Desde que Shakira anunció su separación de Gerard Piqué en junio pasado, las especulaciones sobre un nuevo romance del futbolista crecieron cuando fue visto con una joven identificada como Clara Chía Marti; recientemente, el exfutbolista confirmó su relación con una foto en redes sociales.
Sin embargo, los rumores comenzaron desde hace casi un año, cuando medios españoles reportaron que Piqué era asiduo visitante de un bar en Barcelona llamado La Traviesa, donde presuntamente habría conocido a su actual pareja.
El programa de espectáculos Socialité publicó hace algunos meses cómo era que el presidente de la Kings League acudía sin ser identificado al que ahora es uno de los sitios de vida nocturna más socorridos en la ciudad española.
La Traviesa: Así es el bar de Barcelona que frecuentaba Piqué
De acuerdo con información de medios locales, Piqué conoció a Clara Chía en La Traviesa Tuset, un coctel bar que se define a sí mismo como “elegante, refinado y espacioso”, al que acude “la gente más cool de Barcelona”.
“Es la conexión de lo elegante y travieso”, agrega la presentación en su página oficial, pues a diferencia de otros bares y sitios de vida nocturna, el estilo que ofrece La Traviesa es el de un lounge al que acuden en su mayoría jóvenes de 18 a 35 años.
Las luces suaves, sofás bajos y la amplia variedad de bebidas que ofrece ha provocado que este lugar se convirtiera poco a poco en uno de los favoritos para los barceloneses, pues además está ubicado en una exclusiva zona de bares y antros.
También cuenta con DJ que mezcla los éxitos más sonados del momento -¿será que también ponen la canción de Shakira y Bizarrap?- para el disfrute de todos los visitantes, así como una zona exclusiva dentro del mismo local.
El área VIP tiene mesas para reservar en un ambiente más íntimo; los servicios que se ofrecen son botella en mesa con una amplia variedad, que incluye champaña, tequilas y destilados.
Se dicen en distintos medios españoles que Piqué comúnmente utilizaba este servicio para no ser distinguido por las y los visitantes, y entre las medidas a las que recurría están el cubrir su área con una cortina roja, llegar en taxi y entrar por la puerta de una calle poco concurrida.