“Pero mira como beben los peces en el... ¿vino?” En diciembre resuena el “beben y beben y vuelven a beber” en más de una forma, no solo en villancicos, sino que en las cenas navideñas los vinos son un buen acompañante para los platillos y en especial para los brindis.
Sin embargo, en estas fechas también suele suceder que el ‘mareo’ empieza desde antes de la fiesta, entre cientos de opciones en supermercados y tiendas, los pasillos se saturan de confusiones sobre cuál es la opción correcta.
Así que agarra tu “burrito sabanero” y ve camino al supermercado con estos consejos de sommeliers para tomar la mejor decisión.
¿Con quién compartes el vino?
La sommelier Gabriela Petriz, de viñedos La Redonda, explica que esta es una pregunta importante al elegir el vino para cualquier ocasión, así que para la cena navideña debes tener claro: ¿son bebedores asiduos o nuevos en esta bebida?
“Antes, hace como 40 años, lo que llegaba a México eran vinos españoles muy clásicos en su mayoría, marcas que siempre estaban en casa y llegaba alguien con un paladar nuevo, lo probaba y decía ‘no me gusta el vino’ o ‘me dolió la cabeza”, detalla.
Si compartes la cena con quienes ya son conocedores de la bebida, puedes buscar opciones más complejas, potentes y hasta aventuradas: secos, con paso por barrica, mezclas de variedades de uva.
Por el contrario, si buscas una primera buena experiencia para quienes te acompañan en la cena, busca por ejemplo un tintos jóvenes de una sola variedad de uva o un rosado seco, ya que los rosados suelen ser sencillos de beber, servir y maridar:
“Es un vino más simpático, es más fácil que le atines a que a la gente le guste que uno tinto... es el simpático del grupo”, dice Petriz.
En tanto, la sommelier Andrea Segura, de viñedo San Miguel, agrega:
- Un rosado o blanco porque son más suaves, “no vas a sentir sequedad en boca tan brusca”.
- Tinto “con poco tiempo en barrica o sin barrica, suave, sin tanta sequedad en boca, afrutado, que se sirva más fresco que lo acostumbrado”.
¿Cuánto gastar en un vino?
Petriz recomienda acudir a comprar el vino con un presupuesto establecido, a partir de ahí puedes ir segmentar tus posibilidades.
Si es para regalar, ella sugiere que sea en un rango de 400 pesos o más, aunque se pueden encontrar buenas opciones por alrededor de 300 pesos.
Andrea Segura coincide en este rango de 300 a 400 pesos, pero para vinos mexicanos, que por diversas cuestiones llegan ser más costosos; también hay algunos extranjeros por 200 pesos que pueden ser de buena calidad.
Por su parte, la sommelier Georgina Estrada, embajadora de vinícola El Cielo, hace una advertencia sobre las ofertas con las que quizá te encuentres: a veces las botellas se ponen a menor costo pero no se almacenan con las mejores condiciones (con mucha luz, expuestas al sol, almacenadas de forma vertical y no horizontal), por lo cual el vino puede estar dañado.
¿Cómo maridar el vino?
Las sommeliers coinciden en que es necesario acudir informado para adquirir la mejor opción para cada caso, aunque dan ciertas recomendaciones generales.
Petriz sugiere que en una ocasión en la que va a haber una comida de varios tiempos, como en la cena navideña, hay que pensar en un vino que quede bien con el plato fuerte y vaya hacia el postre.
Por ejemplo, hay vinos tintos que van bien con postres de chocolate, de fresas, para que puedas agrandarlo un poco más y sea más versátil; o bien, quizá la misma botella combina una paella valenciana con un pay de limón.
Además, Georgina Estrada sugiere como base:
- Uvas blancas sin estancia en barrica: con pescados y mariscos frescos, que no están guisados con una preparación
- Vinos rosados: son muy armonizables, los secos van bien con comida mexicana como cochinita pibil, tacos al pastor.
- Vino tinto: carnes rojas con grasa o blancas como pescados y mariscos al grill; platillos asados van bien con uva Cabernet Sauvignon, con estructurada, buen tanino, estancia en barrica, “eso te permite un abanico de posibilidades para armonizar”.
Andrea Segura agrega que al hacer el maridaje de un vino hay que pensar en qué seguimiento se quiere dar al vino, por ejemplo: si se quiere intensificar lo ácido, haz un maridaje de seguimiento con platos ácidos; si no se quiere destacar ese sabor, entonces que sea por contraste, con alimentos salados para hacer un balance.
- Rosado y blanco son similares: el maridaje de seguimiento con cosas ácidas sería con jamón serrano, queso, aceitunas, pan; con dulces, durazno, fresas, ate, dulces.
- Tintos: casi todos tienen frutos rojos y negros, sensación de mermelada (fruta muy madura), el maridaje de seguimiento con cosas secas o saladas va a hacer que el vino sea más seco; de contraste es lo que no tengas en el vino.
Si bien para Navidad el vino blanco y el champán suele ser lo más buscado para el brindis, o bien, los vinos de postres, la sommelier de viñedo San Miguel explica que hay más alternativas.
En una cena típica navideña con pavo o lomo, ella aconseja buscar un tinto semiseco con barrica: “permite salivar, sentir el vino; si vas a cocinar con mucho condimento no puede ser un vino suave porque el condimento te va a ganar el sabor del vino”.
Aunque como sommelier prefiere no juzgar la manera en la que una persona toma el vino, Andrea Segura agrega que lo ideal es evitar ciertos errores en la cena:
- Tomar vino tinto frío, ya que se toma de 14 a 16 grados.
- Ponerle hielo al vino.
- Tomar vino dulce con carnes.