describe que está elaborada más o menos con los mismos componentes y “camarones deshidratados”, incluso tiene la advertencia “contiene crustáceos”.

¿Qué son los camarones de la Maruchan?

Los camarones no siempre se consumen frescos, en México, en las tiendas de chiles y especias se venden secos (brevemente cocidos, salados y secados bajo el sol), usuales en preparaciones de cuaresma, Semana Santa y Navidad, en tortitas de camarón, también en pipianes, tamales, arroz y hasta en el caldo o consomé, son de un sabor potente.

Sin embargo, los camarones secos son de tamaño normal y poco se parecen a los diminutos de la Maruchan, los cuales pasan por un proceso industrial de deshidratación para que puedan conservarse por mucho tiempo, involucra agregar una gran cantidad de sodio después de secarse, lo mismo sucede con la verdura que nada entre la sopa, con ello su valor nutricional se esfuma: al final son en esencia sal y azúcar.

En la Revista del Consumidor además se agrega que la cantidad de vegetales que contienen varias de las sopas comerciales más populares es mínima, (4g-5 g/100g), también advierte que tienen altas cantidades de sodio, indicador de comida poco saludable.

En la etiqueta en inglés de la Maruchan con camarón se les describe como “freeze dried shrimp”, es decir, camarones liofilizados, los cuales en Estados Unidos se venden en tiendas como Lehmans, aunque en tamaño normal, en su sitio explican que estos tienen una vida útil de más de 25 años sin refrigeración, duran más que los alimentos deshidratados y enlatados tradicionales.

La liofilización es proceso de deshidratación y conservación de alimentos utilizado en la industria alimentaria, también conocido como deshidrocongelación o criodesecación. Consiste en separar el agua de una sustancia, primero se congela el material y se reduce la presión para que pase directamente de la fase sólida a la gaseosa, sin volverse líquido.

Pese a la etiqueta la duda a veces persiste, por ello el usuario de Tik Tok @micro_terra, quien lleva varios productos cotidianos bajo el microscopio como la salsa Valentina o los camarones normales, también muestra en sus videos cómo se ve el camarón de la Maruchan a nivel micro.

“Nos podemos dar cuenta que realmente sí es un camarón debido a que tiene su tripita intacta”, comenta en el video en el que muestra la llamada ‘vena negra’ del camarón , es decir, el intestino que contiene su excremento.

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