Cada taza de café alrededor del mundo tiene varias posibilidades: mientras hay quienes prefieren beberlo solo, otros tantos optan por acompañarlo con azúcar o leche, aunque el orden de estos ingredientes puede dar un resultado distinto.
La clave está en el azúcar, ya que no es un líquido como el café y la leche; además, se disuelve mejor en líquidos calientes y más lentamente en fríos.
Si agregas el azúcar después de la leche fría, ésta quedará al fondo de la taza y no va a endulzar lo que debería, puesto que este líquido baja la temperatura de tu bebida y hace más difícil que se disuelva el azúcar. Por ello, quienes hacen cafés fríos en cafeterías suelen usar jarabes.
¿Qué se pone primero: leche o café?
Este es el orden recomendado para hacer una taza sin restos de azúcar:
- Café
- Azúcar: lo ideal que añadirla inmediatamente a la bebida caliente para que se disuelva rápido.
- Leche o crema fría: en dado caso, podrías calentar la leche para obtener un resultado más espumoso.
Podría cambiar un poco el orden si quieres hacer, por ejemplo, un latte (leche manchada en italiano), en el cual primero se sirve leche caliente y luego el café para hacer capas.
Uno de los más populares en México es el café instatáneo, por su practicidad. Esta versión se vuelve soluble en agua gracias al procesamiento del grano luego de ser cultivado, lavado, descarrillado y secado: en su producción se hace una infusión muy concentrada con café tostado y luego se le quita agua para obtener un polvo.
Al hidratarse de nuevo, este polvo vuelve a convertirse en una infusión, tiene menos cafeína y en el proceso suele tener algunos cambios en el sabor: es más amargo que el de grano, por lo que hay quienes prefieren agregar leche y azúcar.
Si te vas a preparar un café instantáneo o soluble, se recomienda:
- Echar la cucharada de café soluble y la de azúcar en la taza.
- Agregar a la taza el agua caliente, no tiene que hervir, lo ideal es a 80°C.
- Agrega leche caliente (no hirviendo). Considera que las leches vegetales no dan un resultado tan espumoso como la de vaca.
¿Qué pasa cuando se mezcla el café con leche?
Aunque puede ser una opción sabrosa y cremosa, agregar leche y azúcar a tu café todos los días no es la mejor opción para tu salud.
El café negro (solo) tiene muy pocas calorías, una taza de 8 onzas (236 mililitros) contiene tan solo 2, además tiene beneficios para la salud, como menor riesgo de diabetes, cardiopatías, ciertos tipos de cáncer, enfermedades neurodegenerativas y muerte prematura.
Harvard T.H. Chan School of Public Health explica que sus propiedades nutricionales cambian si se le agregan otros ingredientes como crema, leche y azúcar, con lo que podrías estar sumando más de 100 calorías adicionales:
- Una cucharada de crema contiene 52 calorías.
- Una cucharada de leche entera tiene 9 calorías, además de que se suele agregar sin medir o el café soluble se prepara directo en la taza de leche, por lo que es posible que incorpores varias porciones sin darte cuenta.
- Una cucharada de azúcar contiene 48 calorías.
Además, al agregar leche disminuyen los polifenoles o antioxidantes del café. Los especialistas sugieren que solo sea un chorrito de leche (de preferencia descremada o semidescremada porque tienen menos calorías y grasas) además de considerar la cantidad de tazas que se tomarán al día.
¿Cómo se toma el café: con azúcar o sin azúcar?
Agregar o no azúcar es una cuestión de gusto, sin embargo, el consumo excesivo de este ingrediente se relaciona con problemas cardiovasculares, aumento en la presión arterial, aumento de peso, riesgo de padecer diabetes tipo II y de ciertos tipos de cáncer, por lo cual no es lo ideal que acompañe a todos tus cafés.
En cuanto al sabor, los cafés de mala calidad suelen ser más amargos debido a cuestiones como el proceso de tueste, por lo que hay personas que adicionan demasiada azúcar para disimular sus defectos.
Cuando se trata de un café de alta calidad, el azúcar en grandes cantidades va a ocultar sus sabores, aunque solo un poco podría armonizarlo para algunos paladares.