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‘Primero hay que saber comer’: Adrián Herrera, juez de ‘MasterChef’, explica las claves para ser buen cocinero

¿Podrías impresionar al chef Adrián Herrera? El picante juez regresa a ‘MasterChef Generaciones’ y nos explica en entrevista qué se necesita para ganarse el delantal.

Adrián Herrera es uno de los jueces más emblemáticos de MasterChef. (Foto: Especial / Cortesía MasterChef / Instagram @chefherrera).

El chef Adrián Herrera le ha dado varias ‘vueltas a la tortilla’: dejó la carrera de medicina tras dos años, trabajó en el rancho ganadero de su familia y se dedicó una década a las artes plásticas... hasta que puso un puesto de tacos en Monterrey y luego sus fondas.

“¿Qué pasó ahí? Pues que simplemente cambié un laboratorio por otro, pero en el fondo era una como compulsión por este expresar mi creatividad. Entonces, ¿por qué la fui a encontrar a la comida? Es una muy buena pregunta, no tengo idea", explica Adrián Herrera en entrevista.

Un día, Herrera recibió una llamada telefónica para invitarlo al jurado de MasterChef, esa misma curiosidad que lo ha acompañado toda su vida le hizo decir que sí y se convirtió en el famoso juez picante y temible, de criterio tan letal como salsa de habanero. No es de a gratis que una de sus frases (y título de un libro) sea “púdrete en el infierno”... y si nos invita, ¡con gusto nos vamos, que seguro allá hay carne asada!

Es una celebridad de televisión y redes sociales que incluso lleva tatuado el logo de MasterChef, pero él casi no ve pantallas porque no tiene tiempo, además de que está peleado con los influencers que “no son capaces de comer ni de evaluar una comida de manera congruente”.


Herrera tiene dos negocios: Fonda San Francisco, con estrella Michelin, y Fonda China. No compagina con el concepto de restaurante fine dining: “Lo mío es experimentar sobre una base de cocinas regionales y cocinas indígenas. He viajado muchísimo y me gusta mucho tratar de capturar estas esencias y estos fundamentos que son los que nos conectan finalmente con nuestra historia y a partir de ahí empezar a crear platos un poquito más modernos, más contemporáneos... vas a ver una que otra cosa por ahí medio loca”.

En estos años, lo hemos visto valorar duramente platillos en el reality show, con frases como “estos platos se van a llamar ‘Angustia’ y ‘Terror’, les voy a inyectar formol, los voy a meter en un frasco y los voy a mandar al museo de los terrores culinarios”. Pero también ha reconocido al trabajo bien hecho.

¿Y cómo impresionarlo? El también escritor, fotógrafo y columnista no es alguien a quien se le pueda ‘dar atole con el dedo’. Es perfeccionista, valora la perseverancia y el carácter.

¿Qué se necesita para ser un buen cocinero, según Adrián Herrera?

Con sombrero, bigote y su forma de hablar de ‘tequila derecho’, la personalidad regia de Adrián Herrera ha sazonado el reality show de TV Azteca durante 13 temporadas, casi en todas las ediciones del programa, salvo por una pausa en 2022. Esta vez regresa para MasterChef Celebrity Generaciones, que se estrena el 30 de marzo, donde se enfrentan concursantes de distintas edades (Clásicos, Casete, Millennials y Gen Z).


Él considera que para ser un buen cocinero todo empieza por el gusto. “Hay que saber comer. Primero que todo, la gente que no sabe comer, no cocina bien, esa es una realidad”.

Otro aspecto fundamental es tener sentido común, ¿el pimiento va con los camarones?, ¿para qué funciona el comino?

“Hay que intuir que ciertas combinaciones van a funcionar, se requiere estar en una cocina y estar partiéndosela todos los días durante muchos años. Ahí es donde te vuelves un buen cocinero, no todos, pero muchos sí”.

¿Cómo impresionar al chef Herrera, de MasterChef?

El paladar de Herrera es versátil, viene de familia regia, veracruzana y de Tampico (Tamaulipas), ciudad que le dio su fascinación por la comida china por la comunidad que ahí habita. Además, es alguien que valora un buen taco regio de cabeza de res, lengua, cachete o labio en una tortilla de harina con salsa verde o roja, un poco de limón, cebolla y cilantro.

Para impresionarlo la sencillez es la clave: “los mejores platos tienen tres, cuatro ingredientes y están ejecutados de una manera magistral... Los platos muy complejos a veces pecan de pretenciosos, pecan de tener sus excesos, que son francamente innecesarios”.

Además, el juez valora aquellos que lo sacian de sensaciones: “Platos que poseen un discurso... que te comunican algo, que te despiertan una emoción, te llevan algún recuerdo, una evocación, etcétera”.

¿Qué tienen en común los ganadores de MasterChef?

En estos años, los ganadores de MasterChef han sido ‘de chile, mole y pozole’: Alan Rangel (lavaplatos), la pequeña Alana Lliteras, Bertha López (empleada doméstica), el niño Diego Fernández, Honorina Arroyo (dedicada al campo), el empresario Ismael Zhu Li, la cocinera Carmen Miranda, Adriana Salcedo (cajera), el cantante Germán Montero, la niña Natalia Cruz, el influencer Ricardo Peralta, Irma Miranda (reina de belleza) y la actriz Rossana Nájera.

¿Y qué comparten todas estas personas que se han ganado el delantal? Herrera cree que son “necios”: “El que se afloja se va. Así de fácil. Hay que tener mucho sentido común y un buen paladar”.

El conocimiento puede pasar a segundo plano, pues varios concursantes que saben poco han crecido en poco tiempo: “Van agarrando la onda y van sacando platos muy muy buenos, muy interesantes. Y eso fue la primera gran sorpresa que yo aprendí en MasterChef desde la primera temporada: personas que no tenían gran experiencia en la cocina, de pronto a los al tercer o cuarto capítulo ya estaban haciendo platos interesantes y llegan a la final con unas cosas increíbles”.

En estos años como jurado del programa, Herrera ha probado incontables preparaciones y varias lo han impresionado: “Hemos aprendido mucho... no tengo memoria para acordarme tantos méndigos platos, pero había unos que estaban de restaurante. Y no eran pocos”.

Además, hay algo que no debe olvidarse: esto es una competencia. “Someter a una persona a un estrés real de una cocina, que no es una cocina profesional, es una cocina de competencia, que es muy distinto. Ese estrés hace que tu cerebro funcione de otra manera y tu comportamiento en equipo es otro”.

El juez menciona que en este reality no se les exige a los concursantes tanto como a un profesional, sino “que cocinen mucho mejor de lo que lo están haciendo”: “Capítulo tras capítulo, el que sobrevive sabe que va a estar sometido a esta presión extra cada vez más fuerte. Entonces, eso es lo que saca lo mejor de las personas o también saca lo peor, como ya hemos visto”.

Además, reiteró que es importante el tesón: “La actitud es absolutamente necesario para salir adelante de este programa”.

Los retos generacionales de MasterChef Celebrity 2025

En esta edición, que hay varias generaciones en competencia, Herrera cree que los mayores llegan con la ventaja de la experiencia, sin embargo, no deben confiarse, porque los más jóvenes tienen más “espontaneidad”.

“Los mayores tienen más recuerdos y contacto con la cocina tradicional que las nuevas generaciones, las cuales tienen más contacto con la cocina procesada, industrializada, además de que ven a la cocina como un fenómeno digital, en vez de verlo como algo real y se topan con pared... El añejamiento produce resultados muy interesantes”.

A su parecer, MasterChef no solamente es un juego para ver quién gana: “Hay un desarrollo, hay una expresión gastronómica real y la gente se identifica con eso de manera muy profunda”.

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