La escena es la misma alrededor del mundo: una muy decidida persona que busca bajar de peso abre un frasco lleno de una sustancia blanca y sólida, parece manteca, pero es aceite de coco; toma una cucharada, se ve menos decidida, respira hondo y la lleva a su boca, hace gestos y tras batallar con las náuseas por fin logra cumplir con la rutina de ingerirla en ayunas.
Basta con poner en cualquier buscador como en el de Tik Tok “aceite de coco” para encontrar cientos de videos de usuarios que repiten este hábito para adelgazar, una recomendación de voz a voz que al parecer viene de un doctor misterioso o de anécdotas supuestamente exitosas, ¿pero qué dice la ciencia?
Las cocinas están llenas de recomendaciones que prometen perder esos “kilitos de más”, brebajes para tomar en las mañanas o antes de dormir, como agua con limón, aceite de oliva, agua de jamaica, jengibre, vinagre y más.
En los últimos años, el aceite de coco ha sido promovido como un ‘superalimento’ con incontables beneficios para la salud, sin embargo, también es bastante controvertido.
¿Qué es el aceite de coco?
El aceite de coco proviene de la pulpa de dicho fruto, es prensada o extraída en frío. Se pueden encontrar dos tipos: pulpa de coco seca (copra) o fresca, ambos con un contenido similar de ácidos grasos.
Este ingrediente es 100% grasa, es de pocos aceites vegetales que tienen abundantes grasas saturadas (tiene del 80 al 90%). Por esta composición, es sólido a temperatura ambiente y se vuelve líquido y transparente al calentarse, al igual que la manteca de cerdo.
Harvard Health Publishing apunta que se suele promover para eliminar la grasa abdominal, controlar el apetito, fortalecer el sistema inmunológico, prevenir enfermedades cardíacas y evitar la demencia y la enfermedad de Alzheimer, pero poco se sabe en realidad sobre estos supuestos beneficios.
Este alimento sumó popularidad en dietas de moda como la keto (rica en grasas y muy baja en carbohidratos).
Pese a que existe una percepción saludable, pocos expertos en nutrición están de acuerdo, de hecho, Harvard agrega que contiene muy pocas vitaminas, minerales y esteroles vegetales.
¿Qué pasa si tomo aceite de coco en ayunas?
No quemas más calorías
La idea de que ayuda a bajar de peso viene de los triglicéridos de cadena media (MCT), un tipo de grasa saturada en el aceite de coco, los cuales se ha estudiado que viajan directamente al hígado, se digieren más rápido que otros tipos de grasas y “pueden conducir a ráfagas de energía más rápidas”, según explica la nutrióloga Kayla Kopp a Cleveland Clinic.
De acuerdo con Harvard, se cree que esta absorción rápida promueve la saciedad y evita que se almacene grasa.
Sin embargo, el aceite de coco comercial tiene una composición diferente al usado en los estudios (emplean formulaciones especiales 100% con MCT), por lo que ese que compras en el supermercado se absorbe más lentamente, como otras grasas.
De hecho, muchas de las investigaciones en torno a este ingrediente son contradictorias y no hay pruebas de que tenga efectos especiales si se toma en ayunas, solo o mezclado con café, lo cual es tendencia entre quienes realizan ayuno intermitente (tomar líquidos acalóricos cuando no se come).
“En la actualidad no existen pruebas fehacientes de que el consumo de aceite de coco por sí mismo aumente el número de calorías quemadas”, reitera Harvard, pues además los estudios en los que se analiza su potencial efecto para perder de peso piden cautela y afirman que se requieren más estudios.
Podrías subir de peso
Lo que sí está comprobado es que si comes una cucharada de aceite de coco todos los días podrías subir de peso: por cucharada contiene demasiadas calorías, alrededor de 120, y 14 gramos de grasa.
Hay personas que por recomendación de Tik Tok ingieren hasta 2 cucharadas soperas, es decir, alrededor de 242 calorías, lo cual es mucho, en especial para personas con poca actividad física.
Podría mantener la saciedad, pero no es un desayuno
De acuerdo con la nutrióloga Kopp, los triglicéridos de cadena media (MCT) podrían aumentar la saciedad más que los triglicéridos de cadena larga que se encuentran en las grasas poliinsaturadas como las nueces, semillas y algunos otros aceites.
Además, se cree que esto se digiere muy lentamente y puede mantener la saciedad más tiempo; sin embargo, la experta dice que el sentirse lleno no logra un desayuno saludable.
Healthline agrega que, aunque el aceite de coco es una de las fuentes naturales más ricas en MCT, “no hay pruebas de que el aceite de coco en sí reduzca el apetito más que otros aceites... la evidencia sugiere que el aceite de coco no ofrece necesariamente el mismo efecto”.
¿Cuántas veces a la semana se puede usar el aceite de coco?
No se aconseja para consumo diario. Harvard explica que es mejor utilizar solo de vez en cuando el aceite de coco y en pequeñas cantidades, como una alternativa periódica a otros aceites para hornear y cocinar, en una alimentación equilibrada.
Healthline propone no exceder dos cucharadas al día y en todo caso emplearlo para cocinar como cualquier otro aceite, no comerlo en ayunas: “ten en cuenta que esto deja poco espacio para otras fuentes de grasas saturadas, como la mantequilla o la manteca”.
Los expertos recomiendan limitar el consumo y es más recomendable consumir otras grasas insaturadas como frutos secos, semillas, aceite de oliva virgen extra y aguacates.
De hecho, la American Heart Association (AHA) llama a reemplazar las grasas saturadas (incluidos los aceites de coco) con grasas no saturadas.