En agua de limón, yogur o postres, las semillas de chía son un ingrediente popular por su versatilidad y beneficios para el cuerpo, sin embargo, también puede haber efectos secundarios ante un consumo inadecuado.
Siempre las cocinas se han llenado de alimentos y mezclas que son más que un desayuno o cena, ahora hay un creciente consumo a consciencia para buscar efectos positivos en el cuerpo, de ahí que veamos una oleada de remedios caseros con cúrcuma, jengibre, canela y en ese universo no falta la chía.
¿Para qué sirve la chía?
Se cree que este ingrediente es originario de México, según el Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana se ha utilizado en especial para bebidas refrescantes, tamales, pinole, atole y aceites.
Su nombre científico es Salvia hispánica, la Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana de la UNAM detalla que esta planta silvestre se ha usado desde el siglo XVI para tratar malestares estomacales como la diarrea, pero no hay suficiente información experimental que avale su uso terapéutico.
La chía ha impresionado paladares alrededor del mundo, por ejemplo, el sitio estadounidense Healthline destaca: “las civilizaciones antiguas consideraban que las semillas de chía eran muy nutritivas, una creencia respaldada por la ciencia moderna”.
En tanto, el portal de salud LiveStrong destaca que están arrasando “arrasando en todo el mundo”, en especial en recetas veganas, y las describe como un “superalimento” con “perfil nutricional único” usado desde hace más de 5 mil 500 años.
Beneficios: ¿Qué pasa si tomo chía todos los días?
Constantemente, los especialistas destacan que no hay alimentos buenos o malos, sino malos hábitos alimenticios.
Así que la chía tiene muchas ventajas para tu cuerpo, pero también algunas desventajas si no se consume adecuadamente.
Pero vamos primero por el lado bueno sobre la chía, según Healthline y LiveStrong:
- Son muy nutritivas: están llenas de fibra, proteínas y varios micronutrientes; sus grasas dietéticas son en su mayoría poliinsaturadas, como ácidos grasos omega-3 y 6, que protegen contra problemas cardiovasculares y reducen el colesterol ‘malo’.
- Tienen antioxidantes: estos elementos ayudan a proteger al cuerpo de radicales libres, causantes de estrés oxidativo que da paso a enfermedades crónicas como el cáncer y envejecimiento.
- Efectos protectores en corazón e hígado: gracias a los antioxidantes y fibra, estas semillas pueden tener efectos protectores sobre el corazón y el hígado. Se asocia con menos factores de riesgo de diabetes.
- Beneficios para la digestión y la salud intestinal.
- Se estudia si puede ayudar al control de peso: la chía tiene fibra dietética, cuyo consumo se analiza por su papel en la prevención del sobrepeso y la obesidad; sus proteínas podrían ayudar a sentir saciedad y reducir la ingesta de alimentos. Pero los estudios no son concluyentes.
- Podría ayudar a controlar el azúcar en la sangre: aunque faltan estudios en humanos, se investiga el potencial de las semillas para regular este aspecto.
Consumir chía todos los días es una buena idea para tu cuerpo, pese a que faltan investigaciones para saber sus efectos sobre padecimientos específicos, es un ingrediente saludable para tus comidas del cual puedes aprovechar nutrientes y antioxidantes.
Contraindicaciones: ¿Cuándo no se debe comer chía?
Aunque la chía es segura para la mayoría de las personas, pueden presentarse algunos efectos secundarios. La clave está en la cantidad.
Si no estás comes mucha fibra usualmemente
Si bien la fibra es esencial para la digestión, demasiada puede causar algunos problemas: dolor abdominal, estreñimiento, diarrea, hinchazón y gases.
Healthline recomienda no comer demasiada chía de una vez si usualmente no se consume mucha fibra en la dieta para evitar los malestares estomacales.
No quiere decir que no comas chía, sino que la añadas de a poco a tu dieta: se puede iniciar con 28 gramos diarios (2 cucharadas) e ir aumentando el consumo según la tolerancia.
Si tienes ciertas enfermedades intestinales
Healthline destaca que personas con enfermedades inflamatorias intestinales (colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn) quizá deban controlar su consumo de chía y fibra en algunos casos:
“Los estudios indican que un consumo elevado de fibra puede ayudar a proteger contra las enfermedades inflamatorias intestinales a largo plazo. Dicho esto, las personas que sufren brotes deben limitar el consumo de fibra durante periodos breves para reducir los síntomas”.
Si no bebes suficiente agua
Si no ingieres suficiente agua, las semillas absorben la que está en el intestino, lo cual causa hinchazón y gases.
Así que hidrátate bien luego de consumir chía, ya que el agua además el agua ayuda a la fibra a pasar a través del sistema digestivo.
Si no la preparas adecuadamente
Otro aspecto a considerar es que es necesario remojar la chía antes de ingerirla porque las semillas absorben entre 10 y 12 veces su peso en líquido.
Si no fueron remojadas bien, estas pueden expandirse, causar un bloqueo y riesgo de asfixia.
LiveStrong destaca: “estas semillas absorben grandes cantidades de agua y pueden causar obstrucción esofágica, una afección potencialmente mortal”.
Healthline pone como ejemplo un caso médico de un hombre que comió una cucharada de chía seca y luego un vaso de agua: “Las semillas se expandieron en su esófago y le provocaron una obstrucción, por lo que tuvo que acudir a urgencias para que se las extirparan”.
Si tienes alergia
Es posible que algunas personas sean alérgicas a la chía, pueden presentarse vómitos, diarrea y picor en los labios o lengua, o bien, anafilaxia.
Medical News Today destaca que esto no es frecuente, pero tienen similitudes con otras semillas como sésamo y avellanas, “para algunos, esto puede conducir a la sensibilización cruzada”.
Si tomas ciertos medicamentos
Demasiada chía podría interactuar con medicamentos para la diabetes e hipertensión debido a que las semillas podrían reducir el azúcar en sangre y la presión arteria.
Consultar a un médico
“Si experimenta algún síntoma negativo después de comer semillas de chía, deje de comerlas y consulte a un profesional sanitario”, advierte Healthline.
¿Cómo consumir chía?
La chía es muy fácil de incluir en la alimentación, su sabor es compatible con casi cualquier otro ingrediente, no requiere de cocción.
La forma más común de ingerir chía es en agua de limón, también se puede añadir a jugos, avena, licuados, yogur, o bien, en repostería, barras, galletas y más.
Healthline destaca que es un buen espesante de salsas y sustituto del huevo, gracias a su capacidad de absorber agua y grasa.
No olvides remojar bien las semillas y beber suficiente agua.
¿Cuánta chía consumir al día?
La Fundación del Consejo Internacional de Información Alimentaria considera una porción de chía a dos cucharadas (28 gramos). LiveStrong aconseja limitarse a esta cantidad por día.