El amor al café se siente en el corazón: esta bebida es una de las más queridas en el planeta, la segunda más consumida en el mundo después del agua. Su efecto en el cuerpo ha sido estudiado durante décadas, gracias a ello se han encontrado algunos beneficios... y otros efectos no tan positivos.
El consumo de moderado de café (de 3 a 5 tazas diarias) se ha relacionado a una dieta saludable, hay estudios donde se explica que tomarlo implica un menor riesgo de enfermedades como diabetes tipo 2, cáncer de endometrio y de hígado, Parkinson y Alzheimer e incluso con un disminución del riesgo de muerte prematura.
Por su cafeína, el café actúa principalmente en el sistema nervioso central, aunque este líquido salpica a otros órganos como los riñones, en los cuales no hay conclusiones definitivas: mientras algunas investigaciones señalan que el exceso puede ser dañino para este órgano, existen estudios que reconocen su consumo como un elemento para prevenir cálculos renales. ¿Y qué pasa con el efecto del café en el corazón?
¿Cómo afecta el café al corazón?
Palpitaciones cardíacas
Esta taza humeante de cafeína (su sustancia activa) afecta de forma diferente a cada persona, mientras algunas experimentan placer y un estado de alerta al beberla, las personas que la metabolizan más lento o son sensibles a ésta experimentan efectos secundarios.
Según Harvard T.H. Chan School of Public Health, pese a que algunas personas disfrutan de ese incremento temporal de energía al tomar café, una cantidad elevada de cafeína puede provocar palpitaciones cardíacas no deseadas.
“En el lado dañino, demasiado café puede elevar la presión arterial y provocar ansiedad, palpitaciones cardíacas y dificultad para dormir”, dice American Heart Association.
Podría elevar el colesterol
Harvard T.H. Chan agrega que algunas preparaciones de café pueden elevar el colesterol malo y los triglicéridos debido a que contienen diterpenos:
- Café sin filtrar, como el de prensa francesa y el turco: tiene más diterpenos.
- Expreso: contiene cantidades moderadas.
- Filtrado (café preparado por goteo) e instantáneo: casi no contiene, “el filtrado y el procesado de estos tipos de café eliminan los diterpenos”.
Mejora función de los vasos sanguíneos
Según Eat this, not that, el café es rico en antioxidantes beneficiosos como los polifenoles, sustancia que ha sido asociada con la reducción de la inflamación sistémica y como aliada para:
- Neutralizar los radicales libres para ayudar a mejorar la salud del corazón
- Mejorar la función de los vasos sanguíneos
- Aumentar el colesterol bueno
- Aumentar la disponibilidad de óxido nítrico en los vasos
- Reducir el colesterol malo
- Reducir la inflamación
Podría reducir el riesgo de enfermedades del corazón
Sobre este tema se siguen desarrollando investigaciones, ya que mientras algunos especialistas sugieren que es segura incluso para pacientes cardíacos, otros recomiendan evitarla en ciertos casos.
- Harvard explica que diversos estudios relacionan el consumo moderado de café con una reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares (incluidas las cardiopatías, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia cardiaca y las muertes por estas afecciones), en comparación con quienes no lo consumen con regularidad.
- Un análisis del European Journal of Preventive Cardiology descubrió que tomar de 2 a 3 tazas de café al día (instantáneo, molido o descafeinado) se asocia con menor riesgo de enfermedad cardiovascular y muerte, se cree que es una bebida segura incluso para las personas con cardiopatías.
- Un estudio del Journal of the American Heart Association indica que dos o más tazas de café al día podría duplicar el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular entre las personas con hipertensión severa; aunque solo una diaria no se asoció con un mayor riesgo de que suceda.
- American Heart Association explica que en investigaciones se ha encontrado que beber una taza de café al día puede ayudar a quienes sobrevivieron ataques cardíacos, pues reduce el riesgo de muerte y puede prevenir ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares en personas sanas.
En general, el café puede ser parte de una dieta saludable, incluso para el corazón, en tanto no se exceda del consumo moderado.
Para ciertos grupos como mujeres embarazadas y las personas con hipertensión se recomienda consultar a un especialista para conocer las dosis adecuadas.