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¿Es lo mismo un capuchino que un café con leche? Te decimos qué tanto daño hace tomarlo

El capuchino es una de las formas más populares de esta bebida, aunque se resume a café y leche su sabor y beneficios pueden ser bastante distintivos.

El capuchino es una bebida de origen italiana que mezcla dos expresos con leche. (Foto: Shutterstock).

Esa taza coronada por la espuma esconde en su interior la tradición italiana y en especial el suave efecto de la cafeína con un toque de leche: el capuchino es, entre las diversas formas que puede tomar el café, una de las más populares para beber en una cafetería o a veces en casa, ¿pero es lo mismo que un café con leche o un americano?

En principio, esta es una de las combinaciones posibles de café y leche, pero tiene sus particularidades respecto a otras opciones con los mismos ingredientes.

¿En qué se diferencia el capuchino del café con leche?

El capuchino es básicamente expreso doble con leche y es de orígenes italianos. Según comentó el especialista Ed Moffatt al sitio especializado Eat this, not that, se le conoce como café de desayuno.

La palabra hace referencia a los frailes de la orden de los capuchinos, del siglo XVI, quienes usaban una túnica marrón con una capucha larga y puntiaguda (cappuccio). Cuando se inventó esta bebida, se le nombró capuchino debido al color que tomaba el expreso al mezclarse con leche.


Se diferencia de otras bebidas como el café latte (palabra italiana para leche) que se traduce como café y leche o de cualquier otra variante que involucre esta mezcla de sabores.

Ed Moffatt detalla que ambas opciones tienen una dosis doble completa de expreso como base, pero:

  • El latte tiene más leche que el capuchino, por eso se sirve en tazas más grandes.
  • En un capuchino el sabor de café es más potente que en un café con leche. Al servirse en una taza más pequeña, el capuchino tiene un toque a café con más acidez y sabor: “el expreso corta la menor cantidad de leche”.
  • “El café con leche será más suave y dulce”.

Café y leche pueden dar toda una gama de sabores según el tipo de grano y las proporciones. Por ejemplo, un capuchino y un café latte tradicional sabrán distinto a una de las variantes más populares en México: leche con café soluble; o bien, un café cortado (con un poco de leche).

¿Hace daño tomar café con leche?

Como sucede con todo alimento, casi todo puede formar parte de una dieta saludable en ciertas cantidades, la clave es equilibrar el consumo.

El café es una bebida que ha sido estudiada por todos sus potenciales beneficios para la salud, ya que activa el cuerpo gracias a su contenido de cafeína, tiene antioxidantes y se le ha relacionado con la prevención de algunas enfermedades.

Sin embargo, al mezclarlo cambian sus aportes nutricionales y la cantidad recomendada (hasta 4 o cinco tazas al día).

Además del sabor, se modifica el contenido de calorías de forma importante: una taza de café solo de 8 onzas (236 mililitros) contiene 2 calorías, pero al sumar leche o crema y azúcar su contenido puede llegar a más de 100:

  • Solo una cucharada de leche entera suman 9 calorías, pero usualmente es más que eso.
  • Una cucharada de crema contiene 52 calorías.
  • Una cucharada de azúcar contiene 48 calorías.
  • Crema batida: 101 calorías cada 2 cucharadas.

Así que si te gusta el sabor de la leche en tu café y no quieres aumentar en gran medida el consumo de calorías, podrías optar por un capuchino, ya que es más café que leche. Sin embargo, considera que una taza puede no representar ningún peligro, pero si decides tomar tus cuatro o cinco tazas al día, sus beneficios cambian.

Harvard T.H. Chan School of Public Health explica en un artículo: “El peligro calórico real se presenta en mocas especiales, café con leche o bebidas de café con hielo mezclado. Estas bebidas suelen ser de gran tamaño y pueden contener entre 200 y 500 calorías, así como una gran cantidad de azúcar. Con estas bebidas, es mejor disfrutarlas como una golosina o postre, y ceñirse al café solo, mínimamente endulzado, de manera regular”.

Como referencia, este es el contenido aproximado de varias versiones:

  • Café negro solo: 2 calorías (1 taza de 240 ml).
  • Café instantáneo: 5 calorías.
  • Cappuccino con leche semi descremada: 40 calorías.
  • Capuchino: 74 calorías.
  • Café con leche: 135 calorías.
  • Café con leche descremada: 94 calorías.
  • Café capuchino instantáneo en polvo con azúcar: 231 calorías.

¿Qué tipo de leche es mejor para el café?

Entre menos leche sumes a tu consumo diario de café, mejor. Los especialistas recomiendan para un consumo cotidiano que sea solo un chorrito y en sus versiones descremada, semidescremada, las cuales tienen menos calorías, grasas y tienen un aporte de calcio.

Quienes son intolerantes a la lactosa tienen diversas opciones además de la leche deslactosada, pues hay un mercado muy amplio de alternativas. No obstante, el especialista Moffatt explica que el sabor del café puede variar:

  • Algunas ‘leches’ vegetales son muy secas y casi amargas, más cuando se sirven calientes, como la de almendras y avena, las cuales pueden afectar la acidez del café con su sabor. En consecuencia, muchas personas sienten que necesitan endulzar sus capuchinos y cafés con leche con jarabes o azúcar, lo cual cambia drásticamente su contenido de calorías.
  • El experto recomienda la leche de macadamia y anacardo por su dulzura natural y grasas saludables; “no solo hace que sea más fácil de usar para los baristas, sino que los sabores pueden complementar las notas del café, en lugar de competir con ellas”.

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