Esa taza de café cotidiana forma parte del hábito de miles de personas alrededor del mundo al despertar, del ‘chismecito’ de las tardes o de cualquier pretexto a lo largo del día; sus efectos van más allá del estado de alerta que causa la cafeína, pues sus compuestos influyen en diversas partes del cuerpo, como el hígado o los riñones.
Para cuidar a estos órganos, hay todo tipo de bebidas como el refresco o el alcohol que en exceso los dañan, aunque también otras con prometedores resultados, como el agua de coco o de limón, ¿y en dónde ubicamos al café?
El café es considerado una bebida sana para la mayoría de las personas, excepto para ciertos grupos que deberían limitarlo.
De hecho, en un listado de bebidas de Harvard T.H. Chan School of Public Health, el café (solo y sin endulzantes ni edulcorantes) es una de las únicas dos bebidas que aparece como una buena opción para el cuerpo, además del agua (la otra es el té).
¿El café afecta a los riñones?
Hay resultados contradictorios sobre las maneras en las que el café podría beneficiar o afectar a los riñones, pero en general se considera que es una bebida aceptable para estos órganos, según National Kidney Foundation, incluso puede ser apta para personas con enfermedades renales:
“Las investigaciones no han demostrado que beber de 3 a 4 tazas de café al día aumente el riesgo de enfermedad renal o aumente la tasa de disminución de la función renal”.
Su contenido de oxalato ha causado inquietud en algunas investigaciones, ya que esta sustancia se asocia a más riesgo de desarrollar cálculos renales (depósitos de minerales en los riñones), pero esto solo sucede en casos específicos, si se consume en exceso y en conjunto con otras condiciones como no hidratarse correctamente.
De acuerdo con Harvard Health Publishing, el café con moderación no supone un problema en una dieta para cuidar los riñones de los cálculos, pese al oxalato: “el líquido adicional compensa cualquier posible desventaja”.
Además, dicho sitio de salud destaca que incluso se sugiere en estudios que cantidades moderadas de café puede reducir el riesgo de cálculos renales.
Un estudio de Kidney International Reports (2022) vio que el consumo habitual de café se relaciona con menor incidencia de enfermedad renal crónica y disminución de riesgo de lesión renal aguda.
Para personas con enfermedades del riñón, National Kidney Foundation aconseja tomarlo sin ingredientes adicionales (leche, crema o azúcar), porque podría aumentar el contenido de potasio y fósforo, los cuales deben controlarse en la dieta de estos casos.
Además, dicha instancia especializada en el riñón recomienda no tomar demasiadas tazas, ya que una taza de 235 ml tiene 116 mg de potasio; y su cafeína también podría aumentar la presión arterial momentáneamente.
Beber menos de tres tazas de café al día generalmente se considera seguro: “El fósforo, el sodio, las calorías, los carbohidratos y las proteínas son mínimos en el café negro y no son de consideración nutricional”, concluye.
¿Tomar café es bueno o malo para el hígado?
Aquí sí se pone bueno: el café es considerada una de las mejores bebidas para el hígado, de hecho se le considera hepatoprotector (que protege a este órgano).
Esta bebida es lo opuesto al alcohol, que en exceso tiene un efecto de hepatotoxicidad (daño hepático), incluso en un artículo publicado en National Library of Medicine (NLM) se le llama “el grano mágico para las enfermedades del hígado”.
Según Healhline, “los estudios han demostrado que beber café protege al hígado de enfermedades, incluso entre quienes ya tienen problemas de salud relacionados con este órgano”.
Así, se ha visto en investigaciones que tiene buenos efectos para reducir el riesgo de cirrosis o daño hepático permanente, menor riesgo de muerte en personas con enfermedad hepática crónica
Además, el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer, concluye que un consumo moderado de café se relaciona con menos probabilidades de padecer cáncer de hígado.
El especialista Courtney D’Angelo agrega al sitio Eat this, not that que esta bebida tiene la capacidad de reducir la acumulación de grasa y aumentar los antioxidantes protectores en el hígado.
¿Qué pasa si tomas café todos los días?
Harvard y otros especialistas coinciden en los beneficios de un consumo moderado: no más de 400 miligramos diarios de caferína, es decir, de cuatro o cinco tazas de café normal por día.
Esta bebida contiene polifenoles (antioxidantes), vitamina B2, magnesio, por lo que se han encontrado efectos positivos en el cuerpo al tener un consumo cotidiano:
- El café negro solo tiene muy pocas calorías: una taza de 235 mililitros contiene tan solo 2.
- Menor riesgo de diabetes tipo 2.
- Disminuye riesgo de cáncer de endometrio y de hígado.
- Aminora el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como Parkinson y Alzheimer.
- Menor riesgo de muerte prematura.
- Reduce el riesgo de cardiopatías y accidentes cerebrovasculares.
- Se investiga su efecto antidepresivo.
Sin embargo, recuerda que el café puede ser dañino para tu cuerpo por los ingredientes que le agregas, como leche, endulzantes, crema batida y más.