“Piquito de pollo, pescuecito de pollo, pechuguita de pollo, alitas de pollo, muslitos de pollo, piernitas de pollo, patitas de pollo....”: La carne de esta ave es tan versátil que incluso tiene una canción donde se enlistan sus posibilidades, pues fácilmente podrías comerla todos los días sin darte cuenta, ¿pero qué tan conveniente es?
En caldo, tacos dorados, tinga, mole, tostadas, torta, sándwiches, quesadillas, frito, en ensalada o pechiga asadita para la vida fitness, este tipo de carne es una de las más populares en el mundo, no solo por su sabor y por ser más accesible que otras, sino que tiene varios beneficios para la salud.
¿Puedo comer pollo todos los días?
La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) explica que podemos encontrar tres tipos de carne:
- Roja: de los músculos de los mamíferos como buey, ternera, cerdo, cordero, caballo y cabra.
- Blanca: de aves de corral como pollo, pavo o pato; o bien, de conejo. El cordero o cerdo pueden considerarse carne blanca o roja, según la edad y corte del animal, por ejemplo, en un puerco el solomillo es carne roja, pero el lomo se considera blanca.
- Procesada: pasó por un proceso de transformación para ser consumida, como ahumado, fermentación o se sala. Aquí encontramos al jamón, las salchichas, chorizos y demás embutidos.
Mientras se ha sugerido moderar el consumo de carne roja porque es considerada como probablemente cancerígena para el ser humano y las procesadas tienen demasiadas grasas saturadas, colesterol y sal, la blanca destaca por varias propiedades en una dieta cotidiana.
La Federación Española de Nutrición (FEN) destaca que la carne de pollo tiene:
- Proteínas con alto valor biológico por su contenido de aminoácidos esenciales.
- Se puede considerar una carne magra si se consume sin piel (grasa).
- Grasa mayormente monoinsaturada (ácido oleico), seguida por grasa saturada (ácido palmítico).
- Fuente de fósforo (ayuda al mantenimiento de los huesos y dientes).
- Vitaminas del grupo B.
Sin embargo, no se recomienda un consumo diario. Según la FEN, especialistas sugieren solo tres raciones a la semana de carnes magras, alternando el consumo entre distintos tipos entre los que está el pollo.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) sugiere no sobrepasar 200 a 500 gramos de carne a la semana, preferiblemente blanca (pollo o conejo).
“La recomendación de consumo de carne es moderada para la blanca (pollo) y poco frecuente para la roja (vacuno mayor, animales de caza y vísceras)”, exponen expertos en The Conversation.
¿Qué pasa si comes pollo todos los días?
En los potenciales beneficios de pollo influye en estos aspectos la preparación, ya que no es lo mismo un plato de pechuga con verduras que una cubeta de pollo frito.
Según especialistas de Eat this, not that, hay varios efectos que puedes encontrar en un consumo diario de pollo:
Huesos fuertes
El pollo es fuente de proteínas de alta calidad, lo cual ayuda a fortalecer los huesos con al menos uno de los muchos nutrientes que necesita.
Bajas de peso
Esta carne puede ayudarte a sentir más satisfecho, pues las proteínas tardan más en digerirse que los carbohidratos.
Si lo consumes en lugar de otros alimentos más calóricos como los alimentos procesados, te ahorras una gran cantidad de carbohidratos bajos en fibra.
Subes de peso
Esto parece contradictorio, pero si consumes pollo todos los días también podrías subir de peso.
Un estudio de 2015 de Clinical Nutrition explica que si consumes demasiada proteína de cualquier tipo, el cuerpo almacena lo que no puede quemar en forma de grasa.
Además, Eat this, not that precisa que aunque la carne de ave tienen menos grasas saturadas que la roja, hay que tener en cuenta la cantidad de grasa en los pollos de engorda criados en granjas industriales, lo cual podría aportar efectos negativos.
Una buena memoria
Puede ser un alimento estimulante para el cerebro por su contenido de colina (nutriente que ayuda a la funciones cerebrales y a la memoria) y de vitamina B12 (que también ha sido relacionada con un buen desempeño de la memoria).
Sensación de bienestar
Su contenido del aminoácido triptófano influye en el aumento de serotonina, la hormona de bienestar, por lo que incorporar pollo a tu dieta de forma moderada puede reflejarse en un buen estado de ánimo.
¿Salud del corazón?
Los cortes magros de pollo, no fritos y condimentados con ingredientes poco saludables, pueden mejorar la salud de su corazón y reducir el colesterol ‘malo’.
Demasiada proteína podría aumentar tus lípidos en sangre y tu almacenamiento de grasa. Además, importa mucho la preparación, ya que podría tener un efecto negativo en el corazón si comes el pollo con piel o con salsas grasas, en dado caso aumentaría el colesterol malo y el riesgo de hipertensión arterial.
Por ejemplo, el pollo frito todos los días, se ha asociado con riesgo de obesidad y muertes relacionadas con el corazón.
Tendrás músculos
El pollo es una proteína rica en leucina, la cual influye en sintetizar proteínas musculares, según The Journal of Nutrition.
Deficiencia de nutrientes
Aunque tiene muchos beneficios, los especialistas en nutrición han insistido que el exceso de cualquier alimento puede resultar perjudicial.
En el caso del pollo, si lo consumes todos los días, estás perdiendo otros nutrientes importantes del plato de buen comer, pues hay alimentos que son fuentes importantes de proteínas como mariscos, frijoles, legumbres y más, que tienen propiedades que no poseen las aves.
Estreñimiento
Mucho pollo, sin complemento adecuado podría causar estreñimiento. “Asegúrese de que su pollo comparta su plato con ensalada de verduras, zanahorias, arroz integral y otros acompañamientos ricos en fibra. Y aumente su consumo de agua si está comiendo muchas proteínas”, dice Eat this, not that.