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¿Qué le pasa a tu cuerpo cuando te ‘empachas’ por comer mucho?

Generalmente, las molestias que provoca el empacho desaparecen en cuestión de horas, aunque si este es recurrente debes acudir al médico.

Las fiestas de Navidad y Año Nuevo son el pretexto perfecto para comer, comer y comer, prácticamente, hasta el cansancio. Pero las ‘comilonas’ no solo en estas fechas, sino en cualquier momento, pueden resultar molestas y no tan buenas para tu salud.

En términos coloquiales, cuando esto ocurre se dice que te empachaste, pero lo que llamamos empacho va más allá de eso, pues implica algunos procesos biológicos.

¿Qué es el empacho?

El término ‘empacho’ es mayormente utilizado en Latinoamérica, sobre todo en México, para describir lo que se llama dispepsia, o en pocas palabras, indigestión.

La sensación de indigestión aparece cuando se consumen grandes cantidades de comida que el aparato digestivo no puede procesar en el tiempo que le demora realizar sus funciones.

De acuerdo con el Manual MSD, es un malestar que se presenta en la parte superior del abdomen, y puede producirse por diversas razones, entre las que se encuentran:

El empacho se presenta por periodos cortos de tiempo, y las molestias suelen aparecer de forma repentina; pueden ser de leves a agudas dependiendo de diversos factores.

Síntomas del empacho

El principal síntoma de un empacho o indigestión es el dolor abdominal, que suele venir acompañado de otras sensaciones como:

  • Náuseas y vómito
  • Diarrea
  • Acidez
  • Flatulencias
  • Lengua seca y blanquecina
  • Cansancio
  • Dolor de cabeza
  • Malestar general
  • Sudoración

¿Qué le pasa al cuerpo cuando una persona se empacha?

Como se comentó al inicio, el empacho implica distintos procesos biológicos que son alterados por los cambios repentinos que producen el saturar al cuerpo de comida.

El empacho se produce en el tracto gastrointestinal superior. Durante el proceso de digestión, existen alteraciones de las contracciones y del vaciamiento gástrico.

Cuando se recarga al estómago con alimentos o bebidas irritantes, la digestión se ralentiza y, por ende, los alimentos necesitarán de más tiempo para ser procesados; mientras más alimento haya que procesar, el cuerpo envía más sangre a esta área para tratar de hacer el trabajo en el menor tiempo posible.

Y no solo eso, también provoca el aumento en el nivel de azúcar en la sangre, que si no se controla puede provocar mayor producción de insulina.

Si la ‘comilona’ es durante la noche y te vas a dormir así, es muy común que amanezcas con más hambre. Esto pasa ya que el páncreas trabajó ‘de más’ para procesar todos los alimentos.

Por lo general, las molestias que genera el empacho desaparecen en cuestión de horas, pero si frecuentemente padeces de dispepsia o indigestión, lo mejor será consultar con un médico.

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