En los últimos años, los productos chatarra, entre los que destacan las bebidas azucaradas, han sido objeto de estudio para descubrir la relación que existe entre estos y el aumento en casos de cáncer, sobre todo los de mama y colon.
Desde 1980, países como Estados Unidos, España y Francia comenzaron las investigaciones, aunque en los últimos 15 años han sido más frecuentes.
Y aunque es bien sabido que ingerir frecuentemente estas bebidas aumentan el riesgo de desarrollar diabetes y enfermedades cardiovasculares, también influyen en que se formen células cancerígenas, sobre todo en adultos jóvenes.
Los estudios respaldan esta teoría: Las bebidas azucaradas provocan cáncer
Más de un estudio se ha publicado en el que se expone que existe hasta 22 por ciento de riesgo de desarrollar cáncer si se consumen bebidas como refrescos y jugos con regularidad.
Cáncer de mama por bebidas azucaradas
Uno de ellos fue el publicado en 2019 en la revista European Journal of Nutrition, donde se expone que la ingesta regular de refrescos azucarados generan un mayor riesgo de desarrollar en el futuro un cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas.
Para la investigación, que duró alrededor de 10 años, se estudió un grupo de 10 mil mujeres que consumían regularmente refrescos y bebidas azucaradas. Los resultados arrojaron que, de las 10 mil, 100 presentaron cáncer de mama.
Investigación de cáncer en general
El equipo de Investigación Nutricional del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica de la Universidad de París quiso hacer más general su investigación, por lo que se enfocó en indagar la relación de bebidas azucaradas (llámense refrescos y jugos), con distintos tipo de cáncer, entre ellos el de mama´, el de colon y el de próstata.
Dicho estudio duró nueve años (de 2009 a 2018), y sometieron a más de 100 mil franceses a cuestionarios y análisis. A lo largo del seguimiento, se diagnosticaron 2,193 casos de cáncer, donde la edad media fue de 59 años. Los principales fueron:
- 693 de mama
- 291 de próstata
- 166 colorrectales
Los resultados muestran que el consumo regular (en promedio 100 ml al día) de bebidas azucaradas, como refrescos y jugos, se asoció con un aumento del 18 por ciento en el riesgo de cáncer en general, siendo el de mama el más común, con hasta 22 por ciento de posibilidades.
¿Cómo reducir las posibilidades de padecer cáncer por consumir bebidas azucaradas?
La respuesta más sencilla (y quizá obvia) es evitando totalmente su consumo y sustituirlos por agua natural, zumos naturales, así como infusiones frías o calientes (como tes).
El Centro Médico-Quirúrgico de Enfermedades Digestivas de España recomienda que: “no se consuman refrescos y bebidas azucaradas artificiales o se usen con mucha moderación, y las pocas que deben ingerirse tienen que ser ‘light’ o ‘zero’. Si tenemos factores de riesgo o herencia genética de algún tipo de cáncer, quizás optar por retirar estas bebidas de nuestro consumo frecuente, tomarlas de forma esporádica o dejar, incluso, totalmente su uso”.