Esa sensación burbujeante endulza la boca y no puede terminar en otro gesto que “¡ahhhhh!” puede dejar una sensación menos placentera a la larga. Beber refresco se ha convertido en uno de los hábitos más comunes en el mundo... y también de los menos saludables.
Hoy México es el primer consumidor de refrescos en el mundo. Las llamadas gaseosas se popularizaron primero en Estados Unidos en el siglo XIX y luego extendieron sus burbujas hasta este país, donde se acostumbraban las aguas frescas, y se asentaron en el gusto de las personas en las primeras décadas del siglo XX.
Los refrescos en México comenzaron a venderse en fuentes de sodas, droguerías y boticas; luego en las calles y hoy se pueden encontrar en todas partes, a veces con más frecuencia que el agua simple.
Sin embargo, su contenido constantemente está en las advertencias de las instancias de salud, es una de las bebidas azucaradas cuyo exceso no es aconsejable, en especial si lo tomas todos los días.
¿Por qué es malo tomar refresco?
“Debemos hacer hincapié en que no existen alimentos ‘buenos’ o ‘malos’, únicamente hábitos alimenticios que nos benefician o perjudican”, describe una publicación de la Revista del Consumidor.
En principio, el refresco entra en esa categoría de bebidas azucaradas sin aporte para una dieta saludable.
En una publicación de Laboratorio Profeco se explica que éstas contienen, además del agua:
- Aditivos alimentarios, “sustancias sin valor nutricional que se añaden a los productos en porciones mínimas para modificar algunas de sus características; como, por ejemplo, potenciar el sabor, mejorar su apariencia o, incluso, aumentar su tiempo de vida en anaqueles”.
- Acidulantes: manipulan la acidez de los alimentos, modificando o reforzando su sabor.
- Colorantes: para las bebidas de cola se suelen usar colorantes de caramelo.
- Edulcorantes: sustitutos de azúcar.
- Dióxido de carbono: con ello se le da el famoso gas.
- Conservadores.
¿Qué pasa si tomo refresco diario?
Aumento de peso
En una publicación de Harvard T.H. Chan School of Public Health donde se clasifican las mejores y peores bebidas, el refresco está al final de la lista, al lado de las bebidas azucaradas.
Harvard señala que si se beben solo una lata promedio de bebidas azucaradas todos los días y no se reducen las calorías en ningún otro lugar, una persona puede aumentar poco más de dos kilos en un año.
“Cuantas más onzas de bebidas azucaradas tome una persona cada día, más calorías consumirá más tarde en el día”, describe, ya que, contrario a los alimentos sólidos, las personas no se sienten llenas cuando toman refresco, pese a que consumen muchas calorías.
Por su parte, el portal especializado Eat this, not that señala que beber una lata (355 ml) al día implica ingerir 130 mil calorías extra al año.
Este potencial aumento de peso incluye a los dietéticos, ya que según un estudio publicado en el Journal of the American Geriatrics Society, las personas que bebían refrescos de dieta ganaron casi tres veces más grasa abdominal que las que no bebían refrescos de dieta.
Riesgo de padecer obesidad
Además, una publicación de Profeco agrega: “Considera que si estás ingiriendo más calorías de las que ‘quemas’, eres propenso a padecer obesidad. Aunque ningún alimento por sí solo es responsable del aumento de peso, el consumo excesivo de refrescos o bebidas saborizadas puede desequilibrar tu dieta considerablemente”.
Mayor riesgo de desarrollar diabetes
Según un artículo de Harvard, las personas que consumen bebidas azucaradas con regularidad (1 o 2 latas al día o más) “tienen un riesgo 26 % mayor de desarrollar diabetes tipo 2 que las personas que rara vez toman tales bebidas. Los riesgos son aún mayores en adultos jóvenes y asiáticos”.
Eat this, not that apunta que se ha investigado que tomar seis latas de refresco semanales aumenta el riesgo de prediabetes en un 46 por ciento (cuando los niveles de azúcar en la sangre son más altos de lo normal)
Mayor riesgo de enfermedades del corazón
Harvard agrega que, de acuerdo con un estudio que siguió a 40 mil hombres durante dos décadas, quienes consumían una lata de bebida azucarada por día (en promedio) tenían un 20 % más de riesgo de sufrir un ataque al corazón o morir de un ataque al corazón que los hombres que rara vez tenían este consumo.
En cuanto a las mujeres, otro estudio que siguió la salud de casi 90 mil mujeres durante dos décadas, encontró: quienes bebían más de dos porciones de bebidas azucaradas al día tenían un riesgo 40 por ciento mayor de ataques cardíacos o muerte por enfermedad cardíaca en comparación con quienes rara vez lo consumían.
Gota
De acuerdo con la publicación Harvard, una investigación que siguió la salud de 80 mil mujeres durante 22 años concluyó que quienes consumían una lata de bebida azucarada al día tenían un 75 % más de riesgo de gota que las mujeres que rara vez consumían tales bebidas.
La gota es una forma de artritis que provoca dolores agudos en las articulaciones.