El sabor ligeramente picante del jengibre forma parte la vida cotidiana en varias formas: desde las famosas galletas de “los botones de gomita”, el refresco ginger ale, aguas frescas o té. En remedios caseros, esta planta protagoniza varios brebajes para el hígado y los riñones.
El jengibre es una planta originaria Asia y es de la misma familia que la cúrcuma, otro ingrediente que ha sumado fama en recomendaciones para mejorar la salud. A este tubérculo aromático lo podemos encontrar fácilmente en mercados y diversas tiendas, donde se vende fresco o en polvo, aunque también hay suplementos.
Su sabor picante era muy apreciado en la Edad Media, se volvió ideal para sopas, pastelería y aromatizar bebidas, aunque también se emplea con fines medicinales desde hace más de 2500 años, “ha tenido un papel destacado en la medicina china, india y japonesa desde el siglo XVI”, dice National Institutes of Health (NIH).
¿Cómo se toma el jengibre para el hígado y los riñones?
El jengibre aparece en varios remedios caseros para el hígado, órgano que tiene más de 500 funciones vitales como excretar bilis, crear nutrientes y descomponer toxinas, medicamentos, alcohol y drogas.
Según la creencia popular, beber té de jengibre con canela o limón desintoxica al hígado, ayuda a hidratar, eliminar líquidos y desinflamar.
La infusión de jengibre mezclada con cúrcuma y miel aparece en otras tantas recetas que buscan disolver y expulsar cálculos en los riñones, contra la insuficiencia renal y para ‘limpiar’ a estos órganos encargados de eliminar desperdicios de la sangre, exceso de agua y mantener el equilibrio de sodio, potasio y calcio en la sangre.
Para empezar, lo que sí se ha encontrado en los estudios es que el jengibre tiene potenciales beneficios para la salud por un compuesto bioctivo que le da aroma, sabor y propiedades medicinales: el gingerol.
Según Healthline, este es el responsable de sus potentes efectos antiinflamatorios y antioxidantes, “puede ayudar a reducir el estrés oxidativo”.
En la medicina tradicional y alternativa, el jengibre es una planta que se ha usado para mejorar la digestión, aliviar náuseas, combatir síntomas de la gripe y el resfriado común, pero ¿qué tantos de sus efectos se han probado en el hígado y los riñones?
¿Cómo afecta el jengibre al hígado?
Hay una serie de beneficios en la salud del hígado que se han analizado en estudios sobre el jengibre, aunque las investigaciones son preliminares, algunas en animales y se suelen referir a suplementos, no a un té o brebaje casero.
Protege al hígado
Healthline menciona que el jengibre puede ayudar a proteger el hígado frente a toxinas como el alcohol. Esta planta tiene compuestos (gingeroles y los shogaoles), los cuales contribuyen a su salud al reducir la inflamación y proteger contra el daño celular.
Incluso un estudio en animales publicado en Indian Journal of Pharmaceutical Sciences (2010) mostró el jengibre podría disminuir el daño hepático y una investigación de Nutrition and Metabolism vio que el tiene potencia para proteger contra la formación de cicatrices degenerativas en este órgano.
Útil contra el hígado graso no alcohólico
Esta planta ha tenido prometedores efectos contra el hígado graso, padecimiento en el que se acumula grasa en las células hepáticas.
Un estudio de World Journal of Gastroenterology (2011) vio que el jengibre puede ayudar a prevenir o tratar esta afección al reducir el estrés oxidativo en el hígado, disminuir la resistencia a la insulina e inhibir la inflamación.
También se ha visto que personas con la enfermedad que tomaron suplementos de jengibre redujeron su colesterol total y ‘malo’, azúcar en la sangre, inflamación y acumulación de grasa en el hígado.
Prevención contra el cáncer de hígado
Según Helthline, gracias al gingerol y a otros compuestos antioxidantes y antiinflamatorios, el jengibre podría tener propiedades para prevenir ciertos tipos de cáncer, entre ellos el hepático, colorrectal y pancreático.
Sin embargo, esto es aún una posibilidad, ya que no se han realizado estudios suficientes en humanos.
¿Qué le hace el jengibre al riñón?
Como especia de cocina, National Kidney Foundation explica que el jengibre es seguro de consumir incluso para personas con afecciones del riñón, pero hay que cuidar no ingerir grandes cantidades y consultar a un médico al ingerirla en suplementos.
Ayuda a la hidratación
Los riñones requieren de una ingesta saludable de líquidos para mantenerse sanos y el té o agua de jengibre pueden colaborar a este fin.
“Comenzar el día con un vaso de agua de jengibre o buscar otro horario regular para beber uno todos los días te ayudará a hidratarte”, dice Healthline.
Insuficiencia renal
National Kidney Foundation afirma que esta planta es apta para personas con enfermedad renal crónica, trasplante, hemodiálisis y diálisis.
Sus efectos se han analizado, por ejemplo, Healthline menciona que se ha encontrado que el jengibre puede prevenir o ralentizar la insuficiencia renal, pero hacen falta más pruebas.
Otra posibilidad es que el jengibre ayude a retardar el proceso de autodestrucción renal, según National Institutes of Health (NIH) su extracto tiene algunos efectos sobre la enfermedad renal diabética:
“El jengibre puede mejorar los índices de azúcar en sangre, el perfil de lípidos, algunos marcadores inflamatorios, el estrés oxidativo y las lesiones patológicas en la enfermedad renal diabética. Sin embargo, se necesitan futuros ensayos clínicos”.
¿Qué órganos limpia el jengibre?
Aunque es saludable para los riñones y el hígado, en realidad no se ha probado que los remedios caseros que lo contienen puedan tratar padecimientos de estos órganos y tampoco sirve para desintoxicar como se promete en las dietas depurativas.
Según Mayo Clinic, las dietas ‘detox’ son innecesarias, ya que el cuerpo ya hace los procesos de limpieza por sí solo, sin importar si tomas o no jengibre:
“Su hígado, riñones y tracto gastrointestinal hacen un buen trabajo de desintoxicación todos los días. Si buscas rejuvenecer tu cuerpo, céntrate en comer más alimentos integrales, beber agua y eliminar de tu dieta los alimentos altamente procesados”.