El consumo de carne roja en sus diversas presentaciones debe moderarse en personas mayores a 50 años, ya que el organismo no lo procesa de la misma manera y puede propiciar algunas enfermedades a mediano plazo.
Con el paso del tiempo, el cuerpo y sus procesos químicos cambian como el metabolismo que se vuelve más lento para transformar la comida y bebidas en energía, según Cleveland Clinic.
La carne roja es uno de los alimentos más populares en las comidas y cenas, pero no se recomienda consumirlo diariamente. La edad puede ser un factor para saber cuándo reducir el consumo.
Eath this, not that, un sitio especializado en temas gastronómicos, señala que es importante mantener un consumo adecuado de proteínas mientras el cuerpo va envejeciendo. Aunque la carne roja es un alimento colmado de este elemento, contiene sustancias como grasas saturadas que no son del todo benéficas.
La Asociación Estadounidense del Corazón detalla que hay otras fuentes de proteínas vegetales que pueden ser consideradas para evitar los efectos negativos de la carne roja.
Efectos secundarios de comer carne roja
Según la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), la carne roja proviene de los músculos de ciertos mamíferos como cerdo, ternera, cordero, cabra, entre otros animales.
El Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS por sus siglas en inglés) resalta que la carne roja es una fuente de proteínas, minerales y vitaminas, siempre y cuando forme parte de una dieta balanceada.
Los especialistas han estudiado la relación de la carne roja con un potencial cancerígeno, en particular con el cáncer de colon: desde 2015 la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) la clasificó en la categoría 2A (probablemente carcinogénica para el ser humano).
Los especialistas coinciden en que un adulto sano no debe sobrepasar la cantidad de 70 gramos al día de carnes rojas y 25 gramos diarios de procesadas o embutidos.
Según Eat this, not that consumir carne roja de manera habitual, teniendo más de 50 años, puede presentar algunos ecfetos secundarios.
Aumento de colesterol
El sitio especializado Eat this, not that revela que consumir carne roja en adultos mayores a 50 años puede aumentar el colesterol en la sangre porque cuenta con grandes cantidades de grasas saturadas.
Según la Asociación Estadounidense del Corazón, en comparación con otros alimentos como el pollo o pescado, la carne roja presenta mayores niveles de grasas saturadas que pueden contribuir al riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Puede reducir esperanza de vida
En un artículo que publicó Harvard Health Publishing en 2012, se explica que una investigación asoció el consumo de la carne roja con problemas cardiacos.
Además, en un estudio publicado en la revista académica Archives of Internal Medicine, después de analizar alrededor de 24 mil personas por 28 años se concluyó que el consumo habitual de carne roja puede acortar la esperanza de vida un 13 por ciento.
Puede contribuir a problemas de riñones
La Fundación Nacional del Riñón explica que consumir mucha proteína animal puede contribuir al aumento de ácido en la sangre. Esto puede provocar acidosis, una afectación en la que los riñones no pueden limpiar la sangre rápidamente y se producen dolores de cabeza y hasta vómitos.
Asimismo, las personas que padecen enfermedad renal crónica deberían disminuir el consumo de carne roja. De acuerdo con Web DM, el consumo habitual de este alimento ha sido ligado con el aumento de complicaciones al padecimiento.